La Junta no suprimirá el 'céntimo sanitario' de 4,8 céntimos por litro a los hidrocarburos
La Junta de Castilla y León no va a eliminar ni rectificar el tramo autonómico que grava con 4,8 céntimos por litro los hidrocarburos, como han pedido de nuevo la patronal Cecale, vendedores de carburantes y estaciones de servicios, porque considera que este impuesto, aunque resulta “antipático” para los usuarios, no se aplica por “capricho”, sino para financiar y mantener la calidad de los servicios públicos.
El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, respondió así en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno a la demanda de Cecale, Fereclaes y Avecal, cuyos responsables criticaron ayer con dureza que el Ejecutivo mantenga un impuesto con el que no se consigue la recaudación prevista pero que ha hecho un “daño irreparable” al empleo y al consumo.
De Santiago-Juárez recalcó que es “un impuesto más” y que es “necesario” para mantener los servicios públicos, ante el desplome de los ingresos de la Comunidad debido a los siete años de crisis económica, aunque reconoció que el hecho de que autonomías limítrofes a Castilla y León que no le aplican, como País Vasco o La Rioja, “puede repercutir” en la caída del consumo.
No obstante, en su reflexión, insistió en que una menor recaudación está relacionada con la larga crisis económica y subrayó que no sólo ocurre en Castilla y León, sino en otras autonomías y en el ámbito estatal, pero ratificó que el impuesto se va a mantener y no se va a rectificar, al tiempo que recalcó que la Junta aprobó la aplicación del entonces céntimo sanitario en marzo de 2012 “cuando no podía más”, mientras que otras lo hicieron en “época de bonanza”.
El consejero portavoz también respondió al presidente de Cecale, Santiago Aparicio, después de que ayer acusara a la Junta de “soberbía” por no rectifical una medida perjudicial para la Comunidad, de falta de diálogo y de tapar un agujero con su aplicación. “Se aceptan todas la scriticas y se respetan las declaraciones, pero el presidente de Cecale no estuvo afortunado ni en el tono ni en las palabras”, censuró.
“Estoy convencido de que si se mira al espejo y revisa sus palabras no puede acusar de soberbía, falta de diálogo y tapar agujeros”, afirmó el consejero portavoz, que consideró que la Junta ha dado muestras de diálogo y de tapar agujeros ante la situación interna de división en la patronal autonómica.
De Santiago-Juárez recalcó que si Aparicio “se mira al espejo borrará muchas de sus palabras” pronunciadas ayer y, en caso de que no haya hecho esa revisión, le recomendó que la realice, mientras preguntó “dónde estaba” la patronal en estos años de aplicación del céntimo sanitario, del que recordó que se puso en marcha en 2002 y se mantuvo con gobiernos de PP y PSOE.
El consejero portavoz arremetió contra los empresarios por sus criticas actuales a una medida estatal, que se ha aplicado durante diez años, y que la Junta recogió el 1 de marzo de 2012 hasta enero de 2013, cuando el céntimo se convirtió en tramo autonómico de un impuesto sobre ventas minoristas, que es “legal, como otro impuesto más”.
“No se enteraban que se cobraba”, siguió el consejero portavoz, que insistió en que la sentencia del Tribunal Europeo que ha declarado ilegal el céntimo sanitario es un problema de Estado y la “magnitud en Castilla y León es mínima”, en referencia a los diez meses de aplicación de manera indebida. “Pero parece que es máxima”, apostilló, en referencia las criticas recibidas por parte de los empresarios, que desde el principio rechazaron que se gravaran los combustibles.
Otras comunidades
Respecto a que Cantabria, Madrid o Navarra hayan rectificado en la medida -unas han reducido la cuantía y otras han eliminado el tributo-, De Santiago-Juárez manifestó que “cada uno sabra como tiene su casa de arreglada” al suprimir o rebajar el tramo autonómico del impuesto sobre ventas minoristas. “Ellas sabran como tienen su situación y por qué lo aplicaron antes, algunas en época de bonanza”, añadió. “La Junta hizo uso cuando no podía más”, en referencia a la caída de ingresos al elaborar los presupuestos para 2012.