La primavera llega con tiempo invernal
El inicio de la primavera, que ha arrancado este jueves a las 17.57 horas, llega con una bajada importante de temperaturas a partir de mañana viernes, de entre seis y siete grados, que contribuirá a dejar ya ciertas nevadas en cotas altas de la Comunidad este fin de semana, según las previsiones a corto plazo elaboradas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Con estos valores concluyen dos semanas primaverales en Castilla y León que obligarán de nuevo a abrigarse a determinadas horas del día y que reduce el riesgo de alergias por la ausencia de estabilidad.
Esta situación de caída de temperaturas se mantendrá, al menos, durante los próximos 20 días. Así lo aseguró el jefe de Predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) Castilla y León, Juan Pablo Álvarez, quien recalcó que, en primer lugar, entra un frente a partir de mañana acompañado de una masa de aire frío, que dejará la Península para dar el relevo durante la noche del sábado y la jornada del domingo a alguna nevada en el Sistema Central, Sierra de la Demanda y zonas de barlovento de la Cordillera Cantábrica.
La Comunidad pasará de una media de 20 grados centígrados de máximas a unos 13 o 14, y las mínimas de 6 y 7 grados se convertirán en cero e incluso se producirán heladas débiles el domingo. A ello se sumará la sensación térmica fría que provocará el viento, que será de componente norte.
Ya para la próxima semana, un frente podría entrar el miércoles procedente del Atlántico sur que llegaría por el Golfo de Cádiz y generar algunas tormentas en la Comunidad. En resumen, Álvarez avanzó que durante la primera semana de abril se registrarán valores “normales” de la época, si bien se reducirán ligeramente en la segunda.
En cuanto a la Semana Santa, que este año se celebra del 13 al 20 de abril, Álvarez no se aventuró con previsiones que puedan ser precipitadas, si bien citó un estudio reciente que la Aemet ha elaborado sobre los días en los que tiene lugar la Semana de Pasión. Según los “valores climatológicos medios” de los últimos 42 años, “hubo precipitaciones en casi la mitad de esos días de estudio”, lo que no significa, reiteró el jefe de Predicción, que este año vaya a ser exactamente así. “Nosotros, cuando tengamos las predicciones, solo podremos informar a las cofradías, pero serán ellas las que tomen la mejor opción. En todo caso, son fechas y horarios en las que no hay alternativas”, dijo.
Álvarez defendió que los modelos determinantes de predicciones solo se prevén con exactitud a tres días vista. “De ahí esta complicación a falta de un mes”, comentó.
Invierno lluvioso y cálido
El delegado territorial de la Aemet Castilla y León, José Pablo Ortiz de Galisteo, realizó balance del invierno, que en resumen registró un 50 por ciento más de días lluviosos que la media de los últimos 40 años -frente a un 20 por ciento de incremento en España- y con temperaturas cálidas. “Ha sido un invierno primaveral y ahora damos la bienvenida a una primavera con un cambio de tiempo más invernal”, matizó.
Sin embargo, notificó que está dentro de la normalidad, si bien consideró que es “inequívoco” un cambio climático asociado a un crecimiento de fenómenos meteorológicos y más continuados en el tiempo, como por ejemplo, dijo, las ciclogénesis explosivas.
Ortiz de Galisteo, que destacó la presencia de Aemet en Twitter y a partir de ahora en Facebook, señaló que las precipitaciones se situaron en una media de 200 litros por metro cuadrado, cuando la media es de 133, lo que sitúa a este invierno como el séptimo más lluvioso, muy lejos de 1978-1979, con 330 litros. “Siendo un año lluvioso, no ha batido ningún récord”, dijo.
Los valores difieren mucho entre El Bierzo, con 367 litros de media en Ponferrada, y Ávila, donde se registraron 102. Tejedo de Ancares (León) alcanzó el punto con más cantidad de agua, con una media de 1.200 litros por metro cuadrado. En datos porcentuales, en Zamora llovió un 77 por ciento de la media, mientras que en Ávila lo hizo solo un siete por ciento más. En Valladolid, por ejemplo, el agua se dejó ver 49 días en tres meses, cuando lo normal son 21 jornadas
Por meses, Ortiz de Galisteo señaló que diciembre fue húmedo, enero obtuvo un 70 por ciento de precipitaciones más de lo normal, con 20 días de lluvia y únicamente tres días de anticiclón, entre el 8 y el 10. En febrero, el protagonista fue el viento, con varios episodios de cliclogénesis explosiva.
Las lluvias entraron principalmente por el oeste. Desde el 1 de octubre hasta la actualidad, es decir, el año hidrológico, ha llovido un 22 por ciento más que la media, aunque en El Bierzo, un 38 más, mientras que en Ávila, al contrario, un diez por ciento menos.
En cuanto a las temperaturas, la media alcanzó los 4,8 grados centígrados, frente a los 4,4 de lo habitual, igual que en España. “Ha sido más cálido, pero no especialmente atípico”, comentó Ortiz de Galisteo, que recordó datos de 1971, con 2,6 grados de media y de 2005, con 2,7. En 1990, por otro lado, fue muy superior, de 6,7 grados.
“Ha sido un poco diferente porque a primeros de año, habitualmente, se alcanzan las temperaturas más frías, y en esta ocasión fue la primera quincena de diciembre”, subrayó, en una época del año en que se registraron importantes oscilaciones de temperaturas, que alcanzaron los 25 grados en Morón de Almazán (Soria). En febrero las temperaturas fueron más frías que en enero.