La Junta 'repesca' miradores en Picos con seis años de retraso, sólo dos de los 11 proyectos turísticos que prometió en León
En 2017, el Gobierno de la Junta de Castilla y León, entonces gobernando sólo por el Partido Popular, competió impulsar un ambicioso plan de estructuras modernas y proyectos para impulsar el turismo en espacios naturales de la Comunidad, en concreto 43 infraestructuras singulares con una inversión de 26 millones de euros. Aún se conserva la información oficial de la Junta de aquel programa fantasma.
A la provincia de León le corresponderían 11 de ellos, entre modernos miradores en Picos de Europa, trineos en Leitariegos, pasarelas flotantes, infraestructuras de ocio en el embalse de Riaño, un Parque de Aventuras en equipamientos mineros abandonados, y hasta la reconstrucción de un palacio en Burón, que lleva décadas desmontado y ya incompleto a que se cumpliera otra promesa de la Junta de los años 80 jamás ejecutada tampoco. ILEÓN ya detalló aquellos proyectos e hizo seguimiento para destacar todos los incumplimientos.
Este jueves, por sorpresa, la misma Consejería de Medio Ambiente que acumula esos más de seis años de casi total incumplimiento, anuncia ahora al menos el arranque de dos de aquellas infraestructuras, gracias a la llegada de fondos europeos del programa Next-Generation entregados al Gobierno de España.
La plataforma de contratación del Estado ya publicado la licitación para la reforma y ampliación de dos de los miradores que se ubican en el Parque Nacional de Picos de Europa, en concreto, dos miradores en el puerto de Panderruedas, el de Piedrashitas y Riega de Hoyo, respectivamente en los términos municipales de Oseja de Sajambre y Posada de Valdeón.
Zona con la máxima protección
La inversión conjunta de ambos miradores, de diseño muy moderno dentro del espacio protegido al máximo nivel en España (esa zona protegida ZEC y ZEPA, Reserva de la Biosfera y hábitat de interés comunitario), supera los 465.000 euros y tienen un plazo de ejecución de 6 meses. Teniendo en cuenta que, como relata la Junta en una nota oficial, el plazo de presentación de ofertas de las empresas interesadas finalizará el 31 de julio, es previsible que la adjudicación llegue en torno al mes de septiembre, de modo que los miradores han de estar concluidos en el primer trimestre de 2024.
Aprovechando esta nueva 'ofensiva' de los miradores, aunque sean menos de una quinta parte, ahora se defiende de manera oficial que con estos dos proyectos la Consejería que dirigía entonces el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, que continúa al frente, “busca fortalecer los valores de sostenibilidad y resiliencia, en el entorno rural y forestal, que permitan fijar población en el medio rural y poner en valor los recursos naturales de Castilla y León fomentando el desarrollo rural a través de la gestión de recursos y el turismo”, reza su nota de prensa.
Hormigón, acero y vidrio para una estructura de 1967
El puerto de Panderrueda, remarca la propia Junta, se ubica en uno de los entornos naturales “más salvajes, vírgenes y mejor conservados de toda la Cordillera”. a medio kilómetro del puerto, dirección noreste, se encuentra el Mirador de Piedrashitas, que fue construido en 1967. Desde él hay vistas excepcionales hacia el valle de Valdeón y del macizo central de los Picos de Europa. Además, a 200 metros del puerto pero hacia el suroeste se encuentra un “descansadero” para el ganado, en medio de un bosque de hayas, desde el que se puede observar el valle de Sajambre como si de un mirador natural se tratara. “El Proyecto plantea la reforma y ampliación de estos dos miradores para hacerlos más seguros, accesibles y atractivos a los turistas de naturaleza”, dicen.
En el primero, prometen respetar “las tres premisas que inspiraron el diseño original”, donde el hormigón desnudo es el protagonista principal, en la estructura formada por vigas y pilares de enorme escala enorme. “El conjunto está concebido como una escultura en medio de la naturaleza”, aseguran: “El acceso, junto al monolito de hormigón existente, se hará por una superficie uniforme apoyada delicadamente sobre el escalonado de hormigón que permitirá transitar cómodamente por el mirador. Además, se crearán dos plataformas: un voladizo frontal de 7,50 m, que suspende al visitante sobre el vacío, y un graderío lateral, que permite una contemplación detenida del valle de Valdeón”.
Se empleará mayoritariamente acero corten, bueno para soportar las inclemencias meteorológicas e “integrarse adecuadamente en la naturaleza”, aseguran, pro también será importante el vidrio, “empleado al final del voladizo principal y en parte de las barandillas”. La intervención promete “recuperar un objeto arquitectónico histórico en el valle de Valdeón mediante una combinación adecuada de materiales que supera la falsa dicotomía entre naturaleza y artificio, entre materia y forma”.
Cabe recordar que en la reformulación del plan turístico en 2020, el arreglo y modernización del mirador de Piedrashitas estaba cifrado en 159.000 euros y su ejecución en un año de trabajo.
Riega de Hoyo, desde un bosque de hayas
En cuanto al mirador que se ubica en el paraje de Riega de Hoyo, en Oseja de Sajambre, se concibe como una plataforma de nueva creación en este caso desde la que la Junta promete que “la sensación será parecida a la de elevarse por encima de las nubes y vivir los cambios de perspectiva, de luminosidad y de vista propias del cambio gradual de paisaje”, subiendo desde un bosque de hayas existente y accesible desde el aparcamiento del puerto.
La idea se concibe como un viaje a “vista de ardilla”, con la comodidad de un paseo que atraviesa el tupido verde de las hayas para abrirse a una vista panorámica completa del valle de Sajambre. El cuerpo de la pasarela busca ser parte del bosque , ocupando sólo los vacíos entre árboles y sus apoyos se mezclan con los troncos existentes. Además, se pretende construir con elementos fabricados en taller y ensamblables con medios manuales sin maquinaria pesada, con cimientos puntuales y elementos estructurales de madera, con barandillas y escaleras metálicas con “transparencia y ligereza”.
