El PSOE se pregunta qué debe pasar para que se solucione el problema de los bomberos

Oscar Alvarez Joaquin Torres

j m lópez

El PSOE leonés ha activado una Comisión de Bomberos y Protección para mediar en la resolución del problema de los bomberos de León y la situación de desamparo en la provincia, ante la inacción de las dos instituciones que tienen la solución en sus manos, la Diputación Provincial y la Junta de Castilla.

El secretario de organización del PSL Oscar Álvarez ha dado a conocer este martes, acompañado del diputado provincial encargado del área de bomberos, Joaquín Llamas, los objetivos de esta comisión, ante la falta, ha subrayado, de intereses de las dos administraciones que deben aplicar las competencias que le son propias, tal y como han declarado en sus últimos dictámenes el Procurador del Común y el Consejo Consultivo.

Óscar Álvarez se preguntó en voz alta que qué debía pasar, si habría que esperar nuevas desgracias para que tanto Junta como Diputación, responsable de este servicio en los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes, asuman sus competencias y acuerden cómo salir de este embrollo.

Vehículos aparcados

Joaquín Torres fue el primero en responder; no debería pasar nada pero al mismo tiempo la Diputación Provincial debería acometer el Plan Provincial de Protección Civil aprobado en 2001 y homologado tres años después.

Esta comisión, de la que también forman parte Fernández Cardo, Teresa Gutiérrez y Gerardo Álvarez, responsable comarcal del Bierzo, tiene por objeto empujar a ambas administraciones a sentarse en la mesa de negociación Diputación y Junta a modo de árbitro.

Algo parecido había solicitado el PSL al subdelegado del Gobierno Juan Carlos Suárez Quiñones que respondía trasladando la demanda a otras áreas de la administración, por carecer de competencias.

Y urge unir a ambas administraciones las mancomunidades y los ayuntamientos que hacen lo que pueden con escasos medios porque existe material de trabajo como camiones, cedido por la Diputación, que está paralizado y enmoheciéndose en cocheras, como sucede en el Órbigo con un camión que lleva dos años parado.

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