Ahmed: “Esto es el paraíso para nosotros”

Ahmed, en la oficina de Cruz Roja junto a Rubén, responsable del Área de Inmigración.

Isabel Rodríguez

El Día Mundial del Refugiado que se celebra este lunes deja una dura cifra, la de casi 44 millones de desplazados internos y refugiados por las guerras y los desastres naturales en todo el mundo durante el último año, según alerta Naciones Unidas en su informe anual presentado con motivo de la conmemoración.

El dato supone un triste hito desde que comenzó el siglo XXI y barrunta un panorama poco esperanzador. De acuerdo con el informe, de los 43,7 millones de personas desplazadas, 27,5 se encuentran en su país. Los otros 16,2 millones han huído a otro. El 50% de los desplazados se encuentran en Colombia, Sudán, Irak, República Democrática del Congo y Somalia; y el 60% de los refugiados proceden de los territorios palestinos, Afganistán, Irak, Somalia y la República Democrática del Congo.

Me ha tocado la crisis y lo único que me falta es el trabajo, pero teniendo salud tengo que estar contento

Concretamente en León, destaca el número de solicitantes de asilo procedentes de Cuba. De las 22 nuevas solicitudes que tramitó la ONG Accem León, 17 procedían de la isla americana y eran presos cubanos y miembros de sus familias que se acogieron a un convenio firmado en Cuba y el Ministerio de Asuntos Exteriores Español. Tan solo hubo una solicitud de Colombia y el resto eran de nacionalidad somalí.

De Somalia es Ahmed, un joven de 23 años que llegó hace dos años buscando una vida mejor que la que le ofrecía su país. Ahora cuenta con Protección Internacional debido a la inestable situación de su lugar de origen y ya está plenamente instalado en León. “Me ha tocado la crisis y lo único que me falta es el trabajo, pero teniendo salud tengo que estar contento”, comenta Ahmed en un correcto español.

Quedamos con él en la sede de Cruz Roja León y durante la entrevista no deja de hablar, con una soltura y una alegría envidiables. Relata que en su localidad, en el Cuerno de África, estudiaba en una academia de Enfermería pero no llegó a terminarla porque veía que la situación de su país no le garantizaba la vida que buscaba. “Allí el sueño de todos es llegar a Europa, es el paraíso para nosotros”.

Cruzó África a través de Etiopía y Egipto y llegó al Aeropuerto de Barajas, en Madrid. Allí pasó 48 horas a la espera de saber si podría entrar en España. Tras una entrevista con un miembro de Cruz Roja, uno del Gobierno y otro de la Oficina de Asilo, a los que fue relatando las razones por las que abandonó Somalia, le abrieron las puertas.

Y a partir de ahí comenzó su inserción. Reconocimiento médico en el Centro de Refugiados de Cruz Roja en Madrid, clases de español y orientación laboral. En el centro de León había plazas, así que lo enviaron aquí. En Cruz Roja le proporcionaron asistencia bucodental, farmacéutica y lo insertaron en la bolsa de trabajo. Desde entonces ha estado trabajando durante un año y cuatro meses en un supermercado y como comercial. Desde septiembre tiene los papeles en regla, así que ahora su único objetivo es trabajar.

En mi país hay unos 10 clanes diferentes, si estás en la zona de tu clan no hay problema

León se ha convertido ya en su segunda casa y la sede de Cruz Roja en un hogar al que siempre puede volver, aunque ya vive totalmente independizado. “Cruz Roja es la entrada, un lugar donde desahogarte, donde pedir apoyo y ayuda cuando la necesitas”, comenta. La organización en León gestionó en 2010 35 ayudas a solicitantes de asilo y refugiados. En lo que va de 2011 llevan 23.

Volver a Somalia no está entre sus planes y si pudiera, traería aquí a su familia. “Pero es muy complicado”, se lamenta. De todos modos, asegura que están bien. “En mi país hay unos 10 clanes diferentes, si estás en la zona de tu clan no hay problema”, explica.

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