La Plataforma contra la Violencia Machista de León convoca otro ‘Lunes sin sol’ en Botines
Patrullas ciudadanas organizadas por Whatsapp vigilan los chalés más atracados de León

Contra los robos en viviendas de toda la vida, seguridad vecinal y casera. Pero del siglo veintiuno. Eso es lo que se está viviendo en algunas urbanizaciones y chalés de determinadas localidades del entorno inmediato de León capital a raíz de una intensa oleada de robos y atracos a manos de presuntas bandas organizadas, que generan una reacción popular ayudada de las nuevas tecnologías.
Y no nos referimos sólo a las alarmas, aunque las empresas que comercializan su servicio están haciendo su agosto. Son, para visualizarlo con un símil, como aquellos grupos de vecinos que antorcha en mano perseguían a Frankenstein, pero hoy con ayuda de grupos de Whatsapp. Grupos que suplen lo que consideran cierta indefensión por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, especialmente la Guardia Civil que tiene la jurisdicción en estos pueblos, y que no son capaces de ponen freno tajante al menudeo sistemático de robos en sus viviendas.

Una de las muchas urbanizaciones afectadas por la oleada de robos en viviendas.
Ocurre en varias zonas residenciales del alfoz leonés, como por ejemplo Villarrodrigo de las Regueras (municipio de Villaquilambre), o los pueblos de Lorenzana y Cuadros (de este último municipio), donde realmente las estadísticas oficiales confirman una elevada incidencia de este tipo de robos.
Robos que no han dejado incluso de afectar incluso a altos responsables, 'ilustres' discretos vecinos de estas zonas, y que muchas veces se han convertido en noticia –por ejemplo, en la noche del partido en que el Real Madrid se enfrentó en León con la Cultural y Deportiva Leonesa- y otras muchas veces no salen en los medios de comunicación. Pero hartan.
Queremos transmitir el mensaje a estos tipos de que no nos resignamos, ya está bien, dice una vecina
“Se trata de trasladar el mensaje a estos tipos de que no nos dejamos comer la merienda, ya está bien, no nos resignamos; por eso nos organizamos para aprovechar a vigilar cuando paseamos a los perros, controlamos las matrículas de coches no habituales, digamos que hacemos batidas para controlar gente sospechosa... vamos, lo que nos repiten en la Guardia Civil que hagamos”, explica la vecina de una conocida urbanización de Villarrodrigo. Porque “es que hablamos de decenas de chalés robados y nos dicen que nada, que no hay manera de controlar esto”.
Detenidos: bandas itinerantes, entre 22 y 26 años
Aunque ciertamente, hay ocasiones en las que surgen buenos resultados. Esta misma semana se puso fin a una investigación que acabó con la detención de seis personas en Salamanca, de una especie de sede de la 'central' ubicada en Madrid, que habían actuado en viviendas de León y de media España. Se sabe porque se les incautaron objetos reconocidos por víctimas leonesas.
A los jóvenes de edades tan reducidas como de entre 22 a 26 años, se les achacan presuntos delitos de robo con fuerza en el interior de viviendas habitadas, falsificación de documento público y pertenencia a organización criminal.
Los robos en trasteros y los robos de joyas, bien distintos

Fuentes consultadas en el Instituto armado por iLeon.com consideran que el esfuerzo por poner freno a estos robos en viviendas es el “adecuado” y el resultado, el “posible” con los medios disponibles y teniendo en cuenta que “se trata de bandas muy organizadas que realizan un control exhaustivo y directo” de cada chalé en el que han puesto el ojo.
Distinguen las autoridades entre los casos de robos en trasteros, más de ciertas épocas para acabar 'nutriendo' rastros y mercadillos; y los “más peligrosos” robos en busca de joyas, que en algunos –aunque pocos- casos puede ocurrir que por un error de cálculo pille a la familia dentro de la vivienda. “Aquí ha ocurrido un par de veces, que los padres acostaban a los niños y oyeron ruidos... pero por suerte siempre huyen”, relata la vecina.
Casos con la familia dentro de la vivienda
Los robos en trasteros no son exclusivos del alfoz de León: en la capital se han multiplicado
Los primeros casos, los de los trasteros, no son exclusivos de las urbanizaciones o chalés. Existe una oleada muy clara también en León capital, en ciertos barrios, en los que los ladrones “saben muy bien qué coger y que no, a veces sorprende que desechan una bicicleta de más de 1.000 euros, por ejemplo”, explican fuentes de la Policía Nacional leonesa. Con el problema añadido de que entre el robo y que el propietario se dé cuenta pueden pasar incluso meses.
Los otros robos, los de más alto nivel y mayor peligrosidad, se benefician de las mejoradas comunicaciones por carretera de la provincia, de modo que los ladrones “suelen ser de fuera, provincias limítrofes o así, que dan el palo y regresan”. Los crecientes controles de carreteras van haciendo algo de mella, pero no resulta fácil. “Porque un control rutinario de carretera no desmantela un coche y hay muchos lugares donde las joyas se pueden esconder sin levantar sospechas”, admiten.
En lo que salen a comprar tabaco
Son esos los casos que más quitan el sueño en las urbanizaciones leonesas. Ha ocurrido que el saqueo se ha producido en el relativamente breve tiempo de salir al pueblo a comprar tabaco. En estos casos, alguien estaba vigilando minuto a minuto. Por eso, a veces en los grupos de Whatsapp, como de boca en boca, se corre el riesgo de que se de dábulo a cualquier información, aunque creérsela pueda ser hasta peligroso. Por ejemplo, las fichas policiales que circulan de móvil en móvil con los supuestos atracadores a rostro descubierto, con todos sus datos personales, hasta direcciones.
Instrucciones de desconfiar de todo y de todos
Fuentes de la Guardia Civil admiten que el hecho de que circulen fotos de sospechosos puede ser peligroso
Nadie sabe de dónde salen estas fotografías. Guardia Civil y Policía Nacional niegan ser el origen pero no parecen manipuladas. El problema es que “con los nervios que hay, que no sabes a qué atenerte, con la Guardia Civil diciéndote que sospeches de todos, del que vende balletas u ofrece seguros”, cualquier día podría surgir un conflicto basado en algún equívoco. Cosas como esas fotos “pueden llegar a ser peligrosas”, admiten desde la Benemérita.
Lo cierto es que con este tenso panorama han ocurrido dos cosas bein curiosas: la primera, que vecinos de urbanizaciones que vivían de puertas adentro sin apenas relacionarse ahora formen parte de un grupo antes inesperado, gracias a la 'defensa' común contra los ladrones; y la segunda, que aquellos que buscaban intimidad en los chalés admitan ya que así es imposible. “Cosas como tener una cena con amigos, al entrar ya alguien les hace fotos al coche y a ellos; y a los 10 minutos ya las veo en el grupo de Whatsapp... Toca explicárselo a todos, esto es así”, admite resignada una afectada.
Atención a las mejores recomendaciones
Al final, lo responsable es tener la información correcta. Y la más correcta es siempre que ante cualquier serio indicio hay que contactar con la Guardia Civil (número de teléfono 062) o bien a través del teléfono de emergencias 112, evitando en todo momento el contacto con cualquier persona sospechosa para evitar males mayores. El resto de recomendaciones las dejamos en este enlace a la Guardia Civil, porque cualquier detalle como no contar en nuestras redes sociales si nos vamos de viaje, ha de ser tenido en cuenta.