El Ayuntamiento de León desestima alegaciones contra la construcción de la megaplanta de calor en Puente Castro
La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de León ha desestimado este viernes las solicitudes presentadas por interesados a título personal y por la Asociación de Vecinos Aljama de Puente Castro en las que solicitaban la suspensión de la ejecución del acuerdo para habilitar una red de calor con la construcción de una macroplanta de generación de energía presupuestada inicialmente en 85 millones de euros. El proyecto, anunciado de forma conjunta hace ahora un año por el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y por el alcalde de la capital leonesa, José Antonio Diez, había desatado críticas de colectivos ecologistas y de vecinos de Puente Castro.
Así, el acuerdo que este viernes se ha librado de las solicitudes de suspensión de la iniciativa data de la Junta de Gobierno Local del pasado 26 de mayo, justo dos días antes de las elecciones municipales tras las que Diez revalidó el bastón de mando. Y supone otorgar a Somacyl (Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León) la concesión demanial (de dominio público) para la implantación de un parque de renovables que contará con central de generación con biomasa sostenible, planta de producción de hidrógeno verde, planta de producción y generación con biogás y planta de energía solar fotovoltaica.
El citado acuerdo también supone, según informa el Gobierno municipal, la concesión directa de uso del subsuelo del dominio público para “instalación de una red urbana de canalizaciones de distribución de calor a la que se conectarán edificios de toda la ciudad de León para satisfacer sus demandas de calefacción y agua caliente sanitaria”.
“Con este trámite”, añade el Ejecutivo municipal, “el Ayuntamiento de León avanza en el desarrollo de la Red de Calor en la ciudad, un proyecto sostenible, ecológico y muy ambicioso cuyo objetivo es que los ciudadanos ahorren en su factura de calefacción y agua caliente y que también permitirá reducir la contaminación atmosférica y el consumo de combustibles fósiles”.
Las primeras voces críticas contra esta iniciativa fueron las de Ecologistas en Acción y la Asociación de Vecinos Aljama del barrio de Puente Castro, que hablaron de “falta de transparencia”, al tiempo que alertaron de que un posible uso de “combustibles derivados de residuos en sustitución de la biomasa forestal” podría “aumentar la toxicidad de las emisiones a la atmósfera”.