Un pleno, una reunión y las preguntas sin responder
La situación vivida este viernes en el seno de la corporación provincial fue, al menos, extraña. En el lapso de dos horas se celebró un pleno extraordinario, los diputados se retiraron de la sala para volver 25 minutos más tarde, porque existía otra convocatoria para un segundo pleno con carácter extraordinario. Sin embargo, ayer el Psoe había solicitado que se desistiera de su realización, por lo que finalmente no se celebró.
Ahora, los hechos paso a paso.
A las 11, la corporación celebró un pleno extraordinario para aprobar una decena de cuestiones relacionadas con la gestión, como modificación de obras viales y de infraestructura, y asuntos relacionados con el ordenamiento del personal. Al finalizar ese pleno extraordinario, nadie sabía si a las 12 la corporación volvería a reunirse.
Matías Llorente, viceportavoz del Psoe y el principal promotor del pleno extraordinario en el que Isabel Carrasco debía responder a las preguntas, no ocultó su descontento. Al consultarle sobre la realización del siguiente pleno, sólo se encogió de hombros y dijo “no lo sé”. Nadie entendía nada. Tras algunas idas y vueltas, desde el bloque socialista confirmaron que, efectivamente, en la tarde del jueves habían solicitado que el pleno sea desconvocado, argumentando que la “interinidad de la actual corporación” lo hacía irrelevante. Sin embargo, como no habían recibido respuesta, anunciaron que a las 12 subirían puntualmente a la sala.
Y eso fue lo que ocurrió. Al mediodía, los diputados socialistas fueron los primeros en llegar. Durante algunos minutos estuvieron solos en la sala de plenos, hasta que sorpresivamente se hicieron presentes los diputados del Partido Popular.
Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación, dijo que se trataba de una situación inédita, porque nunca un partido había solicitado un pleno extraordinario y luego había retirado la petición, y solicitó a la secretaria que indicara lo que era “jurídicamente procedente”.
La secretaria indicó que, efectivamente, la celebración del pleno no era procedente, porque existía una petición en contrario. “¿Y qué hacemos?”, la increpó Carrasco. “No celebrar el pleno”, fue la respuesta. Sin más comentarios, se levantó la sesión.
Los argumentos
Matías Llorente, viceportavoz del grupo socialista, dijo que había sido “un mandato del partido”, que consideraba que el pleno no era necesario ante la situación de interinidad generada tras la celebración de las elecciones del 22 de mayo. Sin embargo, señaló con la boca pequeña que había una especie de “pacto” entre los partidos, pero que no fue respetado por Carrasco, que “es ella sola y nadie más”.
Y remarcó que “lo importante” es que las preguntas siguen sin responderse. Se trata de 11 preguntas formuladas por el Partido Socialista sobre temas como la utilización de las instalaciones de la la estación de esquí de San Isidro por parte de la hija de Carrasco sin los debidos forfaits, la situación de los empleados de Ipelsa y la Agencia de Desarrollo (cuyos despidos fueron declarados improcedentes), el dinero que la Diputación destina a asesoría jurídica y las oposiciones para cubrir puestos administrativos. “Pero esto no termina aquí. Estas cosas deben clarificarse. Voy a seguir tirando de esta cuerda hasta el final”, anticipó Llorente, dando a entender que volverá a solicitar la realización del pleno una vez superada la situación de interinidad.
Por su parte, Jaime González, portavoz del grupo del Partido Popular, indicó que los socialistas deberían haber advertido que la “situación de interinidad” iba a producirse, porque “todo el mundo sabía que estaban convocadas las elecciones para el 22 de mayo”.
En ese sentido, señaló que en realidad al Psoe no le interesan las respuestas, sino “dar ruedas de prensa” en el momento de solicitar los plenos, para “hacer imputaciones contra los integrantes de la corporación provincial”.
Anticipó que las preguntas “serán contestadas”, pero en el momento y de la manera “que el equipo de Gobierno lo considere oportuno”.