La Junta también echa abajo una minicentral hidráulica en el Bierzo Alto por su impacto ambiental

Agua.

Redacción EL BIERZO / Agencia EFE

6 de agosto de 2025 10:46 h

Primero tumbó una minicentral hidráulica en Cabrera, el 'Salto de Losadilla' en el municipio de Encinedo. Y, al día siguiente, la Junta puso asimismo el dedo para abajo al tramitar la declaración de impacto ambiental de otra instalación de este tipo en el Bierzo Alto promovida también por el ingeniero leonés Ángel Jesús Luis Piensos, según publica en su edición de este miércoles el Bocyl (Boletín Oficial de Castilla y León). Se trata, en este último caso, del 'Salto La Solana' en el río Tremor, ubicado en los términos municipales de Igüeña y Torre del Bierzo.

La instalación consistía en una toma y derivación del río Tremor mediante un azud de un metro de altura desde el lecho con el objetivo de lograr un salto bruto máximo de 43 metros y un salto neto máximo de 35,76 metros para producir 4,82 gigavatios-hora al año con una potencia de 1.620 kilovatios. La administración autonómica planteó ya de partida varias alternativas. El promotor aceptó la que imponía el uso de piedra en lugar de hormigón para conseguir una mayor integración en el entorno.

Como medidas compensatorias, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta llegó a proponer la ejecución de dos EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) en las localidades de Tremor de Abajo y Almagarinos, así como la restauración de una escombrera abandonada cercana al río Tremor y la demolición de un antiguo puente sin uso qeu permitía el cruce de la carretera LE-460 sobre el cauce.

Durante el período de exposición pública, presentaron cuatro alegaciones al proyecto los colectivos Plataforma Bierzo Aire Limpio, Asociación de Estudios Ornitológicos del Bierzo Tyto Alba, Asociación Alta Valduerna y Ecologistas en Acción en León. Sus reclamaciones se centraron en aspectos como la incompatibilidad del proyecto con el desarrollo sostenible y el progreso de la zona o el incumplimiento del ordenamiento jurídico vigente al alertar sobre posibles afecciones de las obras al territorio SIPAM (Sistemas de Importancia del Patrimonio Agrario Mundial) y al patrimonio etnográfico, así como al de las juntas vecinales, bienes comunales y sus pueblos.

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil emitió un informe en el que advierte de que el proyecto causará a largo plazo una modificación hidromorfológica en la masa de agua superficial hasta poder afectar sensiblemente a los cauces de la zona. También se indica que el río Tremor está catalogado como zona protegida, en concreto como tramo de protección o mejora para ser apto para la vida de los peces, según el Plan Hidrológico de la cuenca.

Aunque la instalación no se ubica dentro de espacios incluidos en la Red Natura 2000, los informes alertan de que el funcionamiento de la central alteraría el hábitat de especies sensibles como el desmán ibérico, la rana patilarga o la bermejuela, al modificar el régimen hidrológico del cauce.

También se advierte de un impacto significativo sobre los bosques de ribera —formaciones de alisedas, saucedas o rebollares— cuya alteración contravendría los principios de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, al fomentar la fragmentación de hábitats y la pérdida de conectividad ecológica.

La Junta considera además que el proyecto comprometería el equilibrio de los ecosistemas fluviales, al interferir en el transporte natural de sedimentos y dificultar el tránsito de fauna acuática.

Otro de los puntos recogidos en la evaluación se refiere a la posible afectación de especies de flora vulnerables, como el Senecio doria, presente en áreas húmedas del entorno del río Tremor.

Más allá del impacto ambiental, el informe cuestiona la justificación técnica y económica de la minicentral, al considerar que existen fuentes renovables más sostenibles y eficientes, y recuerda que este tipo de proyectos debe alinearse con los objetivos de transición ecológica sin comprometer los valores naturales.

Como “ambientalmente inviable” describe finalmente el informe emitido por la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta. Medio Ambiente termina informando “desfavorablemente” la ejecución del salto de agua alegando motivos como que “no se puede garantizar que no haya afecciones indirectas aguas arriba de la zona de implantación del proyecto sobre la fauna acuática existente” o que resulta “incompatible con la utilidad pública de los montes afectados” al suponer “la eliminación del arbolado próximo a la zona de ribera”. Y sentencia que el “criterio” de la administración autonómica coincide con la del Estado “en el sentido de no agravar la pérdida del efecto vertebrador de los corredores fluviales dentro del territorio, intentando disminuir la fragmentación de los hábitats de alto valor ecológico y la desconexión de los sistemas fluviales con los hábitats y ecosistemas terrestres, con la instalación de nuevos obstáculos que incrementan dicho efecto barrera”.

Etiquetas
stats