Un 'David' rural contra el 'Goliat' de las antenas de móviles
La entidad anima al Ayuntamiento de San Justo de la Vega a sumarse para consensuar con Vodafone una torre alejada de los núcleos habitados
El nacimiento el pasado mes de septiembre de la Plataforma para la Protección Frente a las Emisiones Radioeléctricas de Cuevas y Celada de la Vega ya ha tenido sus primeros frutos.
En la actualidad, esta Asociación formada por el Ayuntamiento de Valderrey, las Juntas Vecinales de Cuevas y Celada de la Vega y la Asociación de Usuarios de Servicios Públicos de Celada ha conseguido, de momento, que la compañía que negociada con particulares para instalar una antena de telefonía de 40 metros, para dar servicio la Autovía A-VI, a escasos metros de ambas localidades, ya mantenga una interlocución “directa, mucho más lógica y menos oscurantista” con las Instituciones implicadas.
El objetivo es conseguir que la ubicación de la antena se distancie lo suficiente de los pueblos y para ello, “en aras a conseguir que Vodafone pueda ofrecer ese servicio pero siempre sin causar perjuicio a nuestros vecinos”, se han ofrecido alternativas diferentes para instalar la torre, informa el Alcalde de Valderrey, Gaspar Cuervo.
Por el momento, la empresa instaladora las ha rechazado, por aumentar mucho los costes de la infraestructura eléctrica necesaria, y a su vez, ha propuesto otras tres, que apenas distan 300 m. de los núcleos urbanos.
Ante estos hechos, la Plataforma le ha transmitido su negativa nuevamente, y con ella también la de los vecinos de Cuevas y Celada, a que sitúen la misma a una distancia que pueda resultar perjudicial por las emisiones radioeléctricas que producen.
Para tratar de ampliar su “defensa de los Derechos de los habitantes” de los pueblos de la zona, se ha girado una invitación formal a sumarse a ella al Ayuntamiento de San Justo de la Vega. En un escrito, se le insta a que en el próximo Pleno esta Corporación debata y apruebe, si así resulta, su incorporación a la misma.
Se trata de hacer más fuerza ante los planes iniciales de la empresa y mantener de paso informados a sus vecinos de este tipo de intentos “poco claros y sin el consenso general necesario” para una infraestructura tan polémica.
Cuervo defiende que “hemos sido muy correctos en nuestra postura de no oponernos rotundamente a la antena, sino defendernos como una piña de una legislación que otorga a las compañías, todas las prebendas, pero siempre ofreciendo alternativas y negociando”, algo que “demuestra una buena disposición que no hubo, al menos en el primer momento, por la otra parte”.
Y advierte de que la plataforma seguirá vigilante aunque haya cumplido con su doble objetivo de impedir “una imposición” y, de paso, transmitir toda la información a los vecinos de los pueblos que se verían afectados, porque “el mundo rural no está sólo para que le quiten servicios, infraestructuras y derechos”.