Una investigación de la Universidad de León desarrolla un nuevo método para reposicionar antibióticos

De izquierda a derecha, Álvaro Mourenza, Michal Letek, Luis Mateos, y José Antonio Gil

El investigador de la Universidad de León (ULE) Álvaro Mourenza ha desarrollado un nuevo método para identificar antibióticos que producen estrés oxidativo. Este trabajo ha sido dirigido por los investigadores Luis Mariano Mateos, José Antonio Gil y Michal Letek, y ha dado lugar recientemente a dos publicaciones en la prestigiosa revista Antioxidants.

Durante su tesis doctoral en el Área de Microbiología del Departamento de Biología Molecular, Mourenza se ha dedicado a estudiar los mecanismos de respuesta a la presencia de radicales libres en bacterias. Para ello, ha utilizado como modelo un patógeno que causa infecciones en potros y humanos inmunosuprimidos: Rhodococcus equi.

Álvaro Mourenza analizó la importancia de una familia de proteínas llamadas micorredoxinas (enzima implicada en la reparación del daño producido por radicales libres) para la infección causada por este patógeno. “Esta bacteria se volvió altamente sensible al estrés oxidativo al obtener por ingeniería genética una cepa que carecía de estas proteínas, y esa alta sensibilidad a radicales libres de esta nueva cepa permitió identificar antibióticos que pudieran causar estrés oxidativo”, explica el investigador que además subraya cómo al combinar estos antibióticos “se generó un efecto antibacteriano sinérgico y más potente que al ser utilizados de forma independiente”. Esto es importante, porque este trabajo puede abrir la puerta a identificar terapias basadas en antibióticos que inicialmente fueron descartados para tratar infecciones frente a este patógeno, “ya que sólo se ve una clara actividad antimicrobiana si se usan estos antibióticos en combinación, además, las concentraciones mínimas necesarias para combatir al patógeno son menores si estos antibióticos se usan de forma combinada”.

El trabajo de Mourenza tiene un claro interés para combatir la crisis causada por la resistencia a antibióticos. De esta forma, se pueden identificar nuevas terapias basadas en antibióticos que actualmente ya están en el mercado pero que se utilizan con otros fines. Esta estrategia, llamada 'reposicionamiento de fármacos', permite reducir al máximo el tiempo necesario para desarrollar su uso clínico. Por otra parte, el método diseñado por este investigador y sus supervisores puede ser aplicado para identificar nuevas terapias frente a otros patógenos emparentados con R. equi, como los causantes de la tuberculosis, la lepra y la difteria.

En la actualidad, la resistencia a antibióticos está causando la reaparición de patógenos que se consideraban controlados hace unos años. Por otra parte, el descubrimiento de nuevos fármacos con actividad antimicrobiana se ha frenado por la baja rentabilidad de los antibióticos dada la rápida aparición de resistencias. Además, se estima que en 2050 el número de muertes causadas por bacterias resistentes a antibióticos se puede incrementar de las actuales 700.000 al año a 10 millones si no se hace nada para remediarlo. Por ello, es necesario desarrollar nuevas terapias antibacterianas que frenen la aparición y transmisión de patógenos resistentes.

Después de defender su tesis doctoral (calificada con un sobresaliente cum laude), Álvaro Mourenza ha aceptado una plaza postdoctoral en la University of Southern California en Los Ángeles (EEUU) para continuar con su labor investigadora, donde podrá compaginar su interés por la microbiología molecular con su pasión por el surf.

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