El campo reclama en Zamora medidas urgentes contra la “invasión de los paneles fotovoltaicos”
Cerca de doscientas personas, con una veintena de tractores, reclamaron hoy en Tábara (Zamora) medidas urgentes a las administraciones públicas para luchar contra “doble invasión de la fauna salvaje y de los paneles fotovoltaicos”, en respuesta a la convocatoria formulada por la Alianza UPA-COAG, Asaja y la Asociación ‘Defensa de la Tierra de Tábara’.
El coordinador de COAG en Castilla y León y presidente de COAG Zamora, Lorenzo Rivera, recalcó que se trata de una “medida de protesta” porque, además de los graves incendios del pasado verano conllevaron daños materiales, “muchos de los cuales no han sido compensados”, medioambientales y, “lo peor de todo”, las cuatro víctimas mortales, hay “efectos colaterales”, en alusión a la invasión de la fauna silvestre a las zonas limítrofes a los perímetros de los territorios quemados.
“La Ley de Medio Ambiente exime de la responsabilidad patrimonial los daños de la fauna silvestre en los cultivos. Es una respuesta fácil pero, si la sociedad quiere mantener la fauna salvaje, hay que hacer control poblaciones y, si hace daño a los cultivos, la sociedad tendrá que compensar los daños a los agricultores”, sentenció. “La invasión por parte de la fauna no está siendo reconocida ni por la Consejería de Medio Ambiente ni por el Ministerio. Si quieren fauna, tendrán que alimentarla las administraciones con el dinero de todos”, añadió.
Por otra parte, Lorenzo Rivera consideró que “hay otra invasión, que es la de los paneles solares”, que están “arrasando” tierras de cultivo. “No tienen en cuenta si son de secano o de regadío. Estamos en contra de cómo se están instalado, con fondos de inversión que solo buscan dinero fácil y rápido y que expulsan a agricultores de parcelas con expropiaciones con las que no estamos de acuerdo”, señaló. “Hay que respetar a quienes no quieren hacerlo”, agregó.
El secretario general de UPA Castilla y León y UPA Zamora, Aurelio González, consideró que la comarca de Tábara está “abandonada” por las administraciones. “Se está promoviendo que se marche la gente porque la fauna salvaje expulsa a la gente del campo. Si no se controla, nos echa del campo. Hay rebaños de ciervos que se comen los cultivos, en algunas parcelas, al 95 por ciento. Así no se puede seguir trabajando y la gente se tiene que ir”, advirtió.
“Así, queda el campo abonado para la idea de algunos políticos y empresas, que es ponerlo todo de placas y cambiar el paisaje. Las organizaciones agrarias conseguimos, con un debate muy intenso en el CES, darle la vuelta a la prioridad, con votos en contra de la CEOE, y que no se puedan poner en regadíos porque tienen la función social de producir alimentos. Ahora, exigimos que, en secano, quien quiera ponerlas, que las ponga pero que no se le pueda expropiar al vecino. Las energías alternativas son necesarias pero no de esta manera”, apuntó.
En este contexto, consideró que la Junta de Castilla y León pronuncia “buenas palabras” y valoró “haber conseguido que se empiecen a pagar los daños del lobo al norte del Duero” porque, “al sur, hubo que conseguirlo con sentencias en los juzgados”.
Daños por buitres y jabalíes
Aurelio González afirmó que el “siguiente paso” es lograr que se paguen los daños por ataques de buitres a vacas que están pariendo o a corderos recién nacidos. “Los buitres han cambiado su sistema de alimentarse y ya atacan a animales vivos”, subrayó. “Además, hay una auténtica plaga de jabalíes. No puede ser que, cuando se planta el maíz, agricultores de toda la comarca pasen las noches espantando jabalíes para sacar adelante un cultivo. Eso no es vida. Hay que controlar la población de jabalíes. Se ha hecho en otros países ante la amenaza de la peste porcina africana. En Alemania, se mandó a las fuerzas de seguridad del Estado a matar jabalíes en la frontera con Bélgica”, recalcó.
“Los ciervos pueden ser un trofeo para los cazadores pero las ciervas, no y son las que paren, igual que los corzos”, anotó, además de referirse al problema de los accidentes de tráfico provocados por la fauna silvestre. “En Castilla y León hay 27 diarios y los sufrimos quienes vivimos en los pueblos y quienes vienen a dar servicio a los pueblos, no los políticos, que van por las autovías”, dijo.
Por su parte, el presidente de Asaja, Antonio Medina, recordó que Tábara es el “punto central” de unos daños que “afectan a toda” la Comunidad autónoma. “Conejos, jabalíes, corzos, buitres… Esto no puede continuar. En otros países, los controlan desde helicópteros, abatiendo jabalíes y corzos, o colocando vallas de protección. No puede ser que el agricultor el ganadero sufran las consecuencias. Los animales salvajes son de todos y, o les meten en una cerca o pagan todos los daños”, exhortó.
“A lo mejor, hay que poner un impuesto a la sociedad, si quiere tener animales. Es muy bonito venir a Tábara a pasear y a ver ciervos. Me fastidia que las administraciones no hayan tomado medidas antes. Se les está yendo de las manos”, rubricó.
Antonio Medina recalcó que hay manadas de 160 ciervos y advirtió de que, en primavera, empiezan a criar. “Eso es duplicar la población y no va a tener solución. Al final, vemos que en las zonas rurales no se toman medidas. Se les llena la boca a los políticos al hablar de despoblación, gastan en charlas y en conciertos en vez de tomar medidas. Si vienen aquí y ven los daños, esto se podría atajar”, comentó.
Por lo que se refiere a la instalación de grandes superficies de paneles fotovoltaicos, el responsable de Asaja consideró que “se ha dado un margen porque hacen falta energías alternativas pero esto había que haberlo regulado antes”.
En este contexto, afirmó que “hay muchos empresarios que no cumplen” y apostilló: “Son empresas privadas y, para colmo, fondos de inversión de fuera de España, al 95 por ciento. Siempre lo elevan todo a público y tratan de echar al resto de la gente. Esto es anticonstitucional. Se nos está echando de las zonas rurales, especialmente, en Tábara”, insistió.
Por último, el presidente de la Asociación en Defensa de la Tierra de Tábara, José Manuel Ballesteros, incidió en que los agricultores y los ganaderos “quieren” vivir en sus pueblos. “Basta ya. Queremos vivir en nuestros pueblos de lo que tenemos. Estamos pagando un peaje muy alto por mantener todos los animales. Pedimos un control poblacional exhaustivo. Estamos avisando de que la Administración tiene que tomar cartas en el asunto y hacer descastes porque esto es una auténtica salvajada”, concluyó.