La transversalidad economicista en la Región leonesa

Baraja del Reino de León.

Hoy he puesto la mirada en el anuncio: 'La ULE acoge el segundo Congreso Internacional sobre el Reino de León'.  

Quienes han leído alguna que otra vez, y si es siempre mejor, mis artículos de opinión, seguro que, en muchos de ellos han interpretado que un oportunismo noticiable, un cazar de aquí y de allá. Y como no lo niego en redondo, diré que están acertados, si bien y como vía de salida airosa para mi proceder, coloco aquí lo de que es fruto de mi preocupación constante por todo lo leonés, mi caballo de batalla por el dolo autonómico, y, por supuesto, lo es también  de otras muchas plumas más autorizadas. Nunca plagio.

Leído en parte el contenido del Congreso, la primera impresión es entenderlo como de dudosa eficacia, estamos los leones por mor del ente autonómico, y la coyuntura económica, en la necesidad de aplicar el Primum vivere… y no voy de intransigente, ni de duro, perdóneseme si así parece, y ello porque de existir o crearse ésta, la eficacia, debería quedar reflejada en el vivir de los leoneses, desde el punto vista triprovincial y no contemplo receptivos al unísono a los leoneses. O así mismo, si se entendiera como oportuno, partiendo desde la provincialidad particular, para poder acudir a un todo regional leonés. 

La razón de este mi parecer, de decadencia leonesa, no debería hacer falta reiterarla, pero como venimos mostrando los leoneses con nuestras actuaciones que la tenemos en el olvido, aunque inconsecuentemente la estemos sufriendo, es bueno dejar señalado que estriba en el depauperante estatus socioeconómico padecido, merced a los “buenos oficios” del ente autonómico que nos desgobierna.

Para el que aporto aquí un inciso: lejos de ayudarnos también en lo que parece más etéreo, en lo cultural y en lo histórico, desde su manejarnos con prepotencia, su intencionalidad queda marcada como de parte, y ésta es la castellana. Sé que esto es repetitivo en mí, mas, entendible como de pura defensa; aunque de ello y otras cosas parecidas, surja lo del victimismo que nos aplican y no deja de ser una fácil respuesta acusadora de la otra parte.  

¿Interesante el Congreso? De plano que sí. Esclarecedor debería serlo a magnum plena, mas, como surge en plan histórico-cultural, si no estamos siendo capaces de vender al mundo todo lo concerniente a lo que nos otorga el derecho de ser la Cuna de Parlamentarismo, con el apoyatura inmensa que nos da el reconocimiento de la Unesco, me gustaría saber cómo vamos ahora a salir al mercado internacional con un Reino que ni siquiera somos capaces de tenerlo diferenciado y respetado en letra estatutaria en la Comunidad llamada Castilla y León.

León, Zamora y Salamanca 

Zamora, Salamanca y León, son bastante más que reminiscencia nominativa de aquel reino, y tampoco hemos conseguido que hayan sido tenidas en cuenta como región. Ni sabemos movernos, ni hay conjunción popular, ni interuniversitaria... ¡Por ende sin impulso único! Y sí, casi un “sálvese el que pueda”. Lo que nos amodorra es una dejadez acomodaticia invasora que fluye del colonialismo que padecemos. ¡Sin duda, nefasta situación!

Inmersa la ciudadanía regional leonesa, en ese dejar pasar apuntado, y la penuria socioeconómica soportada, es más que difícil buscar reacción con lo histórico-cultural, “que no llena el bolsillo”, y no es prosaica tal apreciación, no en tanto surja de la constatación vivencial, por ser los últimos en el ente como nos han venido mostrando las encuestas. 

Siendo aprendiz de todo, y sufridor precavido, aunque puede que no lo suficiente como deberíamos serlo todos los leoneses, precisamente ante los mangoneos del ente autonómico contra el que no sabemos luchar, se me ocurre decir o proponer a la pata la llana, algo paralelo.  

Para sociólogos. Quiénes somos los leoneses, si nos podemos mostrar como pueblo, si apreciamos nuestro territorio, si creemos en nuestra potencialidad, y en qué grado de aceptación estaría la unión defensiva triprovincial. 

Aclarando dónde estamos y qué queremos, debemos empezar por no seguir hundiéndonos, conseguir saber defendernos y salir del encierro, a tal fin los economistas nos puedan decir cómo explotar nuestros recursos, triprovinciales a ser posible, resolver nuestro presente y poder encarar un futuro diferenciado de la facción castellana. De los políticos, en general, mejor no hablar… de momento.

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