Votar estando en Babia, luchando contra la nieve, la despoblación y el desánimo en León

El colegio electoral en el consultorio médico de Piedrafita, rodeado de nieve. / Foto Manuel Ganzo

C.J. Domínguez

Ejercer el derecho a voto hoy en ciertos pueblos de la provincia de León ha sido una cuestión poco menos que heroica. A la despoblación galopante, a los habituales problemas de comunicación, a un frío considerable y la desgana de acudir a la urnas para meter por quinta vez una papeleta en lo que va de año, se ha unido este desapacible domingo una intensa nevada que ha teñido de blanco y de inconvenientes la jornada electoral.

Estamos en Babia. En la comarca de Babia. En Piedrafita de Babia. Aquí, en el consultorio médico que, como tantos otros, muchas veces no tiene médicos, se ha instalado una de las dos urnas en las que se centralizan los votos de los vecinos, pocos ya, de los 14 pueblos de la comarca. la otra está en Cabrillanes. En Piedrafita votan los electores de cinco pueblos, en Cabrillanes de los restantes nueve. Y la mayor parte de ellos, para terminar de dificultar la cosa, son personas muy mayores.

Manuel Ganzo es un ejemplo de cómo se solventan todas las dificultades para cumplir con un derecho como es el del sufragio, caiga lo que caiga. Tiene 37 años. Le tocó “bajar a primera hora” con una capa de nieve “de casi 20 centímetros en la carretera” antes de las ocho de la mañana porque el sorteo le señaló para ocupar un espacio en la mesa electoral de Piedrafita. Pero su agotador día no había hecho más que empezar.

“Ahora volví a por mis padres, para bajarles, y me han dicho que por la tarde hay un paisano que también quiere bajar, y le traeré”, resume sus dificultosas andanzas. Él no lo considera nada extraordinario: “Acaba de llegar ahora un concejal y venía con la mujer, los hijos, los padres, los suegros, tíos... qué vas a hacer, intentar dar los menos viajes posibles”.

Ida y venida de la quitanieves

Manuel vive en Meroy, que suma 22 vecinos en el censo y menos en la realidad, y trabaja en el Puerto de Somiedo, así que está bregado en altitudes y temporales. Pero en un día tan importante, ha tenido que estar muy pendiente de que la quitanieves de la Diputación de León mantenga lo más limpia posible la carretera. “Ha pasado tarde, mal y nunca, pero bueno, dos veces ya vino, y es que incluso la carretera general está regular regular, no digamos para pueblos como La Cueta”, es que es el de mayor altitud de toda la provincia leonesa.

La comarca que acogió veraneos de reyes, gustosos de estar en Babia, y dio de pastar al corcel Babieca del Cid Campeador, dicen, que sufrió con dureza extrema la Guerra Civil y la represión posterior, ha dado este domingo 10 de noviembre, día de elecciones generales repetidas, un nuevo ejemplo de lucha contra las adversidades del que han sido protagonistas los pocos supervivientes de tanta gesta cotidiana que consiste en vivir en condiciones tan románticas como adversas.

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