Chamorro: “El gran desafío de San Andrés es equilibrar su deuda”
Goyo Chamorro es alcalde de San Andrés del Rabanedo desde hace pocos días. Gobernará en minoría y tiene que enfrentar una más que delicada situación de las arcas municipales. Sus primeros días frente al principal despacho municipal le han resultado suficientes para comprender que resolver algunos pagos pendientes es “más que urgente”, porque peligra la prestación de servicios.
¿Cómo ha sido el balance de su primera semana como alcalde?
Estoy impactado, realmente. He ido conociendo al personal de la casa y me he llevado una grata sorpresa en cuanto a las capacidades que tiene, y la voluntad de trabajo. Pero estoy impactado porque me he dado cuenta de la grave situación económica que tiene el Ayuntamiento. En algunos casos, tenemos necesidades imperiosas de pago, porque peligran algunos servicios y hay que actuar rápido y con contundencia.
Había situaciones extremas, que había que resolver urgente porque corrían peligro los servicios.
¿Le sorprendió esa situación?
Reconozco que conocía esa situación y sabía que era difícil. Pero lo que desconocía es la imperiosidad. Había situaciones extremas, que había que resolver urgente porque corrían peligro los servicios. Y en ese aspecto sí que me sorprendí un poco.
¿Cuál es el problema más urgente que el alcalde tiene sobre su escritorio?
Ahora mismo, el primero es una tema con la empresa de las bicicletas, para solventar un pago. Es un servicio que tenemos coordinado con el alfoz, y el problema que pueda generar San Andrés afecta al resto de los municipios.
¿Y el más grave?
Yo diría que ahora mismo las deudas muy importantes con Alsa y con Urbaser. Deudas con empresas que pueden estar en situación de dificultad para el ejercicio de su actividad.
¿Se va a renegociar con esas empresas?
Yo creo que debo ir dando pasos. En principio, hemos ordenado la realización de una auditoría interna a los fines de hacer el diagnóstico y ver qué tratamiento le damos. En segundo lugar, tengo previsto en base a esa auditoría establecer unas pautas de actuación para hacer un plan de pagos, siempre que podamos reequilibrar la situación. De tal forma que pueda sentarme con todos los acreedores y decirles cuándo se les va a pagar y en qué proporción.
¿Ha podido determinar ya cuál es la deuda del Ayuntamiento?
Exacta no la puedo determinar todavía, pero estimo que rondará los 70 millones de euros.
¿Más o menos de lo que se esperaba?
Llegué a pensar que estaría sobre los 80 millones. Por ser optimista, pensaremos que es un poco menos de lo que esperábamos.
Lo que tengo claro es que en ningún caso podemos aumentar impuestos, porque el poder adquisitivo de los ciudadanos quedaría muy disminuido.
¿Y cómo se sale de una deuda de 70 millones?
Pues la verdad es que no lo sé. Espero poder contarlo dentro de dos años. No obstante, digo siempre que hay mucho sacrificio, mucho control de gasto e intentar tener ingenio para aumentar los ingresos y que los servicios se sigan manteniendo. La reducción de gastos pasa por revisar todas las partidas y el aumento de ingresos para por fomentar la economía en el municipio, a través del polígono industrial. Lo que tengo claro es que en ningún caso podemos aumentar impuestos, porque el poder adquisitivo de los ciudadanos quedaría muy disminuido. Y tengo también claro que no podemos disminuir los servicios. Hay algunos casos de servicios que desarrolla el Ayuntamiento que a lo mejor corresponden más a otras administraciones, por lo que deberíamos conseguir más implicación del resto de las administraciones, incrementando también las ayudas.
¿Cómo va a ser a partir de ahora la coordinación con León?
Bueno, ahora tenemos la ventaja de todos somos del mismo grupo político. Debería haber más sintonía, más afinidad. La relación es buenísima, no sólo con León sino con el resto del alfoz. Intentaremos llegar a acuerdos comunes que nos permitan reducir gastos, por ejemplo, en el tema de proveedores. Si tenemos un proveedor para todos los municipios abarataremos costes.
¿Y en relación al transporte metropolitano?
Ahora mismo aquí en San Andrés tenemos un problema: las líneas no cubren las necesidades reales de los ciudadanos. Se me ocurre, por ejemplo, con el tema de la Universidad, donde el servicio no parece estar bien establecido. Consultaremos con las asociaciones para hacer un nuevo mapa de las líneas, y allí juega otra vez la integración con el resto del alfoz.
¿Podría existir un billete unificado?
Podría ser una idea, y en esa línea estoy. Pero hay que hablarlo con todos.
¿En qué le influye a San Andrés tener parte del aeropuerto de León en su jurisdicción?
Ahora mismo nos vale de poco decir que el aeropuerto está en San Andrés. Creo que el aeropuerto está infrautilizado, aunque soy muy optimista. Creo que es una de las infraestructuras que podemos utilizar en el futuro y que sirve como puerta de entrada para las empresas que se vayan a ubicar en el polígono industrial.
¿Puede hacer algo el Ayuntamiento por dinamizar el aeropuerto?
Yo intentaré poner mi granito de arena para que el aeropuerto se vaya desarrollando cada vez más, pero es poco lo que podemos hacer.
¿Cómo va a atraer empresas hacia el polígono industrial?
Para eso hay que abaratar el suelo. Urbanizarlo y cuidarlo porque está francamente abandonado. Y darle más repercusión mediática y en las instituciones. Porque es vital para el desarrollo del municipio.
¿Prevé alguna modificación en el PGOU?
Todavía no he podido entrar a fondo en él, pero entiendo que es bastante meticuloso y complicado. Y tiene algunas situaciones que quizá habría que revisar en un futuro. Determinadas fincas, que eran de naturaleza rústica, se han recalificado como zona urbanizable. Pero hoy día hacer 10 mil viviendas, que era el objetivo, no tiene mucho sentido. Todavía hay 2.000 viviendas sin vender y eso supone un incremento del IBI para los ciudadanos que tenían esas fincas. Por eso, e intentando compensar, a partir del 1 de enero desaparecerá la tasa de basura.
¿Qué desafío tiene por delante San Andrés?
Ahora mismo, el desafío más importante de San Andrés es reconducir la situación económica. Equilibrar presupuestos y gastos y reducir la deuda. Es vital, porque hay un desfase presupuestario anual de 10 millones de euros, y equilibrar eso es muy, pero muy complicado.