La Junta da por extinguidos todos los siete incendios de esta semana en la provincia de León

Los bomberos forestales en parte del frente del incendio que afectó esta semana a la zona osera de Anllarinos. / Foto @AT_Brif

4 de julio: cero incendios forestales en León. Ese es el positivo resumen que la la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León realiza este sábado respecto al panorama de los siniestros en los montes, después de contabilizar hasta siete incendios que a última hora de ayer viernes se dieron extinguidos en su totalidad, incluidos los más graves de Anllarinos del Sil, Faro y San Vicente (Arganza).

Sólo este último ha sido medido ya de manera oficial, determinándose que llegó a quemar algo más de 12 hectáreas de monte tras originarse el pasado jueves por la tarde y movilizar a numerosos medios aéreos y terrestres. La bajada de temperaturas de las últimas horas ayudaron al esfuerzo del personal de extinción realizados ya desde la tarde del pasado 30 de junio. El resto de los siniestros más relevantes mencionados aún están “en perimetración” por los técnicos de la Junta.

Ante esta situación, todos los medios aéros, tanto de la Junta como del Gobierno central, permanecen este sábado en tierra ante la expectativa de cómo evolucione una jornada de sábado en la que se avanzan elevadas temperaturas.

El resto de incendios forestales que han quedado apagados por el momento, según la administración autonómica, fueron el iniciado a las dos de la tarde de ayer viernes en Peredilla (La Pola de Gordón); otro más serio a las cuatro de la tarde en el pueblo de Montejos del Camino (Valverde de La Virgen), que acabó quemando una hectárea de bosque de roble y otra media de matorral; uno más en Noceda de Cabrera (Castrillo de Cabrera) que también alcanzó una amplia superficie de más de 13 hectáreas de matorral y poco arbolado, brezo y pastizal.

Finalmente, en la localidad de Puente de Órbigo (Hospital de Órbigo) hubo otro susto en torno a las nueve y media de la noche de ayer viernes que se quedó en un conato quemando apenas 0.01 hectáreas de matorral y vegetación de ribera.

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