León registró el año pasado 13.219 infracciones penales, un 5,5% más que un 2020 marcado por la pandemia

El vehículo de un detenido en San Andrés del Rabanedo.

La provincia de León registro el pasado año 2021 un total de 13.219 infracciones penales, lo que representa un aumento del 5,5% en comparación con las 12.530 de 2020, marcado por las restricciones a la movilidad por la pandemia del coronavirus. Tanto la capital como Ponferrada y San Andrés del Rabanedo, los tres municipios con mayor población y sede de comisarías de la Policía Nacional, vieron incrementada la estadística, según datos publicados este lunes por el Ministerio del Interior.

A pesar de marcar descensos en varios apartados como los delitos contra la libertad e indemnidad sexual (de 19 a 60, un 13% menos) o los robos con violencia e intimidación (de 165 a 123, un 25,5% menos), otros experimentaron un ascenso en la provincia: principalmente los catalogados como delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria (de 102 a 139, un 36,3% más) o los hurtos (de 2.318 a 2.459, un 6,1%), así como el epígrafe indicado como resto de infracciones penales (de 8.997 a 9.650, un 7,3% más).

León capital experimentó un ascenso de las infracciones penales de un 8,8% al pasar de 4.288 a 4.665, mientras que Ponferrada lo hizo en un 14,8% (de 1.724 a 1.979) y San Andrés del Rabanedo se quedó en un punto intermedio con un incremento del 10,7% (de 803 a 889).

En León el mayor incremento se produjo en el capítulo de delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria (de 41 a 68, un 65,9%), mientras que el descenso porcentual más elevado en León tuvo lugar en el apartado de robos con violencia e intimidación (de 119 a 74, un -37,8%).

En Ponferrada contrasta en términos porcentuales la subida del 21,% (de 46 a 56) en robos con fuerza en domicilios con caídas como la del 53,3% (de 15 a 7) en las sustracciones de vehículos. Con cómputos totales más reducidos, en San Andrés crecieron en un 50% (de 4 a 6) las infracciones relacionadas con tráfico de drogas a la vez que descendieron en un 37,5% (de 8 a 5 los robos con violencia e intimidación).

Como la comparativa con 2020 puede llevar a conclusiones no bien dimensionadas por la excepcionalidad de un año condicionado por la pandemia, el balance oficial realizado por el Ministerio del Interior ha ampliado la perspectiva a 2019 hasta concluir que en dos años la criminalidad bajó siete décimas en Castilla y León, que a su vez está diez puntos por debajo de la media española. La Delegación del Gobierno también subrayó que en ese intervalo han crecido el número de agentes de Policía Nacional y Guardia Civil, así como el porcentaje de esclarecimiento de delitos.

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