Ángeles Flórez Villarroel: “El cementerio, que tanto visito, es el lugar de inspiración por excelencia”

Ángeles Flórez Villarroel.

Manuel Cuenya

Decidme qué hacer cuando la vida y la muerte

se rozan con la sutileza de un oscuro velo,

porque hasta la locura me ha llevado

esta desnuda sensación,

cálida en sus matices,

oro en su definición,

y de valor incalculable en su compleja

y ambigua atmósfera.

Elucubro instantes que me lleven a razonar,

imagino un rosado amanecer,

bajo al infierno y en mi bolsillo ni siquiera llevo

un óbolo para cruzar al otro lado,

y de vuelta a la quietud de mis pensamientos

derramo un atisbo de sonrisa a Ella

que sentada frente a mí está.

(Ángeles Flórez Villarroel, 'Pensamiento', incluido en su poemario 'Al este de mis pensamientos')

Entusiasta de escritores como Poe, Baudelaire, Rimbaud o Alejandra Pizarnik, Ángeles Flórez Villarroel es autora de la obra 'De un diario enterrado' y la reciente 'Al este de mis pensamientos', que corresponden a diferentes etapas de su vida y su modo de abordar la escritura.

'De un diario enterrado' es su ópera prima, que ella califica de pueril. No obstante, este libro le permite darse a conocer entre el público, habida cuenta, además, de que se considera una persona bastante introvertida y silenciosa en su vida. Y escribir poesía es, en su opinión, entregar una parte de uno mismo a quien nos lee, lo que no resulta fácil.

Un poemario que les dedica a sus amigos, en el que hace, según ella, un recorrido por una infancia apenada, en la que tienen cabida la angustia, muerte, las obsesiones... “Todo aquello que no queremos detenernos a reconocer... pero que es la realidad de la vida, el enfrentarnos con la parte agria, aunque lo hagamos a través de versos sedosos, porque no hay mayor belleza que hablar de lo oscuro utilizando el lenguaje más hermoso que podamos hallar. En esto admiro a los escritores románticos”, señala Ángeles, cuyo segundo libro, 'Al este de mis pensamiento', nos adentra en una época de profunda melancolía, expresada mediante la imagen de una calle desierta y un largo muro de ladrillo rojizo... “la agradable temperatura de un atardecer que me lleva a la niñez y los árboles rectos que se levantan ante mi vista, los árboles que siempre he admirado, incluso a veces creía ver a una elegante mujer paseando con un cochecito a un bebé... Esta imagen viene para sosegarme y me calma y lo consigue...”, explica su creadora.

Un volumen que contiene, en sus propias palabras, muerte y sueños repetitivos. Sueños o pesadillas que conviene diseccionar, analizar de un modo exhaustivo, con el fin de entender la realidad. Ese mundo onírico, subconsciente, que logra desentrañar el psicoanálisis, “el cual, tímidamente, hace también su aparición”.

La cubierta del libro, con ese ladrillo rojizo y la cita que hace su autora a Ian K. Curtis, nos introduce de lleno en el contenido melancólico de sus páginas:

“Existo de la mejor manera que puedo hacerlo.

El pasado es ahora parte de mi futuro.

El presente está fuera de control“.

“Para mí, Ian Kevin Curtis es el mejor compositor-poeta y cantante del post punk en la banda Joy Division, al cual admiro por sus letras de alto contenido intimista, oscuro y melancólico, por eso indudablemente lo elegí a él”, nos aclara Ángeles, que dice escribir sin grandes pretensiones, aunque satisfecha con los resultados obtenidos, porque cree que la poesía no tiene muchos lectores/as. Y encima existen, a su juicio, muchos escritores. Pues estamos viviendo un momento de efervescente actividad creativa, “sobre todo literaria”, en la provincia de León. En este sentido, destaca al escritor Julio César Álvarez y su obra 'The Smiths. Pálidos y débiles', “fantástico libro que además lo tengo firmado por su autor y con el que me sorprendió mi hijo el año pasado, porque adoro este grupo y fue el regalo perfecto para el día de la madre”.

https://www.ileon.com/cultura/037852/julio-cesar-alvarez-en-la-ciudad-de-leon-hay-creadores-artisticos-de-mucha-altura

Se siente orgullosa de formar parte de este mundo literario leonés. Y que los leoneses muestren una especial sensibilidad hacia la literatura, con una gran cantidad de escritores emergentes.

“Lo que sí me llama la atención es la teatralización, a veces demasiado exhibicionista, que se hace con la literatura, y lo digo con todo mi respeto, quizá porque en mi caso la timidez me impide romper la barrera con el público y además creo que la lectura, sobre todo la poética, requiere de un cierto reposo y especial dedicación”, matiza Ángeles, que se siente fascinada por el arte en cualquiera de sus disciplinas, ya sea en la pintura, “sobre todo la prerrafaelita, donde se unen los colores, la mitología y la poesía; la fotografía, que me apasiona y además es para mí una fuente de inspiración, porque todo lo visual me atrapa y me abstrae, como la fotografía post mortem, siniestra, gótica; o bien la música, como se suele decir en vena, porque sin la música no podría vivir, va unida a mí desde la adolescencia, impregna mi vida y mis sentidos, la adoro, y en León hemos tenido a grupos excelentes como Los Cardiacos, y una efusión musical paralela a la que se vivió con la Movida... Y ahora también contamos con grupos estupendos”, afirma esta apasionada lectora, con el deseo de estar en un constante aprendizaje.

La lectura como entretenimiento. Pero también como una manera de conocer el mundo, de viajar, “de separarnos de la realidad entre las hojas...”, matiza Ángeles, interesada asimismo por la Escuela de Arte de León https://www.escueladearteleon.com/oferta-educativa/cfgs-vidriera-art%C3%ADstica/, en especial “por el arte en vitrales que se lleva a cabo en esta ciudad y de la que debemos estar plenamente orgullosos, un trabajo caleidoscópico y preciso en los colores y las formas del cual siento una verdadera admiración”.

Para mí, Ian Kevin Curtis es el mejor compositor-poeta y cantante del post punk en la banda Joy Division, al cual admiro por sus letras de alto contenido intimista, oscuro y melancólico, por eso indudablemente lo elegí a él

La importancia de la lectura y la escritura en la vida

Respecto a la lectura, confiesa que no puede concebir un solo día sin leer, sin abrir el libro que a buen seguro le entusiasmará.

En su caso, tanto la poesía como la narrativa son importantes en su vida. “Cuando aparece la poesía en mi vida lo hace de lleno y explota en mí como una tormenta en la que cada verso cobra un significado del que yo bebo sin cansarme. Bendita época y benditos los poetas que llegaron y me iniciaron en estas lecturas que cambiarían mi vida”, explica con rotundidad Ángeles, que entiende la escritura como algo catártico, pues le sirve para expulsar fuera lo que lleva dentro.

Comenzó a escribir de forma creativa y espontánea hace aproximadamente ocho años. Se inició en la escritura de un diario mientras cuidaba de su madre, en una época bastante intensa –asegura–, convencida de que este modo podría ahuyentar todo aquello que le atormentaba, le angustiaba, le dolía y le hacía retorcerse por dentro.

“Suelo escribir con un sencillo lapicero... el primer diario lo quemé, sí, lo quemé en un arrebato mezcla de angustia y arrepentimiento, pensando quizá en que alguien lo pudiese leer... después llega el arrepentimiento por haberlo destruido... Al segundo diario le arranco las primeras hojas otra vez en un momento de angustia, aunque esta será la última vez que me deshaga de lo escrito, ya no hay vuelta atrás, hay que dejar impreso lo que siento, sueño y me debilita en esta vida. El diario que tengo al día siempre va conmigo, lo necesito, porque en cualquier momento, y esto me suele ocurrir, todo empieza en una frase, una palabra, que asalta mi mente y tengo que anotarla rápido, de lo contrario se puede perder y la necesito para empezar a componer. Es mi compañero de confidencias, anoto ya no solo mi vida, también es mi agenda... Mis diarios están guardados, los atesoro”, apostilla esta autora nacida en Cistierna, “el lugar del que nunca me he movido, porque incluso vivo en la misma casa en la que nací. La casa que marca mi existencia y lo que soy, abarrotada de recuerdos, del patio donde tanto jugué sobre todo con Cristina, mi mejor amiga, donde tanto jugué también sola, imaginando y soñando despierta, porque desde niña he tenido tendencia a la soledad, y todo esto es lo que conformará, desde la niñez, lo que años después brotará en mi escritura”.

Cistierna es para ella toda su vida... Es el desaparecido colegio de las Madres Dominicas donde estudiara, que dice recordar estancia por estancia, pues su memoria es impecable, según ella. Y además eso puede corroborarlo en sus sueños, que archiva con precisión.

“Mi pueblo es un pueblo en el que viví el esplendor de la minería, de la que hemos vivido directa o indirectamente la mayoría, por no decir todas las familias, de gente obrera, trabajadora y luchadora.

Mis padres tenían una tienda que para mí era como una prolongación de todos nosotros y se me inculcó desde bien pequeña la querencia por el negocio. Se me preparó para el futuro, y así con solo quince años y hasta ahora es mi trabajo y también mi vida“, rememora Ángeles, cuyo gran tema de inspiración es la muerte. ”El cementerio, que tanto visito, es el lugar de inspiración por excelencia y el que me lleva irremediablemente a la infancia mientras recorro y observo las lápidas que mil veces he mirado, vida y muerte unidas en el Camposanto. Los recuerdos de mi niñez y adolescencia por sus calles o en el colegio, que rebotan en el papel de una forma brutal“, apunta esta poeta y narradora, que leyó por primera vez a Poe cuando ella tenía dieciséis años y se quedó fascinada. ”Nunca había leído nada parecido, tan misterioso y oscuro... Fue lo mejor que pudo ocurrirme“. Después de Poe, se aficionó al misterio de la escritora británica Agatha Christie, atraída por los escenarios en que ambientaba sus obras, por su estética. Luego llegó una larga época en la que se obsesionó con Egipto, leyendo a Christian Jack y revistas dedicadas especialmente a la egiptología, artículos en periódicos... viendo documentales... encontrándose con la muerte, los enterramientos, la conservación de los cadáveres, ”todo tan irresistiblemente atractivo debido a mi interés por lo mortuorio“. Y a partir de ahí surge su pasión por Baudelaire y Rimbaud, que le remueven profundamente sus sentimientos, quedando fascinada y conmovida, ”escritores que describen el sufrimiento, sobre todo Baudelaire, con palabras entre el dolor y la dulzura, que hablan sobre la degeneración del hombre y sus vicios, sobre el amor roto y tormentoso sin ninguna etiqueta, sin atenerse a la moral, escribiendo sobre lo prohibido en una época apestada de falsedad“.

El descubrimiento de la poeta Alejandra Pizarnik le influye de un modo decisivo. “La intensa poeta, la verdadera poeta, porque ella nació para ser poeta... Ella dijo: 'Soy un signo de interrogación, rodeado de ojos y de fuego. Siento envidia del lector aún no nacido que leerá mis poemas. Yo ya no estaré'. ¿Cómo se puede escribir el destrozo del ser, de su intimidad, del amor, tan valientemente y dolorosamente”, se plantea Ángeles, devota asimismo de Bukowski, Verlaine, Wilde, Wolf, Lovecraft, Cioran, “con el que me siento bastante identificada”, o Leopoldo María Panero, “el cual me ha dejado boquiabierta por su crudeza y la descripción del sufrimiento, con un estilo admirable...”.

Cuando aparece la poesía en mi vida lo hace de lleno y explota en mí como una tormenta en la que cada verso cobra un significado del que yo bebo sin cansarme. Bendita época y benditos los poetas que llegaron y me iniciaron en estas lecturas que cambiarían mi vida

Todos esos escritores/as que han hablado de la muerte, de los fracasos, los remordimientos, las obsesiones... han influido en su forma de entender el mundo.

En estos momentos, está preparando su tercer libro, que espera esté escrito con fuerza e intensidad, con libertad, sin miedo y sin autocensura, porque cree que un libro no debe dejar indiferente a nadie, “hay que arrancar de uno mismo lo que más amarga y que al lector le remueva lo que lee hasta el punto de que le fascine o lo odie y hasta crear una atmósfera que levante ampollas de asombro”, puntualiza esta creadora que siempre está escribiendo, aunque en su caso lo haga por impulsos, según su estado de ánimo. “En épocas de tranquilidad soy poco fértil, porque es donde me relajo y soy poco creativa, en ese tiempo no tengo casi nada que ofrecer”, precisa Ángeles, para quien lo mejor para conocer a un escritor/a es leer su obra, donde figura la esencia.

Entrevista breve a Ángeles Flórez Villarroel

“El arte vive de la libertad para expresarse con toda su fuerza”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Releo una vez al año y desde hace ya muchos los poemas de Alejandra Pizarnik. Y del que me ha costado soltarme, qué difícil, 'Seda' de Alessandro Baricco.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Emily Dickinson, una admirable escritora que sin apenas salir de la residencia en la vivía y cuidaba de sus padres, pudo escribir su extensa obra sin conocer más mundo que el que mantenía por correspondencia y del jardín con el que tanto disfrutaba cuidando en sus ratos libres.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

Esta es una pregunta muy delicada, porque todos los libros para mí tienen todo mi respeto, pero con el que nunca he podido es con 'El Quijote', lo siento, pero se me ha atragantado siempre.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La timidez.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Sin duda el buen carácter, estar con una persona así me tranquiliza.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Es un tema que me tiene desencantada y en contadas ocasiones hablo de política, además yo necesito pasión para opinar sobre algo y la política no es que me apasiona mucho.

Ahora, si hablamos de la falta de libertad o libertad a medias que estamos viviendo en este país, en nuestra sociedad, ahí sí me siento dolida y sobre todo la libertad que se necesita en el arte, porque el arte vive de la libertad para expresarse con toda su fuerza.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

La música, porque además de divertirme me da la vida, pero la buena música, no toda la música me divierte y me gusta, la hay verdaderamente aborrecible.

¿Por qué escribes?

Porque sobre el papel puedo expresar todo aquello que de viva voz se me atraganta, aunque a veces me duela, pero es donde doy vida en plena libertad y sin censura a lo que me atormenta, deseo y enfrento.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Las redes sociales bien utilizadas pueden ser una ayuda, todo depende de cómo nos sintamos en este medio a la hora de exponernos. En mi Facebook es donde menos publico mis poemas, lo hago esporádicamente, no me gusta cansar o agobiar a mis amigos virtuales, porque a veces lo que se consigue es el efecto contrario, el de la pesadez y hastío. A veces mi ilusión sería la de prescindir de la red social e incluso tengo temporadas que desconecto mi Facebook, pero a la vez también necesito tenerlo para estar en contacto con gente que estimo, es un tira y afloja.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

La fotografía, sobre todo, me inspira muchísimo una imagen que me atraiga, creo que tengo el sentido de la vista muy desarrollado y suelo observar, no mirar.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Desde hace más de siete años, escribo en Mandrágora, una página de mi amiga y escritora gaditana Rosa Negra, la cual junto a un excompañero y amigo que lo dejó, me ofrecieron la oportunidad de comenzar a perder el miedo a ser leída y publicar mis poemas y que a día de hoy continúo junto a otro nuevo compañero, haciendo si puedo diariamente mis publicaciones.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Por desgracia los humanos tendemos al egoísmo sobre todo en esta tierra en la que vivimos, pero la esperanza y la confianza me empujan a creer y convencerme de que algún día seremos benevolentes con la naturaleza y los inocentes animales, que son los que pagan nuestras injustas acciones contra ellos.

Etiquetas
stats