El turismo rural de la provincia de León perdió seis de cada diez viajeros y la mitad del negocio en 2020
El año de la pandemia hizo mella en el turismo rural de la provincia, que cerró 2020 con una pérdida de seis de cada diez viajeros (de 124.303 a 47.642) y de casi la mitad de las pernoctaciones (de 233.137 a 125.416). Los datos se tradujeron en una reducción también casi del 50% en el número de empleados (de 595 a 308) de un sector integrado que contaba en diciembre con 257 establecimientos por los 432 del último mes de 2019, según datos publicados este lunes por el INE (Instituto Nacional de Estadística).
La estadística, condicionada por tres meses a cero (marzo, abril y mayo, los del confinamiento más estricto, hasta incluso no incluir el cómputo de los días no afectados por el estado de alarma), deja también otras lecturas. El bajón fue muy notable en el caso de los turistas internacionales, que representaban alrededor de un 25% de la cuota en un año normal y se quedaron en un 5% esta vez. La nota compensatoria la dio el turismo nacional, cuyo tirón provocó que en los meses de verano los datos se acercaran a los de 2019 (en julio de 2020 se contabilizaron 11.184 viajeros españoles, rozando los 11.841 del mismo mes del año anterior).
Con la llegada de la segunda ola del coronavirus y la extensión de las restricciones tanto a la actividad como a la movilidad, la brecha volvió a agrandarse en los meses de otoño hasta el punto de que en noviembre no se registró ningún turista extranjero en los negocios de turismo rural de la provincia.
El golpe pudo ser mayor de no haber mediado el buen comportamiento de los turistas nacionales, que prolongaron la estancia media durante más días de lo que era habitual en un año cualquiera sin estar sometidos a las restricciones por la crisis sanitaria.
Las pernoctaciones se desplomaron en Castilla y León
Las pernoctaciones en alojamientos de turismo rural se desplomaron en Castilla y León un 48,16 por ciento durante el pasado año, en relación a 2019, puesto que se contabilizaron 944.545. En el conjunto del país, el descenso fue del 46,43 por ciento, hasta los 6,28 millones, en un ejercicio marcado por el impacto de la pandemia de la Covid-19, según recoge la Encuesta de Ocupación de Alojamientos Turísticos Extrahoteleros publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Asimismo, el número total de viajeros que recibió Castilla y León durante 2020 se redujo hasta los 340.357, un 58,72 por ciento menos que en 2019, mientras en todo el país el descenso fue del 53,17 por ciento, hasta los 2,07 millones.
Por comunidades autónomas, Castilla y León lideró las pernoctaciones en los alojamientos de turismo rural, aunque la cifra de 944.545 es muy inferior a los 1,82 millones contabilizados en 2019. Le siguió Cataluña con 799.560, Asturias con 723.471 y Andalucía, con 675.951. Todas las autonomías anotaron descensos porcentuales, encabezados por las Islas Baleares (75,77 por ciento menos).
Respecto a los viajeros, Castilla y León también fue la comunidad con un mayor número en sus alojamientos de turismo rural, seguida de Cataluña con 272.380, Andalucía con 193.674 y Asturias con 192.914. En todas ellas la variación fue negativa respecto a 2019, con peor evolución en las Islas Baleares (72,79 por ciento) y mejor en el Principado (36,45 por ciento menos).
Por otra parte, el número de establecimientos se reduce hasta los 2.372 con una oferta de plazas de 20.620, en los que se estima que trabajan unos 3.346 empleados. El grado de ocupación por plaza fue del 12,41 por ciento mientras que los fines de semana se elevó ligeramente al 21,21 por ciento.
A nivel nacional, los 11.668 alojamientos ofertaron 110.107 plazas atendidas por 17.605 empleados. En este caso, la ocupación media fue del 15,45 por ciento y los fines de semana del 23,74 por ciento
En relación a la distribución de viajeros y pernoctaciones, el INE indicó que los datos de marzo y mayo no se han publicado “por secreto estadístico”, debido a que al cierre de los establecimientos redujo la cantidad de datos disponibles. Sin embargo, los recabados “no son nulos”, por lo que sí se tienen en cuenta a la hora de calcular la cifra de Castilla y León.
Por tanto, el INE aclaró que existe una disparidad entre el total de viajeros y pernoctaciones contabilizados en la Comunidad y la suma de las nueve provincias, que arrojan un número inferior debido a que no incorporan los datos de marzo y mayo.