El asteroide 2014 JO25 se acercará peligrosamente a la Tierra el 19 de abril

Fuente: Wikimedia.

La noticia ha causado un gran revuelo internacional, ya que la aproximación del asteroide se ha considerado como “potencialmente peligrosa”. Sin embargo, y a través del Centro de Planetas Menores, la Unión Astronómica Internacional ha hecho un llamamiento a la calma explicando que aunque la roca se haya catalogado como tal, no existe riesgo de colisión contra la Tierra. La clasificación del 2014 JO25 como peligroso se debe principalmente a su tamaño, ya que por norma todos los objetos celestes de grandes dimensiones cuyo acercamiento pueda causar severos daños a la Tierra, reciben esta denominación. Aunque por sí mismos este tipo de asteroides generalmente no tienen la envergadura como para causar los estragos que causó la roca que terminó con la existencia de los dinosaurios, su caída sí puede provocar daños a nivel local, como por ejemplo un maremoto, cuyas consecuencias para la vida humana pueden ser devastadoras. Por tanto, la aproximación del asteroide (que no volverá a pasar tan cerca de la Tierra hasta dentro de 480 años) se convertirá más en un momento de gran interés para la comunidad científica que en una situación de alerta real.

El primer asteroide en ser captado de manera fotográfica fue el asteroide Gaspra en 1991 gracias a la sonda Galileo, que lleva el nombre de uno de los mayores astrónomos de la Historia, Galileo Galilei, quien no solo destacó en ese campo sino también en el de las matemáticas, con aportaciones como el primer artículo académico realizado sobre el cálculo de probabilidades en el lanzamiento de dados. Desde entonces, muchos han sido los cuerpos celestes que se han acercado a nuestro planeta, siendo el Toutatis el último de estas características. Este asteroide pasó a una distancia de 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en septiembre de 2004, y no era la primera vez que lo hacía. Ya en diciembre de 1992 el Toutatis se había acercado a nuestro planeta, aunque aquella vez lo hizo a una distancia muchísimo mayor: 4 millones de kilómetros.

El 2014 JO25 no será el único asteroide que se aproxime a la Tierra en este 2017. El 1999 AN10, de aproximadamente 800 metros de diámetro, se acercará en agosto a distancia lunar (384.000 kilómetros), mientras que el 2012 TC4 lo hará en octubre. El paso de ambos asteroides cerca de nuestro planeta no supondrá ningún riesgo. El que sí tiene preocupada a la comunidad científica es el asteroide Apofis, descubierto en 2004 y considerado como uno de los de mayor riesgo. La roca que, según las estimaciones de los astrónomos, pesa alrededor de 46 millones de toneladas y tiene un diámetro similar al de tres campos de fútbol, pasará cerca de la Tierra en abril de 2029. A pesar de que está previsto que esta aproximación se haga a 35.000 kilómetros, lo que no supondría un riesgo real para nuestro planeta, el efecto de nuestra gravedad atraería hacia la Tierra una avalancha de rocas del asteroide, tal y como demuestra un estudio llevado a cabo por la universidad de Maryland. Con todo, esta avalancha será demasiado lenta y gradual como para que el ojo humano sea consciente de ella. Lo que sí se podrá observar será un objeto brillante moviéndose a gran velocidad por el cielo.

A la preocupación por el Apofis se le une la generada por el asteroide Didymos. Esta roca planetaria, de apenas 800 metros de diámetro, pasará cerca de la Tierra en 2022. La ESA (Agencia Espacial Europea), junto con la NASA, plantean llevar a cabo una colisión contra el asteroide para modificar así su rumbo. Este medida se enmarcaría dentro de la misión AIDA (Asteroid Impact and Deflection Assessment) que tiene como objetivo modificar, aunque sea de manera leve, la trayectoria de los asteroides que suponen una amenaza para nuestro planeta.

Con todo, y a pesar de las medidas de seguridad que diariamente se llevan a cabo desde las instituciones pertinentes, todavía siguen existiendo rocas especiales que consiguen sobrevivir a nuestra atmósfera ocasionando importantes daños. Ejemplo de ello son los asteroides caídos en Rusia en 2013 y en Argentina en 2015.

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