Castilla y León, Asturias, Galicia y Aragón reclaman que la despoblación pesen en la nueva financiación autonómica
El declive demográfico es uno de los grandes retos de futuro de España y Europa. Bajo esa premisa, Castilla y León, Asturias, Galicia y Aragón suscribieron hoy en Oviedo la declaración del I Encuentro Interterritorial por el Cambio Demográfico que reclama que el envejecimiento, la dispersión y la baja densidad de población tengan mayor peso en el nuevo modelo de financiación. Las cuatro comunidades reclaman compromisos importantes para hacer frente a un problema que “no es ni local ni regional”.
El consejero de Presidencia de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, incidió en que las reivindicaciones que plantea el grupo “no son un capricho identitario”. Las características que comparten, recordó, hacen que la prestación de los servicios básicos resulte mucho más cara por lo que, insistió, “no estamos pidiendo ningún privilegio sino algo justo”. Castilla y León, que acapara el 25 por ciento de todos los municipios españoles, no recibe del actual modelo de financiación dinero suficiente para cubrir sanidad, educación y servicios sociales. Este año, recordó, “nos faltan cerca de 500 millones, tenemos que recurrir a la deuda para mantener servicios esenciales y eso no puede ser”.
Las cuatro comunidades harán llegar sus planteamientos tanto al Gobierno de España como a la Unión Europea, de la que también esperan obtener fondos para promover proyectos dentro del nuevo marco de financiación 2014-2020. En España, subrayó, el Gobierno debe tomar medidas para que las características demográficas “tengan un peso real, cierto y mejor ponderado”.
De Santiago-Juárez incidió en que el actual modelo nació “fallido, porque se pactó entre el Gobierno de la nación y el ejecutivo catalán, al margen del Consejo de Política Fiscal. El entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que pondría sobre la mesa 10.000 millones que luego desaparecieron. A Castilla y León le fue francamente mal desde el principio” dijo. También insistió en que las reclamaciones de la cumbre celebrada hoy en el Palacio de Toreno de Oviedo “no son contra nadie sino a favor de los ciudadanos de estos territorios”.
El consejero de Presidencia del Gobierno del Principado de Asturias, Guillermo Martínez, destacó el trabajo previo llevado a cabo por los cuatro ejecutivos autonómicos, que a partir de ahora mantendrán un diálogo “permanente y de plena colaboración”, que tendrá continuidad en un grupo de trabajo permanente con representación de todos ellos que presentará proyectos conjuntos para hacer frente a la crisis demográfica en el próximo encuentro que celebrarán en febrero de 2014 en Zaragoza y al que invitan a sumarse a autonomías con similares problemas o características.
El consejero de Política Territorial e Interior del Gobierno de Aragón, Antonio Suárez, destacó que los cuatro ejecutivos “tenemos que hacernos fuertes en la defensa de esos parámetros para que sean tenidos en cuenta suficientemente y conseguir abrir líneas para programas y proyectos que hagan frente a este desafío democrático”. “Es un primer paso y no queremos quedarnos en meras declaraciones”, añadió.
Por su parte, la consejera de Bienestar y Trabajo de la Xunta de Galicia, Beatriz Mato, comentó que además del intercambio de experiencias este grupo debe lograr presentarse como un 'lobby' ante Bruselas y la Unión Europea para situarnos en un buen lugar de cara a conseguir financiación. Cabe recordar que las cuatro comunidades impulsoras de este encuentro participan en el grupo de trabajo de regiones europeas por el cambio demográfico.
La declaración del I Encuentro Interterritorial por el Cambio Demográfico ve imprescindible que el Gobierno de España reconozca la crisis demográfica como un objetivo prioritario y dé respuestas singulares a las peculiaridades de las comunidades afectadas. La distribución territorial de la riqueza, la igualdad de oportunidades y la financiación de los servicios básicos, apuntan, “son elementos esenciales para el equilibrio demográfico”.
Con esta declaración se ponen las bases para impulsar iniciativas que frenen la pérdida de población y el envejecimiento y favorezcan la fijación de habitantes, con especial atención a las zonas rurales e industriales más castigadas por el éxodo de ciudadanos. El documento aprobado persigue rentabilizar las distintas aportaciones de los cuatro territorios para lograr un amplio pacto demográfico que permita buscar alternativas globales.
La búsqueda de soluciones conjuntas por Castilla y León, Asturias, Galicia y Aragón es un primer paso para impulsar una Estrategia Española por el Cambio Demográfico que ofrezca también alternativas a medio y largo plazo al declive de población y al envejecimiento. Se trata de un pacto que debe implicar a todas las instituciones públicas españolas: Estado, gobiernos autonómicos, diputaciones, ayuntamientos y comarcas.
Los firmantes de la declaración del primer encuentro interterritorial subrayaron que la inclusión de medidas a favor del equilibrio poblacional en las estrategias regionales de especialización inteligente, en los futuros programas operativos regionales y el contrato de asociación entre el Estado y la Comisión Europa serán imprescindibles para que las regiones puedan utilizar la financiación de la política de cohesión contra la despoblación y favorecer el relevo generacional.