La educación, arma contra la violencia machista
El alumnado de 4º de ESO y FP de 25 Institutos de Secundaria y Formación Profesional de León y su provincia ha participado en el “Programa de prevención de agresiones sexuales y malos tratos en adolescentes” durante el curso 2011/2012, que Adavas - Asociación de Ayuda a Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia doméstica lleva quince años impartiendo.
Como cada año los y las jóvenes participan activamente en un programa que les informa acerca de las claves que deben conocer para anticiparse a situaciones de riesgo, tanto en lo que se refiere a las agresiones sexuales como al maltrato. “Se trata- afirma Ana Vicente, responsable del Programa- de prevenir actitudes de ejercicio de poder o prejuicios sexistas que podrían desembocar en una agresión” al tiempo que “se proporcionan formas de relacionarse respetuosas con la dignidad y la libertad de las personas”. El programa pone en cuestión creencias perpetuadas en el imaginario colectivo que son discriminatorias e inaceptables, configura estrategias para cambiar las actitudes sexistas de nuestras y nuestros jóvenes, de modo que se garantice la integridad física y psíquica a la que las mujeres y hombres tienen derecho.
Poner en tela de juicio un sistema de creencias, contraponiéndolos a lo que realmente ocurre, supone debatir cuestiones tan cotidianas para chicos y chicas cómo si los celos son una demostración de amor o una estrategia de control y poder sobre la pareja “¿Dónde estás ahora?”, “¿Con quién hablas?”,“¡Dedicas más tiempo a charlar con tus amigas que a mí!”. Está muy extendido el control de las parejas a través del móvil: de quien ha recibido llamadas, leyendo los mensajes, llamando constantemente para saber dónde están y con quien... También a través de las redes sociales como Facebook y Tuenti, a la persona celosa le resulta sencillo controlar las amistades y las conversaciones de su pareja con otras personas. «En este tiempo de experiencia hemos visto que en el maltrato subyacen comportamientos de control, dependencia, aislamiento, celos, desvalorización y chantaje» continua Ana Vicente “y es por ello que es necesario que las personas jóvenes sepan advertir aquellas situaciones que son inaceptables en una relación sana, y también como esos signos pueden estar indicando comportamientos que son o pueden llegar a ser agresivos”
El programa promueve la participación de los y las adolescentes, utilizando técnicas activas de simulación de casos, con el fin de facilitar que, la experiencia de aprendizaje grupal se integre en el vivir cotidiano. Siguiendo estas técnicas se expone qué pueden hacer para prevenir o evitar una situación de malos tratos, o de violencia sexual, y cómo deben actuar en el caso de sufrir una de estas agresiones.
El recurso a la reacción social como motor de cambio es imprescindible para luchar contra la violencia machista. Tradicionalmente, la reacción social ante las agresiones sexuales y el maltrato ha justificado la agresión y culpabilizado a la víctima, transmitiendo falsas creencias como que “la violación se produce al perder el hombre su autocontrol por la provocación de la mujer” o la fuertemente enraizada de que “cuando las chicas dicen no, en realidad quieren decir sí” o “las mujeres si lo aguantan es porque quieren”. Estos mitos son cuestionados durante el curso, ejemplificando con casos reales de la amplia experiencia asistencial de Adavas lo que realmente sucede. Con ello se busca la implicación del alumnado en el rechazo a la violencia machista, y la pervivencia de valores éticos de igualdad y de solidaridad entre todos los seres humanos.