Del asociacionismo sociocultural al activismo sociopolítico leonés

Un fotograma de vídeo de la manifestación de 1984 contra la creación de Castilla y León.

Máximo Soto Calvo

El Asociacionismo sociocultural leonés, fiel guardián de las esencias de un pueblo, que aquí tratamos comprender y valorar, ha tomado especial auge con motivo de la anómala práctica del ente autonómico de acallar todo lo leonés. Y lo que es peor, sofocarlo con un castellanismo maliciosamente manejado desde los poderes legislativo y ejecutivo autonómicos.

De la dictadura franquista para acá, va a ser el lapso sobre el que pondremos la mirada de forma especial. Durante aquélla, el movimiento asociativo cultural, era confundido, demasiadas veces, con folclorismo siempre a mayor gloria del régimen; con aquello de los Coros y Danzas se explotaba el folclore como un bien patrio.

Cada provincia trataba de poner en valor su folclore, al fin y al cabo era idiosincrasia mostrada en la música y en los bailes que la daban personalidad.

Habría que ir a nuestros ancestros para recomponer herencia y participación histórica, cultura como arte de vivir en cada territorio. Si bien nos vamos a situar, con una supuesta herencia acumulada, bastante más próximos, cuando empezamos a ser región reconocida. Hablamos del siglo XIX, tres provincias sin mucha conexión, sin mejor razón que la nominación regional, que no la otorgaba competencias comunes, ni forzaba un reconocimiento identitario.

Pero entiendo que el haber sido parte importante de un reino, y potente, el de León, suponía algo así como el preámbulo para empezar a compartir identificación territorial, luego, quienes se fueran desarrollando en él, estaban en condiciones de lograr fundamento o base para poder ir a más, que podía ser confraternización. Pueblo y Región.

Estamos repasando todo esto, tal como habrá comprendido en lector, porque en el camino hacia la Comunidad Leonesa, la 18, que vamos a emprender habremos de encontrarlas, y ellas serán vitales.

El intento autonómico republicano

Algo importante y reseñable fue el intento de Estatuto de autonomía triprovincial en la etapa republicana. Ése pudiera haber sido un momento clave para empezar a compartir afinidades triprovinciales. Pues, cada una de éstas, era celosa de sus especificidades, y el gentilicio leoneses, demasiadas veces recogido a regañadientes.

Conviene también dejar aquí constancia que con el nacimiento del siglo XX se había dejado notar de forma activa un regionalismo cultural leonés, de manera notoria en Legio, tal vez por haber sido sede real; mas no sin participación provincial.

El intento autonómico de anular lo leonés

Establecido el “café para todos” o puesta en plan de salida la España de las autonomías, las tres provincias leonesas fueron incorporadas en comunidad con castellanos a un ente autonómico. Los leoneses llegaban sin personalidad y desterritorializados para caer en el mayor horror del siglo XX: crear una identidad por imperativo político, fundiendo a leoneses en la parte castellana de oficio preponderante.

Tal cosa nos llevó triprovincialmente a los leoneses, con desigual mordiente, a defendernos de los perniciosos intentos. Buen modo era mantener vivas las propias tradiciones, a las que en todo momento los centralistas gobernantes, y los cerebros pensantes a sueldo, pretendían hincar el diente en plan castellanizador, como padrecitos que velaban por nuestros “juegos florales”.

Era evidente, ante el retrovisor, que la Región Leonesa venía perdiendo personalidad triprovincial a bocados castellanos, y aunque éstos no fueran de licántropos, iban dejando huella castellana allá donde el colmillo incidía. Se borraba la identidad regional leonesa a buen ritmo en Zamora y más en Salamanca, bajo el diente acaparador de la castellanización. En León provincia esta suplantación, con sinuosidad de reptil, se hacía más imprecisa.

Cuando a ojos vistas se anulaba lo leonés, encendidas las alarmas en el pueblo, allá donde hubo llama, incluso aunque tuviera el estatus inferior de rescoldo, se empezó a recomponer el pábilo o a soplar sobre las brasas necesitadas de oxigeno. Para tal menester las Asociaciones tomaban presencia, activaban las costumbres y tradiciones, en claro intento de preservar definido lo leonés.

La protección de la lengua leonesa

De modo especial algunas asociaciones han tratado de conservar la lengua leonesa como culturalmente propia y viva. Hay quien la cita como hablas leonesas, mas, no voy a entrar en esta materia más allá de su significación diferencial con la región castellana, concluyendo que es (o son) seña de identidad leonesa a preservar y defender.

Los asociacionistas, con cierta dosis de funambulismo, venimos caminando sobre la cuerda floja de nuestros usos y costumbres, en pos de una meta que costaba alcanzar, tanto, que seguimos en el empeño. Pero hoy –sí, “hoy”–, cuando al tender la mirada podemos ver alborear el mañana anhelado, nuestra propia Comunidad... ¡Ws vital que guardemos el equilibrio, fundamos lo fundible y acompasemos lo diferente! Se requiere un buen derroche de generosidad.

Presididas por el sentimiento leonesista, no han faltado asociaciones, que han pretendido situarse como grupos de presión, si bien para esto hace falta poder y medios. Personalmente siempre he preferido el grupo de persuasión. No es echar lloradas, es saber exigir con suavidad y buena letra.

Tiempo autonómico invasivo

Sin prurito alguno, debo decir que la Asociación Pro Identidad Leonesa, que ayudé a crear y desarrollar, para defendernos del ente autonómico que nos apabullaba con terminología castellanoleonesa lesiva para lo identitario leonés, especialmente en el ámbito educativo, en los niños, en los años 90 del pasado siglo, funcionó y razonablemente bien.

Ejerció una labor persuasiva ante Procurador del Común, quien, con trazos de fina diplomacia, pues la institución no tiene capacidad ejecutiva, consiguió que en los currículos escolares que el ente diseñaba, se empezara a poner especial empeño en salvaguardar lo leonés. Don Manuel García Álvarez, lo había dejado claro en el ente, los leoneses se niegan a perder su identidad. Hoy suena a poco, mas era vital entonces.

Tan solo añadiré que Esllabón Lleonesista y Comunidad Leonesa.ES, de aquella época, tuvieron y tienen una ejecutoria que contar, y vienen a corroborar el papel defensivo puesto en marcha. Por supuesto hay más, bastante más, aunque me he ceñido al apunte nominal de esas tres leonesas de León, pues me son más cercanas.

Por supuesto, en el movimiento reivindicativo, no se puede dejar en el olvido al Grupo Autonómico Leonés, y además, tener en cuenta lo que preconizaba:“extender, potenciar y consolidar el movimiento leonesista”... Y bien útil hoy: “colaborar con todas las demás organizaciones leonesas para lograr una unidad de acción”. Ahí está la clave: unidad de acción.

El activismo social y político para una autonomía leonesa

La protesta social, ante lo que el oponente esconde, se niega a reconocer o a dar, es una actividad práctica ejercitable. El pueblo, la ciudadanía, en democracia irá demandando participación en política, cuando ésta supone arte de gobierno, pero se verá obligado a delegar en aquellos a quienes ha votado. Ahí pueden empezar males para unos, oportunidades para otros. Desafección en unos, regodeos en otros.

Vamos a ceñirnos, y con brevedad, al activismo surgido en la región leonesa, y de modo particular en la provincia de León. En este punto no podemos eludir citar a Pérez Echevarría, lo conocí en UPL, allá por los 90. Cheva, algo así como su nombre de batalla en el activismo, va alcanzando notoriedad en ese campo, donde daría, y sigue en ello, lo mejor por esta tierra. Ya todo un maestro en este arte. Con él he de conversar, y pronto.

Quien se acerque a Botines los primeros sábados de cada mes lo verá en reivindicativa postura regional leonesa. Pero es una pose, lo suyo es la vigilancia, la escucha, el seguimiento de todo aquello que nos pueda afectar negativamente a los leoneses, en especial si parte del ente autonómico, hacerlo saber, y forzar manifestaciones... después.

En Esllabón, en sus componentes, siempre encontró apoyo, aunque en algunas ocasiones, también fueran por delante de él en ideas.

Ha hecho también acompañamientos o iniciaciones reivindicativas en el ámbito triprovincial. De él y de cuantos me consta se mueven en este campo necesario para movilizar a las gentes, las buenas gentes leonesas comprometidas, en manifestaciones y grande encuentros reivindicativos, se va a necesitar para los momentos reivindicativos de salida y formación de otra Comunidad, si es que somos capaces de unirnos y ponernos a ello.

Grupos en internet

Ahora en Grupos, en internet, todas las asociaciones que hay en activo ponen especial empeño en lo reivindicativo leonés, lo dan a conocer con gran acierto y dedicación, abarcando el ámbito triprovicial lo que nos aporta resuello como pueblo leonés. Promueven y organizan manifestaciones, asumiendo un papel de claro activismo sociopolítico, imprescindible.

Seguro que bien dispuestas todas las Asociaciones en ejercicio, aun cuando algunas no sean activistas, pueden potenciar el papel de Iniciativa Autonómica Leonesa, que está presentando un plan reivindicativo de Autonomía Leonesa, la llave de contacto está puesta, en tanto no aparezca otro, o reformas bien medidas, en positivo asumibles, a él debemos subirnos y arrancar el auto regional de autogobierno. Unidad de Acción. Lexit 2021. ¡A por la 18! La nuestra.

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