El Gobierno defiende que la reforma local y el modelo territorial de Castilla y León son “perfectamente compatibles”

El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, defendió hoy que la reforma local impulsada por el Gobierno central y la Ley de Ordenación, Servicios y Gobierno del Territorio de la Junta de Castilla y León son “hoy en día perfectamente compatibles”, porque el modelo del Ejecutivo regional también trae “ahorro, eficacia y eficiencia.

Beteta, que participó en Salamanca en un acto con alcaldes y representantes del Partido Popular, manifestó que la ley “redunda en beneficio de los ciudadanos” y que es “respetuosa” con la autonomía local y autonómica. De hecho, añadió que ahora ya no está “subordinada una a la otra”, sino que todas cuentan con “protección” y, aunque se avanza en la sostenibilidad del mundo local, las competencias quedan “protegidas y blindadas”.

Ante las críticas en las que se denuncia que la reforma local fomentará la desaparición de municipios, el secretario de Estado de Administraciones Públicas recordó que “no obliga bajo ninguna circunstancia” a ningún ayuntamiento a optar por la fusión entre dos ayuntamientos, sino que lo favorece e incentiva. Así, pueden decidir si llevan a cabo una fusión competencial para la prestación conjunta de un servicio determinado, manteniendo su personalidad jurídica, o bien fusionarse de forma completa para hacer frente a sus funciones.

Todo ello, continuó, con “garantía absoluta y radical” de la personalidad jurídica, porque al igual que ocurría antes de la ley, que los municipios podían acogerse a esta opción de forma voluntaria, ahora no es tampoco de carácter obligatorio.

Lo único a lo que obliga la ley es al “equilibrio presupuestario”, por lo que no estipula si hay que subir o bajar impuestos o privatizar ningún servicio, solo ofrece la opción al Ayuntamiento de una gestión directa o indirecta para que elija la que mejor se ajuste a este objetivo, sin olvidar el criterio de la transparencia.

En este sentido, Beteta recordó que la ley tiene como eje “central” la premisa “una administración, una competencia” y por tanto, el “evitar duplicidades” y “aclarar competencias”. En su opinión, se partía de una “base caótica” en el sector local, con antecedentes de “crisis” por impagos en algunos casos y se registraba un “déficit crónico”al que había que hacer frente.

Sin embargo, celebró que ya en el año 2012 el único sector en superávit fue el del mundo local y auguró que se mantendrá también en el futuro, porque se empezó a sanear conforme a la Ley de Estabilidad Presupuestaria y se fueron adoptando medidas esenciales, que se fueron “implementando” a lo largo de los diferentes borradores.

Ahora, tan solo se formaliza el reparto de las competencias junto con las comunidades autónomas, por lo que aseguró que solo aportará “mejoras” y concluyó que quienes están haciendo bien el trabajo, no tendrán que realizar “esfuerzos adicionales”.