El Burgo Ranero se alza contra la instalación de una macrogranja porcina
Cerca de trescientas personas se congregaron este sábado 28 de diciembre en la plaza del Ayuntamiento de El Burgo Ranero para expresar su rechazo al proyecto de una macrogranja porcina que la empresa planea construir entre las localidades de Villamuñío y Villamarco. La protesta, organizada por la Plataforma Payuelo Libre con el apoyo del Ayuntamiento de El Burgo Ranero, también contó con la participación de colectivos ecologistas como Ecologistas en Acción de León y 'Stop Ganadería Industrial'.
Durante el acto, los manifestantes hicieron hincapié en los graves riesgos ambientales y de salud pública asociados a este tipo de industrias. Entre las preocupaciones destacadas se encuentran la contaminación de aguas subterráneas por nitratos, el deterioro de acuíferos y ríos, la polución del aire y los olores insoportables, factores que, según los asistentes, erosionarían el equilibrio ecológico y la calidad de vida en la zona rural.
Los vecinos presentes quisieron lanzar un mensaje de apoyo “a la vida en los pueblos y su 'frágil equilibrio', ahora amenazado, por un tipo de industria que ya ha demostrado deshumanizar”.
La concentración también sirvió como plataforma para cuestionar las políticas gubernamentales respecto a la llamada España vaciada. “¿Por qué se permite la proliferación de este tipo de industrias que no generan empleo ni riqueza local? ¿Por qué no se fomenta la llegada de empresas de transformación que sí aportan desarrollo al medio rural?”, señalaron los oradores. Entre los presentes se encontraban los procuradores de Unión del Pueblo Leonés, Luis Mariano Santos y Alicia Gallego González, quienes mostraron su respaldo a las reivindicaciones vecinales.
Los convocantes subrayaron que el modelo de ganadería industrial no solo deshumaniza la vida en los pueblos, sino que también compromete la sostenibilidad de sus recursos naturales. “No podemos permitir que el agua que bebemos esté contaminada ni que el aire que respiramos sea irrespirable por culpa de estas explotaciones”, denunciaron desde la plataforma organizadora.
“Nos preocupa no poder beber agua con tranquilidad porque esté contaminada por nitratos. Porque la ganadería industrial genera mala calidad de las masas de agua, deteriora los acuíferos y los ríos. Nos preocupa no poder pasear por el campo respirando aire limpio y puro, porque la contaminación del aire y el olor, nos lo impida. Los problemas e inconvenientes ambientales y de salud que aparecen, hacen que la calidad de vida de los pueblos empeore y acabe matándolos” se expuso durante la protesta, a la que se sumaron representantes de Unión del Pueblo Leonés como los procuradores, Luis Mariano Santos y Alicia Gallego González.
Durante el acto se cuestionaron las verdaderas intenciones de los gobiernos en cuanto al futuro de la llamada ‘España vaciada’ permitiendo el establecimiento de industrias nocivas “que no crean ni puestos de trabajo, ni riqueza en la zona. Solo sirven para llenar los bolsillos de unos pocos”, criticaron.
“¿Qué ganamos nosotros con todo esto? ¿Por qué siguen insistiendo en instalarse aquí? ¿Porque somos pocos? ¿Porque somos la España vaciada? ¿Porque no vamos a protestar? ¿Son estas sus políticas para el desarrollo del medio rural? ¿Por qué la Junta de Castilla y León está permitiendo que la ganadería industrial porcina haya aumentado exponencialmente en los últimos años?¿Por qué en vez de esto, no nos traen las empresas de transformación que son las que generan empleo?”, se preguntaron durante la manifestación de protesta.
El proyecto de macrogranja contra el que se lucha
El proyecto consiste en una explotación porcina diseñada para albergar 2.650 cerdas con lechones de hasta 20 kg, junto con 500 cerdas de reposición y seis verracos. Las instalaciones incluirían diversas áreas, como oficinas, vestuarios, naves para destete, partos, gestación y control, además de cuartos auxiliares, almacenes, pasillos de comunicación, muelles de carga y dos balsas de purines cubiertas con capacidad superior a 7.000 m³ cada una.
El suministro de agua necesario para la explotación provendrá de un sondeo de 100 metros de profundidad y 500 mm de diámetro, con un caudal máximo de 2,83 litros por segundo. El volumen anual solicitado alcanza los 29.762 m³, extraídos de la masa subterránea Terciario Detrítico del Esla-Cea, según la documentación presentada ante la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).
Los vecinos han anunciado que las movilizaciones continuarán para frenar la construcción de la macrogranja y proteger el entorno y el bienestar de los habitantes de la zona.