1.654 bajas de trabajadores al mes en 2014 frente a las 3.117 de media en 2008

Ical

El inicio de la salida de la crisis ha llegado acompañado de un repunte de las bajas temporales por contingencias comunes, por primera vez en 2014, desde el año 2008. Los datos que maneja la Seguridad Social reflejan que el año pasado se contabilizaron en Castilla y León 10.030 bajas por enfermedad común de media al mes, lo que supone un aumento del 2,2 por ciento respecto a las 9.815 del año anterior; pero una cifra que aún está alejada de las 18.389 del ejercicio 2008.

Las obligaciones reconocidas por la Seguridad Social por incapacidad temporal de estos trabajadores, en los once primeros meses del 2014, último periodo disponible, alcanzó en la Comunidad, los 57,72 millones de euros, lo que supone un incremento del 4,2 por ciento respecto a los mismos meses de 2013.

Los datos que facilita el Ministerio de Empleo y Seguridad Social constatan también que la incidencia media mensual por cada mil trabajadores por cuenta ajena de estas bajas temporales, se situó el año pasado en 14,62, por encima de las 14,06 de 2013, pero muy lejos de las 22,17 del primer año de arranque del periodo recesivo.

Asimismo, la información recopilada por Ical, del departamento que dirige Fátima Báñez constata que la duración media de los procesos con alta durante 2014, se situó en 45,31 días, una cifra superior a los 43,95 días de 2013, y muy por encima de los 39,86 días de media de las bajas que se cogieron los trabajadores en 2008.

Las estadísticas sobre la materia reflejan también que en 2014, el número de trabajadores protegidos al final de 2014, por el sistema de la Seguridad Social por incapacidad temporal por contingencias comunes, ascendió a 678.145, por debajo de los 683.795 de 2013, y una cifra muy reducida respecto a los 761.558 de 2008.

La responsable regional de Prevención de Riesgos Laborales de UGT, Carmen Campelo, y el secretario regional de Salud Laboral, Seguridad Social y Medio Ambiente de CCOO, Mariano Sanz, coincidieron en señalar que los datos no responden a la realidad, y aunque se puede producir un repunte por una mayor actividad, lo cierto es que los trabajadores cada vez se cogen menos bajas ante el temor de perder sus empleos en un contexto todavía de crisis.

Carmen Campelo asumió que con una mayor actividad “puede que repunte un poco” pero las cifras “deberían haber empezado a subir hace tiempo” ante la enorme precariedad laboral, pero siguen siendo “infrareales” por el temor que persiste a perder el puesto. Asimismo, expuso que los trabajadores aguantan hasta que no pueden más, incluso con una lesión, solicitan una adaptación, un cambio en su puesto para seguir trabajando antes de coger la baja, porque con la regulación actual “les cuesta dinero”.

La responsable de UGT arremetió contra los que relacionan estas bajas con el absentismo y recordó que ahora son las mutuas las que controlan desde el primer día a los trabajadores, y frente a este aumento, afirmó que “están haciendo dejadez de funciones” y el trabajador con lesiones esqueleto musculares, acaba teniendo que acudir en muchos casos al médico de atención primaria, para lograr la baja. Asimismo, recalcó que hablar de absentismo es “totalmente perverso, porque es cuestionar la profesionalidad de los médicos”.

Por su parte, Mariano Sanz destacó que pese a los datos que maneja la Seguridad Social, la realidad es que desde sus servicios jurídicos, han detectado que “la gente quiere coger menos las bajas por enfermedad común” porque en el contexto actual “piensa que tendría problemas con la empresa y tiene miedo”. “Hay personas que en un momento dado estarían para estar de baja, pero no quieren por miedo a perder su trabajo”, dijo.

Asimismo, remarcó que habría que analizar pormenorizadamente en qué sectores y grupos de edad se ha producido ese repunte y estudiar los datos también conforme a la nueva normativa sobre bajas laborales, que otorga a las mutuas su control desde el primer día, cuando antes empezaban a partir del 16.

Provincias

Por provincias y en relación a la media de bajas temporales mensuales a lo largo de 2014, respecto a 2013, descendieron sólo en Segovia (578) y Soria (434), un 1,3 por ciento, en ambos casos. Por el contrario, crecieron en Palencia (755), un 5,3 por ciento; en Ávila (459), un cinco por ciento; en Burgos (1.908), un 4,7 por ciento; en Valladolid (2.866), un 2,4 por ciento;en Zamora (426), un 1,2 por ciento; en Salamanca (950), un 0,85 por ciento; y en León (1.654), un 0,1 por ciento.

En la comparación de 2014 con el año de inicio de la crisis, el número medio de bajas temporales por enfermedad común se desplomó en todas las provincias, un 51,2 por ciento en Soria; un 48,2 por ciento en Segovia; un 47,6 por ciento en Ávila; un 46,9 por ciento en León; un 45,8 por ciento en Zamora; un 45,2 por ciento en Burgos; un 44 por ciento en Valladolid; un 43,5 por ciento en Palencia; y un 42,7 por ciento en Salamanca.

Autónomos, menos bajas pero más graves

Estos datos no incluyen al colectivo de autónomos que, según los datos recabados por la Agencia Ical, registró un número medio mensual de procesos de 1.721, un cifra similar pero superior, a los 1.719 de 2013; pero muy por debajo de los 2.165 de 2008.

Este colectivo registró una incidencia media mensual por cada mil trabajadores protegidos de bajas temporales por enfermedad común de 8,75, con una duración media de los procesos con alta de 91,96 días. En 2013, la tasa de incidencia fue del 8,8 y el periodo medio, de 91,52 días; mientras que en 2008, estas variables se situaron en un ratio de 9,51 y 88,68 días, respectivamente.

La presidenta de ATA en Castilla y León, Soraya Mayo, remarcó que la incidencia dentro del colectivo de autónomos de las bajas por enfermedad común es muy inferior a la de los trabajadores por cuenta ajena, porque “sólo dejan de trabajar cuando ya no les queda más remedio”. “Salvo que tenga una operación o se rompa un hueso, no para porque sino no ingresa”, dijo, para remarcar que por eso las bajas de estas personas “son más largas, no les queda más remedio”.

En cuanto al ligero repunte de las cifras en 2014, expuso que seguramente responderá a que aumentó el número de trabajadores autónomos, con lo que “hay más papeletas para que alguno se ponga malo”, o a que tras años de mucho aguante y problemas, las cosas están “un poco más tranquilas” y se pueden cuidar un poco más.

Etiquetas
stats