Lucillo de Somoza lleva dos años esperando por arreglos de Telefónica en el mantenimiento del cableado
La inestabilidad del tendido que amenaza la seguridad de las personas y los coches comenzó a ser preocupante hace dos años cuando un poste se cayó y derribó parte del muro de piedra en una finca de Ángel Luis Cañedo. Telefónica colocó un poste provisional ya que el cable sobre la carretera afectaba al tráfico. Desde entonces, en Lucillo no han vuelto a tener noticias de la compañía para que sustituya el poste provisional que se está volviendo a caer como consecuencia de la fuerza que ejerce el cable enganchado a otro poste que se rompió semanas antes de que la pandemia de coronavirus encerrara a la población en sus casas en marzo de 2020.
El alcalde de Lucillo, Pedro de Cabo, y el vecino de la localidad Ángel Luis Cañedo están padeciendo la impotencia ante una empresa que se parapeta en una telaraña de un sistema de atención telefónica que les deriva constantemente a un departamento de incidencias que no tiene ningún control de las llamadas recibidas denunciando la situación. “He llamado más de 20 veces y ya me cansé”, asegura Cañedo, que tampoco ha obtenido respuesta al requerimiento realizado por su abogado el 19 de marzo de 2021 para que Telefónica reconstruya el muro de piedra de su propiedad. “Así tiene superávit..., con el pésimo servicio que da”, se queja el vecino afectado.
El mismo hartazgo transmite el alcalde cansado ante la imposibilidad de hablar con el responsable del mantenimiento de la línea de cableado en Lucillo. “Lo de Telefónica es de una dejadez increíble y cuando llamas te pasan de un teléfono a otro sin que nadie resuelva el problema. Ya les he dicho la mala imagen que dan el poste roto y el otro a punto de caer”, afirma el regidor preocupado porque cualquier día pase un camión y se lleve por delante el cable.
En Lucillo saben del pésimo servicio de Movistar. En la Navidad de 2019 estuvieron más de una semana sin conexión de telefonía móvil ni Internet, en aquel momento los vecinos hartos de la situación denunciaron en todos los medios que tuvieron a su alcance la situación, en redes sociales una vecina denunciaba que “esto sería impensable que sucediera en una gran ciudad, pero en los pequeños pueblos donde vivimos gente que tiene que trabajar, en muchos casos necesita estos medios de comunicación para poder hacerlo, y donde pagamos estos servicios tan deficientes a precio de oro, parece que a nadie le importe. Ya sabemos que a estas empresas no les salimos rentables”.
Dos meses después, le tocó al municipio de Santa Colomba de Somoza sufrir el goteo del precario servicio de Telefónica en Maragatería. El alcalde de Santa Colomba, José Miguel Nieto, se vio enredado en la telaraña de ineficacia de Telefónica mostrando su “desesperación” ante la falta de explicaciones por parte de la empresa que estuvo sin servicio, también, más de una semana.
