Pérez Garrido: “El papel del veterinario es esencial en la conservación y gestión medioambiental”
En su discurso de incorporación a la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León (AVETCYL), que se ha celebrado en la tarde de hoy en el Paraninfo Gordón Ordás del Edificio El Albéitar de la Universidad de León (ULE), José Antonio Pérez Garrido, Doctor en Veterinaria por la ULE y Máster Internacional en Gestión y Conservación de la Fauna Salvaje Euromediterránea, ha defendido que “el papel del veterinario es esencial en la conformación de los equipos multidisciplinares implicados en la gestión y conservación del medio ambiente”.
En las palabras de presentación, el académico de número Vicente Gaudioso Lacasa ha glosado la trayectoria profesional y calidad humana de Pérez Garrido y su larga vinculación con la Facultad de Veterinaria de la ULE, y ha hecho referencia a diferentes aspectos que adornan la figura de este leonés, natural de Villaobispo de la Regueras, autor de numerosas publicaciones, que en la actualidad es Coordinador Provincial de los Equipos de Saneamiento Ganadero de León, Burgos y Palencia.
En el transcurso de su intervención, titulada 'Ciencias veterinarias, fauna silvestre y medio ambiente. Un triángulo de convergencia', Pérez Garrido ha explicado que las necesidades de atención de la cabaña ganadera doméstica y de animales de compañía, así como la docencia, investigación, y las tareas a desarrollar en la administración pública, bastaban anteriormente para absorber a los licenciados que salían de las facultades.
Sin embargo en la actualidad, “el desmedido número de veterinarios que acceden anualmente al mundo laboral, hace que tengan que buscarse un futuro profesional en los más variados trabajos”, entre los que entiende que debería estar el ámbito medioambiental, en el que la veterinaria ha sido desplazada por otras profesiones, o simplemente no ha sido considerada hasta ahora.
Profesionales autorizados a aplicar anestésicos y eutanásicos en animales
En opinión del nuevo académico, “el veterinario es esencial a la hora de valorar el impacto que la ganadería puede tener sobre otras especies animales silvestres a nivel sanitario, y para evaluar el efecto sobre los hábitats a nivel de aprovechamiento de los recursos naturales, la gestión de los residuos de explotaciones ganaderas, etcétera”.
Pérez Garrido se ha referido a que las enfermedades que inciden sobre la fauna silvestre son objeto de investigaciones veterinarias, dada la posibilidad de que se transmitan a los animales domésticos y al hombre, y también al importante papel que los profesionales tienen en la gestión de especies amenazadas o en peligro de extinción, lo que ha llevado a la puesta en marcha del Plan Nacional de Vigilancia Sanitaria Silvestre, basado en el muestreo de aves y mamíferos.
Otros aspectos que justifican que se cuente con los veterinarios para cometidos relacionados con la gestión medioambiental son el hecho de que sean los únicos profesionales “autorizados por la legislación para manejar y aplicar anestésicos y eutanásicos sobre los animales”, y ha destacado la función que pueden llevar a cabo en los proyectos de introducción, reintroducción y repoblación con especies cinegéticas o piscícolas, dado que en ellos se han de abordar aspectos como genética, zootecnia, ecología o sanidad, que “solo reúne en una misma persona un veterinario con formación en especies silvestres”.
Pérez Garrido se ha referido al mantenimiento en cautividad de animales silvestres, y ha dicho que “hay que tener en cuenta que el veterinario es el único profesional capacitado para llevar a cabo la redacción, control y ejecución de Programas Zootécnicos y Sanitarios en alojamientos de animales, ya sean centros de recuperación, de cría de especies amenazadas, granjas cinegéticas, piscifactorías, etcétera, al margen de ejecutar las acciones clínicas que pudieran requerir dichos animales”.
Las palabras del nuevo académico de la AVETCYL han concluido recordando la definición de la Medicina Veterinaria como “la disciplina médica que se encuentra dedicada a la prevención, diagnóstico, tratamiento y cura de las enfermedades y afecciones que atacan a todos los animales, ya sean domésticos, salvajes o de producción”, lo que le ha permitido concluir que “es el momento de que se nos reconozca y sepamos aportar a la sociedad profesionales que asuman el papel que les corresponde en todos estos temas, contribuyendo no sólo a mejorar las condiciones de la vida animal, sino también de la salud y el bienestar de la población humana, posibilitando y acompañando el desarrollo económico al fomentar y fortalecer todo tipo de actividades agropecuarias, incluyendo velar por el medio ambiente y su sostenibilidad”.