Francisco Álvarez no pierde la esperanza de ser el nuevo secretario del PSL

Francisco Álvarez.

j manuel lópez

Ni ha tirado la toalla ni ha perdido la esperanza de convertirse en el próximo secretario provincial del PSOE. Padre e hijo, Francisco Álvarez y Pablo Álvarez afrontan este último domingo de mayo un reto tan importante para cada uno como tan distinta es la naturaleza del acontecimiento al que se enfrentan.

Pablo se enfrenta al Maratón de Edimburgo a dónde se desplazará desde su actual asentamiento en donde cursa estudios, la ciudad escocesa de Stirling que vende su castillo como reclamo turístico. Para su padre la cita no en menos importante, aunque tal vez sea mucho más decisiva de cara a su futuro político.

Nacido en Santa Marina del Rey en 1952, Francisco Álvarez siempre ha estado ligado a la enseñanza como licenciado en Filología francesa que es, y ha desarrollado su labor docente, que arranca en el Lycée Clémanceau de la ciudad francesa de Nantes como Asistente de Lengua Española, en varios institutos de lugares tan dispares como León o Tarrasa y entre 1985 y 1996 en el Instituto Álvaro de Mendaña, en la capital berciana.

En ese período trabaja en la administración educativa, como monitor y asesor de nuevas tecnologías y 1992 es designado asesor de la Unidad de Programas de la Dirección Provincial de Educación de León hasta 1996.

Alcalde y subdelegado

A lo largo de toda esta campaña desde que asumió la cabeza de lista de la candidatura de los críticos, Francisco Álvarez, hijo único, siempre vuelve a su tierra a cargar las pilas, a charlar con los amigos y, sobre todo, a cuidar a su madre, viuda desde muy joven a la que le dedica el tiempo que tiene y, a veces, el que no tiene.

Casado y padre de dos hijos, hija e hijo, Francisco Álvarez se considera muy pegado a su tierra y a la gente con la ha crecido y su incursión al mundo de la política, como militante del PSOE León, se materializa con llegada a la alcaldía de su tierra entre 1999 y 2003 y su nombramiento como subdelegado del Gobierno en León, en donde permaneció hasta el uno de febrero pasado, cuando se produjo su relevo por el juez Juan Carlos Suárez Quiñones.

Francisco Álvarez ha tenido un fin de semana muy ajetreado con las últimas reuniones, con las últimas consultas, con las últimas llamadas, que no concluirán a buen seguro hasta poco antes de la votación, que se espera para este mediodía. Pero también ha hecho un hueco como buen aficionado del Barsa para sumarse a la celebración de la victoria de la Copa del Rey.

¿Qué dirán las urnas?. Francisco Álvarez cree que el voto secreto puede jugar a su favor. Sabe que las cuentas están muy ajustadas y que el margen de diferencia es más estrecho del que proclaman sus adversarios: la incógnita se desvelará en pocas horas.

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