¿Te apuntas al “turismo de sofá?

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Efe

Más de un centenar de personas apuesta en León por el turismo de sofá, a través de la red social Couchsurfing (surfeo de sofás), una nueva forma de viajar que pone en contacto a viajeros con la población local dispuesta a ceder su “sofá”, un sitio para dormir, de forma gratuita.

Este sistema nació en 2003, fundado por Casey Fenton, un joven viajero estadounidense aficionado a las nuevas tecnologías, y a través de la página web www.couchsurfing.org pone en contacto a más de un millón de usuarios de 246 países dispuestos a alojar en sus residencias y ser hospedados.

El primer paso para “surfear sofás” es registrarse en la dirección web, donde se accede a un listado, ordenado por países y ciudades, de personas dispuestas a alojar a turistas y compartir con ellos una experiencia cultural.

El alojado debe tener en cuenta las condiciones de convivencia que el anfitrión marque en el perfil de la página y este obtendrá algunos beneficios como practicar otro idioma, conocer otra cultura e incluso tener referencias positivas en couchsurfing, ya que en la red social se comentan las experiencias y existe un sistema de evaluación del los participantes que orienta a los demás obre la seriedad y rigor de los integrantes de la red.

En España los registrados son más de 32.000 y en Castilla y León la cifra es superior a 1.000, con Salamanca (442) y Valladolid (237) con el mayor número de registros.

Les siguen León con 104 couchsurfers, Burgos con 97, Segovia con 34, Palencia con 26, Ávila con 25, Soria con 22 y Zamora con 19.

Dentro de la red social existen grupos llamado “Castilla y León” o “CS Valladolid” para que las personas que lo practican en la Comunidad, así como los huéspedes coordinen actividades durante su estancia.

El leonés Eduardo Riesco es uno de los practicantes de couchsurfing que, en declaraciones a Efe, ha restado importancia a que el hospedaje sea gratuito y ha destacado que cuando viaja de esta forma encuentra exactamente lo que quiere: “alguien local encantado de compartir su cultura conmigo. No hay hotel que supere eso”.

“Todo son ventajas”, ha asegurado este leonés de 33 años afincado en Valladolid, que ha indicado que este sistema es “algo más que viajar”, ya que permite infiltrarse en el país que has elegido como destino a través de la convivencia con sus habitantes.

Tras hospedar a innumerables viajeros en su casa de Valladolid y realizar dos viajes en los que se hospedó en seis casas diferentes, Riesco ha recomendado avisar con tiempo al anfitrión, que es el que marca los límites de la estancia, para que esté preparado.

En cuanto a las condiciones establecidas por el anfitrión, Riesco ha señalado que “cada uno puede hacer lo que quiera en su casa”, pero que las cosas funcionan por “sentido común: quien acoge ofrece lo mejor que tiene y quien es invitado agradece lo que hay”.

“A veces hay quien pone condiciones sobre el tabaco o advierte de que hay animales, es decir, como en cualquier casa”, ha concluido.

El médico Pablo Marqués, vallisoletano de 24 años, que actualmente preparara la oposición a MIR, ha definido el couchsurfing como la “mejor forma de viajar y conocer de verdad un país”, ya que “no visitas un país, sino que lo vives”.

“No es lo mismo observar a la gente y la cultura de un lugar que vivir con ellos, hacer lo que ellos harían un día normal, conocer sitios que no vienen en las guías...”, ha explicado.

Al menos treinta ciudades diferentes con más de 50 anfitriones, ha sido la experiencia de este joven, que no ha podido acoger a todos los huéspedes que le hubiera gustado porque reside en la casa familiar, por lo que hasta ahora sólo cuatro personas han sido alojadas en ella.

Este vallisoletano no duda de la seguridad de este sistema turístico porque, además de “todas las medidas de seguridad que aporta couchsurfing, eres tú quien elige a qué casa quieres ir y con quién o a quién quieres acoger en tu ciudad”.

“Las referencias dejadas por gente que ya ha tenido esa experiencia con esa persona son la mejor garantía”,ha asegurado Marqués, que no ha conocido a nadie que haya oído hablar de una mala experiencia con este sistema.

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