Los municipios de Laciana y el Alto Sil impulsan acciones para evitar que el oso se cuele en los centros urbanos
Los ayuntamientos con mayor población de la especie en León -Villablino, Palacios del Sil y Páramo del Sil- están actuando y planteando medidas para mitigar los posibles conflictos con la especie, como parte de un proyecto europeo coordinado por la Fundación Oso Pardo (FOP).
El proyecto LIFE Coexistencia entre Humanos y Osos, del que son socios los nueve municipios con mayor densidad de osos de España (6 en Asturias y 3 en León), tiene como meta que no haya ni un solo oso habituado a la “comida fácil” de origen humano en la cordillera Cantábrica. “La recuperación del oso pardo es una oportunidad para el territorio, pero implica retos como la creciente aparición de ejemplares en entornos habitados” aseguran desde la FOP.
En una nota de prensa enviada a los medios de comunicación, se informa de que “este mes, los ayuntamientos leoneses socios del proyecto, la FOP y la Junta de Castilla y León –que participa como asociada– han celebrado la primera reunión de la Mesa Territorial del proyecto en León·. En ella participaron los alcaldes de Villablino, Palacios del Sil y la alcaldesa de Páramo del Sil y por parte de la Junta de Castilla y León asistió José Ángel Arranz, Director General de Patrimonio Natural y Política Forestal, acompañado por el Jefe del Servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna, David Cubero, y por el Jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente de León, Jesús Méndez, junto con el resto del equipo técnico de la Consejería. Este encuentro sirvió para evaluar los avances conseguidos a lo largo del año y definir los próximos pasos del proyecto, que finaliza en 2027.
Prevención de conflictos
“El núcleo de este proyecto LIFE, co-financiado por la Unión Europea, es una batería de acciones de prevención y mitigación de conflictos impulsadas por el propio territorio. Entre ellas se encuentra el desbroce de perímetros de seguridad en núcleos habitados y los caminos más transitados, una acción que además de prevenir encuentros fortuitos con los plantígrados, contribuye a la prevención de incendios; la plantación de 50.000 árboles frutales lejos de las casas, complementando la comida que ya ofrece el monte a los osos; o la protección de bienes humanos como colmenares o depósitos de pienso que puedan atraer a los plantígrados”, continúa el comunicado.
Las acciones del proyecto en León complementan y refuerzan la labor que viene realizando la Junta de Castilla y León para asegurar la coexistencia con la especie, como el plan de captura y radiomarcaje de oso pardo que se desarrolla desde 2021, las líneas de ayudas a la prevención y compensación de daños y la aplicación de medidas del protocolo de intervención para evitar la habituación de osos con equipos especializados. En el marco del proyecto LIFE, la Junta está desarrollando una prueba piloto de cubrecontenedores de basura “anti-osos”, ya que esta es una de las principales fuentes de atracción a los entornos humanizados.
Sobre el LIFE Coexistencia entre Humanos y Osos
Aunque el oso pardo cantábrico sigue en peligro, la especie se está alejando de la extinción, con alrededor de 370 ejemplares según datos del último censo en 2020. Esta recuperación, unida a la capacidad de adaptación de los osos y a los cambios producidos en el medio rural en las últimas décadas, está asociado a un aumento de las interacciones con los humanos.
El proyecto LIFE Coexistencia entre Humanos y Osos busca adelantarse y mitigar posibles conflictos con la especie, con tres líneas de trabajo principales: prevención, gestión de interacciones, y campañas de información, sensibilización y educación ambiental en el territorio.
Coordinado por la Fundación Oso Pardo, son socios del proyecto los neuve ayuntamientos con mayor densidad de osos en España (Somiedo, Belmonte de Miranda, Proaza, Cangas del Narcea, Degaña e Ibias, en Asturias, y Villablino, Páramo del Sil y Palacios del Sil en León).
La Junta de Castilla y León y el Gobierno del Principado de Asturias dan respaldo al mismo como asociados, y la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León y la Fundación Oso de Asturias participan como colaboradores.
El proyecto, de cuatro años y medio de duración, cuenta con un presupuesto total de 4.200.000 euros, con el 75% de los fondos aportados por el programa LIFE de la Unión Europea.