Luis García Trapiello: “Se dice ‘democrático’ a defender como iguales la opinión del necio y el conocimiento del sabio”
Profesor de Filosofía, poeta, novelista, ensayista, Luis García Trapiello es uno de los hermanos de la saga artística de los Trapiello. A este respecto él mismo dice que sus seis hermanos y sus dos hermanas tienen una vena artística.
“Unos escribimos, otros pintan o esculpen, ellas crean con sus manos. Es cierto que en lo primero destacan Pedro y Andrés y en lo segundo, Seve. Uno se alegra por ello, hoy, nadie duda de su gran calidad literaria y artística”, apostilla Luis, nacido en Manzaneda de Torío, su espacio recurrente, pues, en su opinión, no hay más patria que aquella que fue nuestra infancia, porque “las demás son políticas, postizas, añadidas, cambiantes... aunque son necesarias”. Su patria o matria es por tanto esa “a la que regresamos, sin nostalgias, si acaso con melancolía, esa es la que nos constituyó durante los primeros años de vida: el agua y sus fuente, la del Encanto, el río Torío y sus presas, los prados siempre verdes, el monte y sus delgados robles, las paleras y los chopos sin negar los frutales que, en temporada, nos encandilaban con sus manzanas, peras, cerezas... y no olvidemos los pájaros, los cencerros y el silbo del correo que se alargaba en el valle”, evoca Luis al tiempo que trae a las mientes estos sus versos:
“En esta mi patria no hay días, tampoco hay noches
y los fríos planetas que en ellas transitaron
han abandonado las órbitas de sus nombres;
por eso no importa que la fuente del Encanto,
adornada con un viejo y espinoso endrino,
se haya quedado sin palabras y su murmullo
no sea sino silencio profundo, no importa,
porque en esta patria mía aún de su agua bebo“.
Como poeta ha publicado un par de poemarios: 'Así es', editado por OléLibros, que es, según su creador, un camino de la exterioridad hacia la interioridad, desasosiego, siendo el recurso a la naturaleza su expresión. Y regresos a esa patria en la que encontramos consuelo. “'Así es' corresponde al título de la obra del intelectual Luis García Trapiello, experto en múltiples saberes. En este caso, saberes que dan forma a una cosmovisión compleja del ser humano y, sobre todo, sus atribuciones religiosas. Leída la obra, sorprenden dos aspectos: su extensión para un libro de poesía y en verso libre... Pero lo inesperado en la obra es la mezcla de un mundo literario doble: el sentido filosófico y el valor material de las plantas, de los colores, de lo concreto... de la vida, al fin”, escribe el crítico literario Nicolás Miñambres a propósito de este poemario.
Iguales porque somos libres
Asimismo, es coautor de 'Un mismo viento' (Telos), ilustrado por su hermano Seve, en colaboración con la filósofa y poeta Ana Noguera Montagud, donde se van entremezclando poemas escritos por ella y por él sobre la igualdad entre mujeres y hombres, con el noble objetivo de que seamos conscientes del abuso y la desigualdad que sufren las mujeres. “Los hombres levantaron templos con el gran Logos, /gruesos muros que encierran la oscuridad y el miedo./ Y del Logos hicieron otras muchas palabras,/ unas disimuladas, otras grandilocuentes:/ esencia y trascendencia, debido y obligado,/ rey, súbdito y pobre, vicio, pecado y muerte.../ Y engendraron el 'no', un simple golpe de aire/ con el que cerrar puertas y ventanas del alma:/ no al aire y a la luz, no al perfume y al juego,/ no a la risa y al diálogo de los labios abiertos”, poetiza Luis en su poema 'Natura versus Logos'. “Por eso, con esta obra queríamos explicitar que no hay una voz femenina y otra masculina (en los poemas no se señala la autoría), sino que lo que hay es la pertenencia, o no, a un mismo paradigma ético y estético”, apunta él, cuya pasión por la poesía se remonta a sus primeros años de bachillerato elemental.
“Hace unos años, un hermano encontró en el desván de nuestra casa familiar una revista del colegio en la que, en la sección de poesía, había una firmada por mí. 'Soledad'”, recuerda Luis, para quien la poesía es un acto de comunicación y, como tal, le interesa aquella que no le obliga a someterla a un proceso de descifrado, normalmente infructuoso. “¿Alguien daría por buena una conversación con una persona amiga en la que no entendiésemos nada de lo que aquella nos dice? Si las palabras del otro nada nos dicen, son simples 'flatusvocis', en su sentido literal, no filosófico”, añade él, que es coautor del libro de texto de Filosofía de 3º de B.U.P. 'Logos para Legos' y también del ensayo 'Crítica de la didáctica de la Filosofía' (Gregal Llibres).
Habida cuenta de que Luis es poeta y ensayista, está convencido de que, tanto a través del ensayo como de la creación literaria, podemos relacionarnos con los otros, porque ambos son actos comunicativos, pero es verdad –aclara él– que en el ensayo uno procura la precisión terminológica, que no haya confusión con los conceptos usados, pura Razón; “mientras que en la forma poética uno busca, si no la equivocidad, sí la ambigüedad, generando un espacio que permita a quien lea lo escrito construir su propio contenido, Razón cargada de sentimiento. Pero tanto en el ensayo como en la poesía decimos al otro lo que pensamos sobre el ser y el existir, lo que sentimos por ser y existir”, precisa Luis, que es 'promotor, junto con Bernardo Lerma Sirvent, del grupo de didáctica de la Filosofía 'Embolic'. Y para quien la Filosofía está presente en todo lo que escribe. Es por eso que también en su novela 'Herederos de una guerra' (Incipit Editores) quiso trasladar una reflexión ética sobre la Guerra Civil. “No narro una historia que transcurre durante ella, no, la protagonista es la propia Guerra Civil en sus tres batallas más crueles: Teruel, Levante (Sierra de Espadán) y Ebro”, aclara Luis, que, a tenor de los comentarios que le llegan acerca de su novela, considera que no fue desacertado hacerlo así.
“Lo novedoso de esta obra consiste en el enfoque y en el punto de vista desde el que lo narra. ¿Cómo afectan a los descendientes las decisiones de sus antepasados? ¿Cómo se construye la historia? ¿Cómo se transmite a las generaciones siguientes?”.
Unos escribimos, otros pintan o esculpen, ellas crean con sus manos. Es cierto que en lo primero destacan Pedro y Andrés y en lo segundo, Seve. Uno se alegra por ello, hoy, nadie duda de su gran calidad literaria y artística
Luis García Trapiello también ha ejercido, como articulista, como columnista, en diversos medios, que es, a su juicio, una forma de compartir reflexiones de política educativa, de ética... que cumplen la función de obligar a precisar el pensamiento propio, en definitiva, un modo de poner en práctica la filosofía, que para él es un placer. “No sé a cuánta gente ayudó a pensar, pero nunca renuncié a que así fuese”, matiza Luis, que en la actualidad es miembro del Consejo Escolar de la Comunidad Valenciana, y de su Permanente, como persona de reconocido prestigio (2015) y del Consejo Escolar del Estado, por el mismo sector (2021).
“... En la República no solo quedaron pocos cuadros militares sino que la mayoría de los que se enrolaron como voluntarios eran manifiestamente antimilitaristas. Para ellos, los mandos militares eran la expresión del capital que los había oprimido, el brazo armado de los ricos, a los que odiaban. Es más, ellos luchaban, decían, guiados por los principios revolucionarios de igualdad, fraternidad y libertad, que no casaban con la disciplina, obediencia y jerarquía...”.
La importancia de la filosofía en nuestros días
Como filósofo, Luis cree que la pandemia no nos ha hecho mejores, y probablemente tampoco peores, “pero lo cierto es que no nos ha servido para nada, solo para sufrir. Lo sucedido en las residencias de mayores puede ser tomado como ejemplo: ya nadie reivindica la revisión de su arquitectura, su estructura organizativa, su funcionamiento interno, el personal que ha de emplearse en su servicio, su relación con los centros de salud público...”.
La pandemia es, en su opinión, un tiempo de confusión, porque la pereza mental, que tan cara es a tanta gente, la facilita. “El clic que nos llevaba antes a las obras de autores también lleva a la estupidez y a la necedad. Todo el mundo se sabe profesor, médico, jurista... y profesional formado de cuanto hacer requiera estudios y preparación continua. Se dice 'democrático' a defender como iguales la opinión del necio y el conocimiento del sabio. No se dice democracia de las instituciones que nos constituyen como sociedad, sino de la exigencia de que la opinión de uno, solo o sumado a otra mucha gente, sea aceptada sin más y con primacía”.
Está convencido de que en esta guerra cultural, los valores del pensamiento neoliberal van ganando posiciones y esta pandemia lo ha puesto de manifiesto en algunas capas sociales, en algunos territorios. “Yo, yo, yo... lo mío, lo mío, lo mío... mi esto, mi aquello, mi, mi...”.
La pandemia es causa, asimismo, “de un cambio significativo en los estados de ánimo, nos ha afectado la ausencia del gesto, la carencia de los abrazos”, lo que expresa asimismo mediante estos versos:
“Cuando el helado viento del norte entumece los músculos y duelen o cuando el tórrido viento del sur revestido de polvo seca la boca y ahoga, las palabras son inútil consuelo. Solo resta el abrazo, muy fuerte y en silencio”.
En estos momentos, la editorial Sargantana tiene previsto publicar en octubre otra de sus novelas, lo que le entusiasma a este leonés, que, como otros muchos, vive lejos de León. Y, por ende, ajeno a la vida literaria de la tierra leonesa. “También lo soy a la de esta en la que habito desde hace tanto. No soy sujeto de cenáculos. Hoy es mucha la producción editorial y uno no puede llegar a todo, mentiría si dijese que conozco la literatura que publican autores leoneses. Uno siempre pierde cuando el tiempo del que dispone le obliga a elegir”, afirma con transparencia este ponente en varios cursos y en diversos Informes anuales del Consejo Escolar Valenciano, además de coordinador y coautor del 'Libro blanco de la educación en la Comunidad Valenciana. 2014'.
La pandemia es causa de un cambio significativo en los estados de ánimo, nos ha afectado la ausencia del gesto, la carencia de los abrazos
Entrevista breve a Luis García Trapiello
“El mundo no se entiende, se hace por transformarlo”
¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?
Acabo de releer, una vez más, la 'Odisea', pero esta vez en la magnífica versión de Samuel Butler. Son muchos los que se leen por segunda o reiteradas veces, estos últimos, de poesía.
Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).
La mujer, el hombre.
Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).
Lo insoportable no se lee y si se ha leído, se guarda silencio. La ausencia de elogio, ese silencio, es una forma elegante de hacer una crítica.
Un rasgo que defina tu personalidad.
Son los otros quienes nos definen, aunque su definición no nos constituye.
¿Qué cualidad prefieres en una persona?
Si no se es honesto con uno mismo, es merecedor del mayor de los desprecios.
¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?
Contestaría con la ponencia escrita sobre 'Verdad y mentira (postverdad) en la política' (Hannah Arendt), pero no hay espacio. Esa sería una de las respuestas, pero hay más.
¿Qué es lo que más te divierte en la vida?
Vivirla.
¿Por qué escribes?
Porque somos seres sociales en los que la comunicación nos posibilita como tales.
¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?
En absoluto, un medio no determina el acto, solo lo hace el sujeto.
¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?
Las aguas ya están mezcladas y digeridas. Es posible que, cuando uno es joven y comienza a escribir, quienes lo lean puedan encontrar trazas, en mayor o menor cantidad, de este o de aquel autor, pero, pasados unos años más, son tantas las fuentes en las que se ha bebido que sus aguas, digeridas, ya no son de las fuentes, sino que es agua de uno mismo. Hubo un tiempo en el que para conocer la obra de un autor había que buscar, si se tenían recursos, y no siempre se encontraba. Hoy, todos estamos a un clic de cualquier obra publicada. No obstante, dejemos para los críticos la fijación de influencias, estilos y formas. Les pertenece. Quien lee llega a conocer o no lo que pensamos, disfruta o no con las palabras que le ofrecemos.
¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?
Ni escribo ni sigo, pero no es mejor que escribir uno o seguir algún otro.
Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.
El mundo no se entiende, se hace por transformarlo.