Adiós al surtidor de gasolina de Padre Isla
Están contados los días de la peculiar gasolinera, o más bien surtidor, ubicada desde hace décadas en la avenida Padre Isla de la capital leonesa. En las últimas jornadas se han acelerado los trabajos en este punto para acometer la fase más compleja y delicada: el vaciado del depósito subterráneo que contiene el combustible que suministraba al surtidor en superficie.
Una empresa lleva varios días procediendo a ejecutar un agujero en el lado izquierdo de la calzada, casi en la esquina con la calle Julio del Campo, una labor que supone una considerable complejidad dada la proximidad del depósito, hacia el que hay que llegar para realizar su vaciado completo, y que como es lógico la imposibilidad de que este trabajo conlleve ninguna chispa que pueda provocar algún incidente.
Las labores son lentas y además obligan a entorpecer uno de los carriles de esta transitada y céntrica avenida, por lo que el tráfico se viene resintiendo desde el lunes, si bien se espera que en breve pueda recuperarse la normalidad en el tránsito de vehículos.
A cambio de Saéz de Miera
Para cuando concluya esta fase, que sin duda es la más difícil, el resto será cuestión de un escaso período de tiempo, porque desmontar el surtidor de superficie y la caseta-oficina de la acera no será excesivamente complicado y por lo tanto bastante rápido. Para entonces, con la desaparición completa de la gasolinera, la acera izquierda de Padre Isla dejará de presentar este estrechón molesto para los viandantes, algo que ha sido una de las prioridades del Ayuntamiento de León, que recientemente alcanzaba el acuerdo con la compañía propietaria Repsol de hacer desaparecer este surtidor a cambio de permitirse por fin el de la avenida Sáez de Miera, a la altura de las piscinas municipales.
En este caso, el nuevo surtidor de Sáez de Miera verá la luz en pocos meses después de permanecer enquistado en un conflicto incluso judicial con el Consistorio que arrancó casi desde su aprobación en el año 1991 y que permaneció cuando posteriores gobiernos municipales consideraron inadecuada esta ubicación dentro de la ciudad y paralizaron su ejecución.