Sonora protesta de Flores del Sil por el dique para proteger los márgenes del río en Ponferrada
Una treintena de vecinos de Flores del Sil ocuparon la sala de la sede de los Consejos Reguladores en Carracedelo, donde el presidente de la Miño-Sil, Francisco Marín, oficiaba la presentación del Plan Hidrológico de Cuenca 2015-2021. El aforo se vio disminuido y parte de los colectivos interesados tuvieron que escuchar fuera de la sala, no sin antes recibir a Marín entre irónicos aplausos como señal de protesta por su negativa a la ejecución del dique que prevé el proyecto de defensa de márgenes del río Sil en Ponferrada.
Antes de entrar en la sala, Marín avanzaba que en este mes de junio culminará la tramitación y se levantará acta de las expropiaciones, iniciándose en julio los trabajos. Ya da por sentado el presidente del organismo que “habrá oposición” durante el comienzo de las obras, pero apela a la “sensatez” y a los “cauces que existen para exponer su oposición”.
Eso sí “hay que respetar los derechos de los ciudadanos que sí quieren la obra, y del interés propio de unas obras de seguridad”. E insistió “el dique no pude modificarse porque viene marcado por criterios de los técnicos en una zona de inundabilidad”. Lo importante dijo, “es que las obras se terminen en plazo, y lo estarán”, sentenció. El proyecto, financiado al 80% con fondos de Europa deben estar entregadas y remitida la documentación a Bruselas antes del 31 de diciembre de 2015.
Francisco Marín insistió en que en la comarca del Bierzo, la calidad del agua está marcada especialmente por la barrera que supone la contaminación por el cierre de las minas y el mantenimiento del cauce ecológico en los aprovechamientos hidroeléctricos.
“Son los problemas que nos impiden conseguir el objetivo medioambiental del buen estado de las masas de agua”, indicó Marín, que puntualizó que es preocupante la contaminación de las aguas por el abandono de las minas y que ya ha generado problemas por presencia de metales pesados en los ríos Tremor y Cúa, así como las modificaciones hidromorfológicas de los aprovechamientos hidroeléctricos.
Marín explicó que la directiva marco del agua exígía que en el año 2009 estuviera aprobados todos los planes hidrológicos, por cuencas y que deberían ser revisados cada seis años “para alcanzar el buen estado de las aguas poco a poco”. Reconoció que España no hizo los deberes y que por ello tuvo un expediente sancionador de la Unión Europea.
“Desde hace dos años y medio el Ministerior de Agricultura y Medio Ambiente ha hecho un esfuerzo importante y ahora está aprobados todos los planes excepto lo del Turía y Segura, que pronto irán a Consejo de Ministros”, explicó el presidente de la CHMS, que destacó que precisamente el plan del Miño-Sil fue “uno de los primeros planes intercomunitarios que se aprobó y en vigor desde abril de 2013”.