Los cuatro centros sociales de la Diputación, que debería asumir la Junta, costaron 15 millones el año pasado
Un total de 335 empleados públicos aglutinan la plantilla de los cuatro centros sociales dependientes de la Diputación de León, que atienden a un total de 409 usuarios, entre ancianos y discapacitados de diversos tipos. Una red que tuvo un presupuesto total el pasado año de 15 millones de euros y unos ingresos de apenas 3,3, provenientes del cobro de las tasas, los ingresos de los talleres ocupacionales que desarrollan los usuarios de algunos de ellos y el acuerdo marco que mantiene la institución con la Junta de Castilla y León.
El problema estiva en que la raquítica aportación autonómica está muy lejos de la situación legal, ya que las competencias de asistencia social pertenecen íntegramente y por Ley a la Junta de Castilla y León.
La memoria anual del año 2017 de los cuatro centros identifica que el centro con mayor presupuesto es Nuestra Señora del Valle, ubicado en La Bañeza, con prácticamente seis millones de euros, seguido de Cosamai con 4,1 millones de presupuesto final, la residencia de mayores Santa Luisa de León capital con 3,3 millones y el colegio Sagrado Corazón, también en León capital, con otros 1,6 millones más.
El segundo de ellos, la residencia de ancianos, albergó a 91 personas, con mayoría abrumadora de mujeres (62) y tres matrimonios, y una edad media de 88,3 años. La lista de espera en este centro ubicado en la carretera de Asturias se elevó hasta las 84 personas que han formalizado su interés por ingresar, mientras otros 12 discapacitados intelectuales han esperado también en Nuestra Señora del Valle. Mientras, en Cosamai y en el Sagrado Corazón no existe lista de espera, conforme a los datos oficiales.
Cabe resaltar que dentro de los gastos que los centros han generado, 83.000 euros han sido de gratificaciones a los discapacitados que trabajan en los numerosos talleres de Cosamai en Astorga, aunque en el lado de los ingresos por su trabajo y el de los monitores de los talleres ascendieron a 165.245 euros. Es, precisamente, el centro donde más talleres hay, sumando los de madera, cerámica, papel y cartonaje, estampación, manipulación, encuadernación y también jardinería.
En la residencia de Santa Luisa, los usuarios disponen de talleres de costura, manualidades -pintura-, centros de flores, figuras de barro y escayola, arte creativo y otros talleres estacionales. Mientras en La Bañeza existen otros tres de madera, otro de envasados, otro de velas y otro más de jardinería.
La plantilla
Respecto a los trabajadores de la institución en estos centros, de los 335 totales un total de 173 son funcionarios fijos (Nuestra Señora del Valle con 83 encabeza la lista), 115 son funcionarios interinos y 47 son laborales. La mayor necesidad de personal es para la residencia de ancianos provincial, dado el elevado grado de dependencia de unos usuarios muy mayores, para poder cumplir la estricta ratio de personal a la que obliga la propia Junta.