Herrera se despide del PP pidiendo que no sea conservador “en el peor sentido de la palabra”

Alfonso Fernández Mañueco y Antonio Silván se abrazan en el 13 Congreso del PP de Castilla y León. Fotografía: Rubén Cacho / ICAL

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El presidente del PP autonómico durante los últimos 15 años, que formalmente hoy deja de serlo, el burgalés Juan Vicente Herrera, ha ofrecido en Valladolid su último discurso como máximo dirigente de la formación conservadora, con un balance de gestión de la Junta Directiva que ha presidido desde el Congreso de Ávila en 2012.

El presidente de la Mesa del Congreso y alcalde de Burgos, Javier Lacalle, ha realizado una larga presentación de Herrera, del que ha dicho que “hoy no se despide, hoy es un punto y seguido”, recordadon los dos años que le quedan de mandato en la Junta. Según Lacalle Herrera es un hombre que disfruta con cosas como “recorrer su ciudad, comprar libros, pasear con Marisol y alternar con un buen vino de Ribera”, “un paisano ejerciendo de burgalés y de castellano y leonés”.

Juan Vicente Herrera ha plagado su discurso con anécdotas, como la de que fue elegido presidente del PP de Burgos con apenas un día de militancia en 1993. También ha solicitado a los presentes, sobre todo la primera fila, que “id acostumbrándoos a dejar de hacerme la pelota, y por lo tanto ya no quiero tantos aplausos”.

El presidente saliente ha agradecido el aluvión de cargos del PP de toda España al congreso autonómico, en especial al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; mencionando también a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría; la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; o al propio presidente del PP y del Gobierno Mariano Rajoy.

El burgalés ha repasado lo sucedido desde el 2012 acusando al PSOE de haber dejado “un panorama desolador” en medio de la crisis económica, asegurando que hicieron lo que había que hacer “solos” y “dimos la cara y nos la partieron”. Para Herrera en los momentos de dificultad “es cuando se muestra la grandeza de los partidos y vosotros (los militantes) estuvistes a la altura de lo que merecía España”.

Para Herrera las medidas de recorte en la crisis fueron “medidas para políticas de verdad” reconociendo que los escándalos de corrupción hicieron que se perdiera “algo por el camino” en cuanto al prestigio de la política y del PP en concreto. No obstante ha querido poner en valor que los concejales y alcaldes “están ahí para servir desde el Partido Popular”, conociendo que las medidas de recorte “iban a tener un coste electoral”.

El presidente saliente del PP ha presumido de los resultados electorales del partido en Castilla y León pese a la adversa situación política y ha presumido de los acuerdos autonómicos, cinco en las últimas semanas, con el resto de partidos en estas circuntancias de gobierno sin mayoría absoluta.

Ha augurado un “Partido Popular líder” presidido por Alfonso Fernández Mañueco manifestando que los últimos cinco años “han merecido la pena” en un tono eufórico y de síntesis que él mismo ha reconocido poco usual en él.

Sus conclusiones han sido primero la fortaleza actual del PP, que ha achacado a los votantes y militantes del partido “que sienten los colores y lo defienden”; para Herrera “nada malo dura siempre” augurando una mejora de los datos electorales del partido; ha pedido al partido que “no nos confiemos” y que se tome nota de la nueva escena política; ha pedido “unidad” en la formación y ha elogiado la consulta a los militantes sobre el líder; para finalizar ha pedido que se cumplan los compromisos adquiridos por el partido con los ciudadanos. Ha pedido a su partido que “no nos equivoquemos. No seamos conservadores en el peor sentido de la palabra”.

Herrera ha recordado a Isabel Carrasco, a Canto Benito y a Chema Hernández, figuras del PP desaparecidas en los últimos años en su discurso de despedida.

“Ni bicefalias ni bicenada, nos vamos a coordinar estupendamente”, ha afirmado sobre la llegada de un nuevo presidente al PP y los posibles conflictos que se puedan producir.

Sobre Mañueco ha dicho que se define “como un hombre bueno” y que es “un político de raza” y, sobre todo, “un político de partido”. Un aplauso de la sala y el himno del PP a un volumen atronador han despedido el último discurso de Herrera al frente del PP de Castilla y León.

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