La (anti)campaña electoral echa el cierre a la espera del incierto resultado del 20-D

Adiós campaña, adiós. Este viernes 18 de diciembre a las 23:59 h. la campaña electoral toca a su fin. Y no cabe duda que se cierra una de las más relevantes y a la vez extrañas que se recuerdan. Y en materia local casi se puede hablar de anticampaña electoral por la ausencia de actos verdaderamente relevantes, la escasa presencia de líderes nacionales (ninguno de los 4 principales aspirantes) y la desaparición de propuestas provincializadas en favor de las políticas nacionales.
La televisión y las redes sociales han sido las grandes protagonistas de las actividades de Mariano Rajoy (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos), los cuatro jinetes que aspiran con mayor claridad a llegar, o influenciar, como inquilino al Palacio de La Moncloa. Eso ha dejado algo fuera de foco a aspirantes como Alberto Garzón (Unidad Popular-IU) o Andrés Herzog (UPyD). De todos ellos sólo hemos tenido la visita por los predios provinciales, en precampaña eso sí, del socialista Sánchez y del joven Garzón. Rajoy vino a inaugurar el AVE como acto institucional pero no de campaña como tal, si es que cabe distinguir ambas cosas por la fecha en que tuvo lugar.
Total, que al final León se ha tenido que conformar con actores secundarios (algunos relevantes eso sí) que en algún caso se truncaron por sucesos de mayor relevancia. El exlíder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba canceló su mitin tras el atentado de Kabul que costó la vida a dos policías pero el histórico Alfonso Guerra pondrá su ironía para el cierre de la campaña a los socialistas. El PP ha tirado de su ministra de Trabajo, Fátima Báñez, -cuando ha cerrado la legislatura la provincia con más paro que el que empezó- y de la 'popular' presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, o del 'impopular' y dimitido exministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón, que se acercó a echar una mano al 'cunero' ponferradino-madrileño Manuel Cobo. Podemos echó el resto con una visita doble (León y Ponferrada) de su cofundador y polemista Juan Carlos Monedero y un gran acto en Astorga con el general Julio Rodríguez, la número 3 del partido Carolina Bescansa o el dirigente aragonés Pablo Echenique. Unidad Popular contó con el apoyo del asturiano Gaspar Llamazares mientras que Ciudadanos no contó con ninguna presencia de peso nacional, si es que aparte de Rivera a alguien se le puede poner ese calificativo.
Lo más llamativo de la campaña leonesa ha sido probablemente la casi nula presencia de propuestas concretas provinciales, no como sucedía en anteriores convocatorias electorales donde lo habitual eran las promesas de autovías e infraestructuras 'a cascoporro'. Aunque esto no quiere decir que no haya habido temas leoneses en campaña, aunque de forma un tanto floja. Mientras que el PSOE ha convertido la defensa de la minería en su principal argumento electoral, esperando sacar un rédito como el de las autonómicas, el PP ha optado por atizar a Ciudadanos y sus propuestas de supresión de las diputaciones y fusión de municipios de menos de 5.000 habitantes a la caza del voto rural. El argumento principal del partido naranja ha pasado por tachar de 'vieja política' hasta la saciedad cualquier propuesta de PP y PSOE y en el caso de Podemos han optado por un 'calle a calle' -bastante discreto- para asegurar que sólo ellos representan el auténtico cambio
Otra clave curiosa de esta campaña en la provincia de León ha sido la ausencia de figuras locales de PP y PSOE haciendo campaña, algunas con muy relevantes cargos públicos en la actualidad y que no ha pasado desapercibido de forma interna. Dos casos son los más llamativos, el del alcalde de León por el PP Antonio Silván y el del portavoz municipal del PSOE, José Antonio Diez, casualmente ambos dirigentes de la capital provincial. Si las (peores) previsiones electorales se cumplen parece que el bipartidismo tendrá mucho que arreglar internamente en el año nuevo.
Pero la cuestión es por qué no ha habido prácticamente campaña provincial. Evidentemente la apuesta de los grandes partidos estaban en clave nacional y en la imagen de sus candidatos a La Moncloa pero entre las provinciales cabe destacar el supuesto conformismo del bipartidismo en el reparto de escaños. En el PP reconocen abiertamente que pasar de tener seis parlamentarios nacionales a cinco (dos diputados y tres senadores) sería un gran resultado, una razón para confiar en que la ventaja y supuesta victoria en la circunscripción. Y en el PSOE apuntan que mantener sus tres representantes (dos diputados y un senador) sería igualmente un buen resultado con la que está cayendo aunque la posibilidad de perder alguno puede reavivar roces internos de inimaginables consecuencias. Si Ciudadanos y Podemos cazan un diputado será un éxito para las formaciones emergentes con la ventaja de que si no lo logran siempre podrán echar la culpa a la siempre mentada Ley D'Hont.
Apuestas sobre el reparto de diputados por León: 2+2+1 o el 2+1+1+1
Según el último CIS casi 4 de cada 10 votantes no sabían en noviembre qué opción elegir este domingo y ante la negativa de la Ley a permitir conocer sondeos en esta última semana de campaña hay que acudir al mercado andorrano para saber cómo cotizan en estos momentos los diferentes partidos.
En el caso de León la cuestión es conocer el reparto de los cinco diputados que la provincia tiene en el Congreso. Del 2 para el PP, 2 para el PSOE y 1 para Ciudadanos o Podemos del inicio de la campaña se ha pasado a valorar el 2+1+1+1, es decir el reparto de 2 para el PP, 1 para el PSOE, 1 para Podemos y otro para Ciudadanos, un resultado que más que romper el bipartidismo en la provincia lo deja seriamente tocado.
Lo cierto es que el interesante modelo estadístico de El Español, que recoge datos de las diferentes encuestas, asegura dos diputados por León para el PP al 75% de probabilidad, otro para el PSOE también al 75% y uno más para Ciudadanos con ese 75% de probabilidades. El restante se lo disputarían Podemos y, ojo, el PP, con un 50% de probabilidades de llevárselo. Datos que preludian, en cualquier caso, una interesante jornada electoral y un más que interesante recuento, por lo de los nervios.
Parece claro que este domingo España se juega buena parte de su futuro como país, quizás entero quizás en trozos, pero no es menos cierto que la provincia de León se juega mucho, es probable que hasta su entidad como tal. Y ahí es cuando veremos la altura, o bajura, política de los representantes leoneses. Y mucho me temo que, visto lo visto, es mejor no poner muchas esperanzas en ellos. Felices elecciones.