Los socialistas de Valencia de Don Juan rechazan a Silvia Clemente como hija adoptiva
Como ya hicieran en la Comisión de Hacienda celebrada este pasado martes, los concejales socialistas de Valencia de Don Juan solicitan al alcalde coyantino que ceje en su pretensión de nombrar a Silvia Clemente hija adoptiva de Valencia de Don Juan a toda costa y por encima de la razonable unanimidad que debe ser la característica primordial de esta serie de distinciones.
Rechazan, como asegura Martínez Majo en el decreto propuesta de nombramiento, que Silvia Clemente destaque por “su capacidad de gestión y trabajo” (su balance como consejera de Agricultura no es precisamente espléndido para el medio rural y el sector agroganadero), pero, sobre todo, “por un valor personal con el que esta ciudad está en deuda”, que “el Ayuntamiento quiere saldar, ya sea parcialmente”, y se preguntan cuáles serán las siguientes letras a pagar de la supuesta deuda.
“La propuesta destila un olor a política orgánica e interés personal al asegurar que Silvia Clemente se ha ganado, por méritos propios, la admiración y el corazón de las personas que hemos gestionado en los últimos años los asuntos de la villa. Por lo que de tratarse de una deuda privada y de partido, el homenaje a la consejera no puede hacérselo el pueblo coyantino, a través del Ayuntamiento, sino que deberían hacérselo Martínez Majo o el PP de la localidad”, denuncian los socialistas.
Consideran que este no es este el momento más adecuado para homenajear a Silvia Clemente ni a ningún otro político, y menos relacionado con los gobiernos del PP autonómico y estatal, dado que “están llevando a cabo el ataque más brutal a la ciudadanía en forma de recortes sociales, servicios o derechos, algunos tan básicos como la educación o sanidad públicas”.
Por último, y para evitar acusaciones de demagogia u oportunismo, rechazan cualquier otro tipo de distinción similar se hagan desde el partido que se hagan, “como el reciente e injustificable nombramiento de hijo predilecto de Pajares de los Oteros a Óscar López”, un acto que, como el de Silvia Clemente, solo se puede entender si se analiza en clave del interés personal o partidista.