Tino Rodríguez ve posible tomar las riendas del PSOE leonés
Celestino Rodríguez (San Emiliano, 1982) ha pasado las últimas horas previas al congreso que este domingo debe decidir entre la candidatura que encabeza y la de los críticos, para sustituir a Francisco Fernández, que fue elegido en el mismo escenario, el Auditorio Provincial Ángel Barja, intentando dejar cerrada la lista de nombres que le acompañarán en su nueva andadura, si los pronósticos se hacen realidad.
Sabe que la distancia es corta y que, desde hace ya algunos días, todo parece atado. Cierto es que la mayoría de los
votos ya están definidos, pero no menos que algunas indecisiones pueden cambiar el resultado final.
Babiano de pura cepa, Tino Rodríguez lleva ligado, oficialmente, al PSOE desde que en 2002 decidió afiliarse, aunque esgrime como carta de presentación que su abuela es, a sus 87 años, la afiliada más veterana de San Emiliano. Y subraya esta herencia genética con una afirmación categórica; soy hijo del partido.
Hasta ahora, hasta abril de 2010, su vida ha estado a caballo entre la universidad y el Ministerio de Fomento, justo al lado del número dos del partido, hasta la salida de José Luis Rodríguez Zapatero. Después de concluir el bachiller en Laciana estudió primero Obras Públicas y luego Ingeniería de Canales y Caminos y fue poco después de concluir el doble círculo de
formación cuando entró a formar parte del equipo de trabajo de José Blanco.
Pero en la primavera de 2010 el PSOE leonés busca acabar con la hegemonía del PP en la zona y pone a Tino Rodríguez al frente de la campaña; y se logra el objetivo.
Un podenco
Aunque las primeras conversaciones sucedieron poco después de la salida de Francisco Fernández, hasta finales de 2011 Tino Rodríguez no se plantea en serio la propuesta que le ha llegado desde muy altas instancias. Durante algunas semanas reflexiona en silencio por los espacios inconmensurables de la Babia Alta y en compañía de uno de los pocos seres vivos que conoce sus secretos, Tranca, un ejemplar de podenco con el que se escapa siempre que puede de la rutina cotidiana.
El martes que viene cumple 30 años y tal vez pueda celebrarlo como secretario provincial del PSOE de León y con las cosas claras sobre qué debe hacer si gana; pactar, integrar... Reconoce que ha hablado con su contrincante en las urnas varias veces porque, suceda lo que suceda, ambos saben que acto seguido a la conclusión del congreso todo el partido está obligado a hacer una piña con la nueva ejecutiva y con el nuevo secretario provincial.
Sobre todo si quieren ser portavoces de las voces que en la calle piden otro tipo de política.
