Transición a corazón abierto: El retrato de una España que renació, vista a través de carteles y merchandising
Una de las épocas más efervescentes, delicadas, peligrosas y apasionantes de nuestra historia reciente, la Transición entre una dictadura franquista que moría y una democracia que buscaba germinar en España, puede rememorarse o incluso descubrirse en el Albéitar de la Universidad de León hasta el 28 de octubre. Será fácil porque es una exposición cien por cien gráfica, sin letra pequeña, totalmente a la vista del visitante.
Abrió sus puertas a finales de septiembre esta muestra que bajo el título de 'Tiempo de incertidumbre' recoge una pequeña pero sorprendente parte del material ingente que atesora desde que contaba con 13 años el gallego, aunque nacido “circunstancialmente” en León, Miguel Gutiérrez.
Las paredes acogen cientos de carteles que gritan, con el espíritu de aquel tiempo de cambios profundos, mensajes que hoy son historia pero corren el riesgo de perderse. Pero no sólo de cartelería se nutre la muestra, explica su organizador, también de todo tipo de merchandising que le gusta coleccionar desde hace décadas, de pegatinas a mecheros, de abanicos a calendarios, folletos y octavillas... Todo era un soporte especial para transmitir los mensajes políticos y sociales de aquellos tiempos.
Aunque su colección abarca hasta el día de hoy “más de 60.000 objetos de toda España” y hasta nuestros días, la elegida para la muestra en León se ciñe a poco más de tres años donde todo cambió en España, de 1966 tras la muerte de Franco y la desintegración del régimen dictatorial a las primeras elecciones de 1979. Tiempo corto, sí, pero “lo que pasaba antes en un mes ahora pasa en años”, resume Gutiérrez.
No todo lo que estuvo en las paredes está en Google
Para él, su interés radica a partes iguales en que no se pierdan los poderosos mensajes de entonces tanto como que se valore como se merece la parte gráfica, que le apasiona. Tanto que, aunque “yo no gano nada más que la satisfacción”, pretende al menos refrescar la memoria a quienes vivieron aquellos tiempos y también “que lleguen esos mensajes y su valor a las nuevas generaciones”. Por eso, aprovecha para indican que en su afán por seguir atesorando historia gráfica de España “recibo cualquier donación interesante con los brazos abiertos”. Basta contactar a través del correo mianguca@gmail.com.
Porque por un lado, el coleccionista advierte que “es curioso pero lo digital, aunque abrumador, todavía no ha matado al papel”, un formato en el que se siguen convocando protestas laborales en tal empresa o unas votaciones. Y por otro niega la idea de que todo esté ya en Internet o en Google: “Falso, no es verdad, hay muchas cosas que nadie puede localizar con detalle, como unos despidos concretos”, y en eso radica también el gran valor de su memoria física.
Seis bloques a cual más apasionante
La exposición montada especialmente para León está dividida en seis partes. La primera, anterior a la muerte de Franco, con los movimientos sociales previos; luego la dedicada a la Ley de Reforma Política; el bloque que se centra en las propuestas sobre la forma de gobierno; le sigue el material de las primeras elecciones a Cortes Constituyentes; después el referéndum constitucional; y para finalizar las, elecciones municipales de abril de 1979, la primera votación democrática tras la dictadura, un hito.
La exposición es visitable gratuitamente de lunes a viernes en horarios de 12.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 20.00 horas.
El impulso de esta muestra emana no sólo del valor único de todo el material expuesto sino de sus comisarios, Emilio Grandio Seoane y Miguel Gutiérrez Carpintero, y de la Fundación Jesús Pereda de CCOO, así como de la Universidad de León, en su área Actividades Culturales y en sus estudios como los de Historia Contemporánea.
Un impulso común para traer a León un resumen de la Transición a corazón abierto, una “enciclopedia gráfica” que es la muestra que resume de unos vistazos “tiempos de esperanza y de lucha” que, aunque pasados, “por desgracia siguen estando muy presentes todavía hoy en muchos de sus mensajes”. Eso piensa Miguel Gutiérrez mientras mantiene una afición que le nació en la infancia y nunca perderá.