El acusado de asesinar a la peregrina Denise se niega a declarar

Presunto Asesino Denise Thiem

A. Mañanes

“No voy a declarar”. Así lo ha asegurado este martes Miguel Ángel Muñoz, el presunto autor del crimen de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem, que está acusado de un delito de asesinato y de otro de robo con violencia por los que la Fiscalía solicita para él una pena de 25 años de prisión.

Contra todo pronóstico, y desdiciendo las palabras de su propio letrado, que había anunciado que su patrocinado contestaría a las preguntas de todas las partes, Miguel Ángel, en actitud tranquila, como durante toda la sesión de hoy ha asegurado ante el juez que no quiere responder a las cuestiones ni de la Fiscalía ni de la acusación particular, que representa a la familia de la víctima, y tampoco a las de su propio abogado.

La fiscal, no obstante, ha realizado las preguntas oportunas y ha aportado al jurado la declaración de Miguel Ángel Muñoz en la que confesaba haber matado a Denise con todo lujo de detalles, haberla enterrado posteriormente y cambiado, en otra ocasión, su cuerpo de ubicación tras sentir presión policial sobre él.

En esa confesión, el acusado también relataba cómo cometió el crimen, cortó el cuello a Denise y le golpeó, y le robó los poco más de 1.000 dólares que llevaba encima para afrontar los gastos de su paso por el Camino de Santiago. También cómo le cortó ambas manos para evitar que su cadáver fuera reconocido.

Por su parte, la acusación particular ha decido formular sus preguntas, pese a no recibir contestación. Así, también se ha adherido a las cuestiones formuladas por el Ministerio Fiscal. Unas preguntas ante las que el presunto asesino ha permanecido completamente impasible, sin mostrar ningún tipo de emoción, y prestando suma atención desde el banquillo de los acusados.

En el caso de la defensa de Miguel Ángel no ha querido formularle ningún tipo de cuestión y ha pedido que se aporte al jurado la primera declaración del acusado, en la que se declaraba inocente. Por todo ello, las tres declaraciones previas del procesado serán aportadas al jurado popular que tendrá que decidir sobre el caso.

El juicio se reanudará mañana, miércoles, con la declaración de la inspectora jefe de la Policía Nacional que lideró la investigación del crimen y otros siete agentes, tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local de Astorga.

Estrategia de defensa para la acusación

Para la acusación particular, la negativa a declarar del acusado responde a una “estrategia de la defensa”, aunque reconoció que éste se encuentra en su derecho. “Si hubiera declarado hubiera podido pasar de todo, podría haberse derrumbado y reconocer los hechos o haberse contradicho”, ha agregado.

Una de las letradas de la acusación particular ha manifestado que el cambio de opinión –en un primer momento anunció que contestaría a todas las preguntas de las partes- puede deberse a que “es muy complicado hacer una declaración coherente” con todas las pruebas que hay en su contra, incluso su propia confesión.

No estaba en condiciones psicológicas de declarar, afirma su defensa

Por su parte, la defensa del presunto autor del crimen de Denise Pikka, ha asegurado que la intención de Miguel Ángel era ofrecer “no su versión, sino la versión de los hechos” que es que él no tuvo nada que ver con el asesinato, pero que hoy no se encontraba en condiciones psicológicas para enfrentarse a más de dos horas de interrogatorio.

El motivo, según su abogado, es la presión a la que está sometido desde que se conoce la fecha del juicio y que en la jornada de ayer, lunes, salió a las 7 de la mañana de la cárcel y no regresó hasta las cuatro. “No estaba en condiciones psicológicas”, ha precisado.

También ha dicho que a Miguel Ángel le ha afectado mucho que hace un par de meses saquearan y quemaran su domicilio en Castrillo de los Polvazares y que, incluso, en la prisión le robaron recientemente unos documentos de su celda. Unos hechos que hacen que se encuentre “abatido y nervioso”, según el letrado.

No obstante, el acusado se ha mostrado tranquilo y relajado, por lo menos en apariencia, durante toda la sesión de este martes, y ha estado muy atento a todas las intervenciones de todas las partes. Tampoco ha mostrado nerviosismo o abatimiento en el momento en el que fue llamado a declarar por el magistrado presidente y respondió que se negaba a contestar.

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