La Junta aprueba que se pueda volver a cazar tras el incendio de Boca de Huérgano
La primera decisión adoptada por la Junta de Castilla y León tras el grave incendio de serios daños medioambientales ocurrido en pueblos de Boca de Huérgano ha sido que se recupere cuanto antes y en plenitud de condiciones la caza en estos espacios. Quedaron arrasadas 1.100 hectáreas, 33 de ellas de valioso bosque, parte del cual sumaba ejemplares de más de 300 años.
Así lo ha dado a conocer a través de una nota de prensa, sin convocatoria a medios de comunicación, la delegada territorial de la Junta de Castilla y León en León, Ester Muñoz, tras reunirse esta mañana con el alcalde y el equipo de gobierno de Boca de Huérgano y los pedáneos de las juntas vecinales del municipio, Boca de Huérgano, Espejos, Villafrea, Barniedo, Siero de la Reina y Valverde de la Sierra.
La excusa de la cita era valorar la situación tras el incendio forestal que calcinó alrededor de 1.100 hectáreas en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre a principios de este mes de agosto, quizá el más grave de los ocurridos en la provincia este verano.
En concreto, explica la nota de prensa, la jefa del servicio territorial de Medio Ambiente, Isabel García, ha señalado que, respecto a los aprovechamientos cinegéticos y de acuerdo a las características de los mismos y a las causas naturales del incendio, “no se prevén daños adicionales sobre el terreno o la vegetación por la fauna silvestre y su manejo”. por ese motivo, “se procederá al levantamiento de oficio de la suspensión de su aprovechamiento para que no se vea alterado su curso ordinario”, es decir, las subastas de las piezas de caza mayor en la zona.
Aunque sin dar explicaciones a través de los medios de comunicación, a los que no citó sino que se limitó a remitir una nota de prensa, la delegada territorial habló del “compromiso del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco”, de que las zonas afectadas por el incendio forestal recuperen cuanto antes su normalidad y vean minimizado sus daños. Y como excusa general, insistió Muñoz en que “ha sido un verano excepcional por los fuertes vientos y las altas temperaturas que han ocasionado numerosos y complicados incendios”, a pesar de lo cual, dijo, “la Junta de Castilla y León va a estar de vuestro lado”.
En un primer informe redactado por la delegación territorial respecto a los daños ocasionados, al que ningún medio ha podido acceder, se ha puesto encima de la mesa las diferentes ayudas que ya tiene habilitadas la Junta para minimizar el impacto económico y social del incendio, asegurando que habrá más.
En concreto, el jefe del servicio de Agricultura ha aludido a la Orden para solicitar ayudas en la alimentación del ganado afectado por pastos quemados, especificando que estos días se han distribuido unos 20.500 kilos de forraje en la zona. Además, hay subvenciones para el arreglo de infraestructuras ganaderas, como son los abrevaderos, las mangas o los cerramientos.
En relación con los acotados al pastoreo, a falta de un estudio detallado de las superficies, se prevé el levantamiento de la suspensión de su aprovechamiento prácticamente en su totalidad, salvo en aquellas superficies de mayor altitud y con pendientes elevadas susceptibles de sufrir importantes procesos erosivos mientras no se produzca un establecimiento de la vegetación.
También se ha indicado que “se procederá a la limpieza de viales antes las posibles lluvias de otoño, así como de vías pecuarias y pistas, se aprovechará para desbrozar áreas para mejorar los pastizales existentes y se prepararán propuestas de repoblación forestal en coordinación con las entidades propietarias de los terrenos”. Eso sí, sin detalle económico alguno sino que será “en función de la disponibilidad presupuestaria”, se explica literalmente.
