“La microbiología industrial empezó fabricando el vino y la cerveza”

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Alba Mañanes

La Microbiología es, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE), el estudio de los microbios. Una definición muy escueta que se queda muy corta en opinión del catedrático de Microbiología José Antonio Gil, que asegura que es mucho más que eso. “Si no existieran los microorganismos no estaríamos aquí, aparecieron hacer 3.500 millones de años. Han sobrevivido a cataclismos, desaparecieron los dinosaurios, desapareció todo, pero ellos siguen aquí. Si desaparecen los microorganismos estamos perdidos”.

“Sin bacterias, no habría vida en la tierra. Piensa que tenemos más células bacterianas en nuestro cuerpo que humanas, cuando esas bacterias de nuestro organismo se descompensan un poco, aparecen un montón de enfermedades”, dice.

Esta ciencia, la Microbiología, y su aplicación industrial es la protagonista de un congreso nacional que desde este lunes se celebra en la Universidad de León y que reunirá a más de un centenar de investigadores de primer nivel y supondrá un foro excelente de discusión e intercambio de ideas entre ellos, el sector empresarial y la gran cantera de jóvenes investigadores y alumnos de distintas titulaciones de la Universidad de León.

Para José A. Gil, uno de los organizadores de esta importante cita científica, la microbiología industrial nació fabricando el vino y la cerveza. “La microbiología industrial empezó fabricando el vino y la cerveza. Si no hubiera microorganismos, no habría vino y tampoco cerveza”, asegura. Pero sus aplicaciones presentes y futuras son múltiples y fundamentales para la sociedad actual.

Así, asegura que un aspecto “muy importante” de la microbiología industrial es la búsqueda de nuevos antibióticos, o modificar los que existen actualmente ya que muchas bacterias se han hecho resistentes a ellos. “Un día puede ser que alguno de nosotros muera de una infección microbiana porque no hay antibióticos para algunas infecciones. Es catastrófico pero real. Si las empresas no invierten en investigación y en el desarrollo de nuevos fármacos la cosa puede fallar en el futuro”, indica.

Esto se explica porque los microorganismos están “en constante evolución”, según José A. Gil, que relata que “en cuanto aparece algo nuevo sobre el medio ambiente, hay un microorganismo que va y se lo carga. Si creamos un compuesto difícilmente degradable, los microorganismos son capaces de adaptarse y acabar con ello. Por ejemplo, si empiezas a usar un antibiótico empiezan a aparecer microorganismos que se lo cargan. Puede que tarden mucho en aparecer, pero lo harán, se creará una resistencia”.

De ahí la importancia de la investigación, tanto de la mano de las empresas del sector, en este caso biofarmacéutico, o de los Gobiernos y distintas administraciones.

Aunque las aplicaciones de la biotecnología en el campo farmacéutico son casi infinitas, también tiene otras en distintos sectores, desde los combustibles a los alimentos, pasando las vacunas y por el medio ambiente. En el caso de la alimentación, la microbiología de los alimentos se utiliza, por ejemplo, para hacer chorizos. “Se añaden bacterias para que el proceso sea más fácil”, dice José A. Gil. Ocurre lo mismo en el caso del queso, que está cubierto de hongos.

Pero también se aplica en el medio ambiente, usando estos microorganismos, que son seres vivos, para degradar toda la materia orgánica. Así, se utiliza en las plantas depuradoras de aguas residuales, hay bacterias que se comen, literalmente, nuestros residuos.

Otros usos de de la microbiología son la bioenergía, en este caso la creación carburantes, por ejemplo para coches, y la biotecnología agrícola, relativa a los cultivos y que puede usarse, entre infinidad de cosas, para el desarrollo de cepas que den un buen vino de calidad.

El sector en León

Este lunes arranca el VI Congreso de Microbiología Industrial y Biotecnología Microbiana (CMIBM'16) -aquí puedes consultar el programa completo- que se celebra en la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales del Campus de Vegazana hasta el 14 de septiembre. Se trata de una cita bianual del Grupo de Microbiología Industrial y Biotecnología Microbiana encuadrado dentro de la Sociedad Española de Microbiología.

Los motivos de la elección de León para celebrar este congreso son la fuerza de la Universidad de León en microbiología y también el enorme potencial de la actividad industrial del sector, con multitud de empresas que trabajan en este campo. “León es la ciudad española, junto a Madrid y Barcelona, que alberga una mayor cantidad de empresas de biotecnología, de ahí que el congreso sea de gran interés a nivel empresarial ya que hace que personal de empresas como mABcormvr, Biomar, Leon Research y Gadea entre otras, asistan a la cita para ver por dónde van las últimas investigaciones en distintos campos”, dice Gil.

Una muestra de la tradición de esta industria en León y su provincia son las empresas químicas y farmacéuticas que tienen, o han tenido, aquí sus instalaciones como Laboratorios Abelló, Antibióticos, León Pharma, así como Laboratorios Ovejero y Syva en el ámbito de la sanidad animal.

En este sentido, José A. Gil precisa que este congreso reunirá a un gran número de empresas, no solo leonesas, sino de toda España, que quieren conocer de primera mano cuáles son las investigaciones más punteras en España en este momento y supone una gran oportunidad para jóvenes investigadores y alumnos de la ULE para ponerse en contacto con investigadores de reconocido prestigio de toda España e incluso del extranjero, como es el caso de dos ponentes de Japón y Holanda.

Un sector fuerte y con gran potencial de crecimiento en la provincia de León cuyo germen se encuentra en la Universidad de León. Según José A. Gil, exceptuando Antibióticos, el resto de empresas del sector biofarmacéutico han surgido de la Universidad, ya que o bien las han formado profesores o se nutren mayoritariamente de alumnos que se han formado en la institución académica leonesa.

Tal es así, que en opinión de José A. Gil no sería “para nada descabellado” pensar que la ciudad se convirtiera en sede de la Agencia Europea del Medicamento. Tras la previsible salida del Gran Bretaña de la Unión Europea tras el referéndum que dio la victoria a los partidarios del 'brexit', desde algunos sectores han postulado a la capital leonesa como una de las posibles candidatas. No obstante, las administraciones del gobierno local y regional no se han postulado de forma oficial por lo que es muy probable que esta oportunidad pase de largo.

En opinión de José A. Gil, León cuenta con las características necesarias para albergar esta importante sede europea. “Sólo hay que ver la cantidad de compuestos químicos y medicinas que se producen en León y el número de empresas. Yo creo que si hiciéramos un ratio de empresas biotecnológicas por habitante, posiblemente León sea una de las ciudades que tenga un ratio más alto”, asegura.

Esta opción parece estar cada día más lejos de convertirse en una realidad ya que son nueve las ciudades españolas que optan a albergar esta sede europea, entre ellas Barcelona o Alcalá de Henares. León tendría que competir con ellas, pero también con otros países europeos como Francia (París), Alemania (Frankfurt), Italia (Milán), Bélgica (Bruselas), Suecia (Estocolmo), Holanda (Amsterdam), Polonia (Varsovia) y República de Irlanda (Dublín). Logre o no convertirse en la ciudad que albergue la Agencia Europea del Medicamento, León confía en seguir siendo un referente en este sector, que de la mano de empresas y Universidad tiene un gran potencial de futuro para seguir creciendo.

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