Etiopía, tras las huellas de Pedro Páez y la reina de Saba. Una nueva serie en iLeon.com

Intro Serie Etiopía

Etiopía es un país espectacular que, por desgracia, sigue siendo uno de los grandes desconocidos de África. Es, también, objeto de injustos estereotipos que hacen que muchos occidentales, al hablar de Etiopía, inmediatamente la asocien con una pobreza y hambruna crónicas, sin tener en cuenta que en ella se ha desarrollado una de las civilizaciones más importantes y antiguas de la humanidad (nada menos que 2.700 años). Aunque es verdad que la pobreza afecta a la gran mayoría de la población y las hambrunas asolan con frecuencia la zona oriental del país, Etiopía, la antigua Abisinia, es una tierra que se viste de un exuberante verde durante la estación lluviosa, donde se alzan las espectaculares estelas de Aksum, los majestuosos castillos de Gondar o las increíbles iglesias de Lalibela.

Único caso entre los países africanos, Etiopía nunca ha sido colonizada, manteniendo su independencia durante toda la repartición de África, excepto por un periodo de cinco años (1936-1941), cuando estuvo bajo ocupación de la italia de Mussolini. Es la segunda nación más antigua del mundo en adoptar el cristianismo como religión oficial después de Armenia; pero, sin embargo, fue el primer reino en adoptar el cristianismo, siendo una monarquía de origen israelita.

Pedro Páez

Pedro Páez Jaramillo (Olmeda de las Fuentes (por entonces Olmeda de las Cebollas), Madrid, 1564 – Gorgora, Etiopía, 25 de mayo de 1622) fue un jesuita y misionero español del siglo XVII, recordado por haber sido el primer europeo que llegó a las fuentes del Nilo Azul en 1618, 152 años antes que el escocés James Bruce -a quien durante estos tres últimos siglos se atribuía tal mérito-.

Páez estudió en el colegio de los jesuitas en Belmonte (Cuenca), en el que conoció a un profesor y se hizo su amigo el teólogo navarro Tomás de Ituren, y en la Universidad de Alcalá. Posteriormente cursó estudios en la Universidad de Coímbra y hacia 1585 partió camino de Goa (La India), donde los portugueses poseían una Misión.

Desde Goa partió hacia Etiopía, acompañado del padre Antonio de Montserrat, pero en el camino ambos fueron capturados por los árabes y vendidos como esclavos a los turcos, permaneciendo cautivos siete años durante los cuales fueron galeotes de la armada turca y recorrieron cargados de cadenas el desierto de Hadramaut y parte del desierto de Rub al-Jali en la península arábiga.

El rey Felipe II tuvo noticia de este cautiverio y ordenó que fueran rescatados. Volvieron a Goa, aunque Antonio de Montserrat murió al poco de regresar. Páez jamás se rendiría y decidió volver a Etiopía.

En contacto con el emperador etíope Za Dengel, su conocimiento del amárico y el ge'ez le sirvió para convertir a Za Dengel al catolicismo y que éste decidiera abandonar la Iglesia ortodoxa etíope. Tras la muerte de Za Dengel, consigue la confianza de su sucesor Susinios Segued III, que fue coronado emperador en 1607. Susinios dio a Páez concesiones de tierras en la península de Gongor al norte del lago Tana, donde creó un nuevo enclave construyendo una iglesia de piedra. Finalmente Paéz, poco antes de morir, también convirtió al catolicismo a Susinios.

Y, de esta manera, en uno de sus viajes con Susinios, fue el primer europeo que llegó a las fuentes del Nilo Azul.

Nuestro Viaje

A partir del próximo domingo recorreremos este hermoso y desconocido país guiados por Ewa y Mario, que nos mostrarán en primera persona la grandeza de los lugares visitados por Pedro Páez y que sueles ver sólo en documentales.

¡Todos a bordo!

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