Urbanizaciones fantasma

Urbanizaciones fantasma. Frente a Monte San Isidro

Isabel Rodríguez

Son la insistente resaca de la fiesta del ladrillo. Pisos vacíos, chalés a medio hacer, urbanizaciones fantasma que no representan ni la sombra de lo que sus promotores habían augurado. El estallido de la burbuja inmobiliaria ha salpicado el paisaje leonés de bloques de cemento inacabados y grúas paralizadas, reflejo de la situación de todo un sector. Los suntuosos carteles que los preceden anuncian lo que no fue.

El primer ejempo lo encontramos en la capital leonesa, en La Lastra, con inmuebles en los que apenas hay vecinos y zonas comunales despejadas. Pero hay más edificaciones en coma, hemos visitado algunas de ellas. Alto del Portillo, Reino de León Golf, Villatoldanos... ¿Qué va a pasar con ellas? “Estamos en un momento de incertidumbre”, reconoce el presidente de la Asociación Leonesa de Edificación y Obra Pública, Javier Vega Corrales, quien sin embargo ve la luz en el denominado 'banco malo', el Sareb (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria). “Con la creación de este banco el primer objetivo es la venta de las viviendas terminadas, el segundo la venta de vivienda semiterminada o parada y despúes los suelos”. En su opinión, “en dos o tres años” se irá dando salida, de forma progresiva, a estas viviendas.

Para Vega Corrales lo positivo es que el Sareb pone un “tope a la bajada de precios”. Además, señala que a partir de ahora habrá mayor flexibilidad en el mercado. “Se combinará el alquiler, la venta... no habrá tanta ley del péndulo y se dará fraccionalidad al proceso de comercialización”. Medidas que pretenden aliviar un sector cuya imagen ha quedado desprestigiada. “El sector de la construcción o inmobiliario se ha denostado mucho, pero sin él nos va a ser muy difícil tirar para delante porque generaba mucho empleo y ahora no lo generamos”, advierte Vega Corrales.

Villatoldanos

La sensación es extraña al llegar a Villatoldanos, en el municipio de Villaturiel. No hay ni una casa, pero sí cientos de farolas y papeleras ubicadas en las lenguas de asfalto que atraviesan el descampado. Los aparcamientos se encuentran perfectamente definidos junto a la acera con líneas pintadas que reservan plazas para los minusválidos.

Las calles tienen nombre de grandes escritores españoles, Pío Baroja, García Lorca, Garcilaso de la Vega... Las señales piden precaución en los pasos de peatones que solo despinta el viento. Llama la atención que el día que visitamos este desierto de adoquines, varias farolas se encuentran encendidas a plena luz del día. Otras no podrían lucir porque han arrancado sus cables. La sensación es de que alguien se hubiese llevado las viviendas, pero la realidad es que nunca se llegaron a construir. Aun así, un gran cartel de letras desvahídas anuncia la venta de parcelas y chalés en el complejo.

Reino de León Golf

Cuando visitamos esta urbanización, ubicada frente al Monte San Isidro, en León, sorprendemos a un hombre que aprovecha la soledad del lugar para retirar hierros y llevárselos en su furgoneta. Los coge del proyecto de edificio central, un inmueble desnudo, abandonado, junto a una enorme grúa con el sello de la constructora Begar.

A derecha e izquierda de este edificio hay otros bloques de pisos más avanzados que este pero sin finalizar y algunos ya terminados, pero con escasos ocupantes. Según indican en la web de la promotora UFC este complejo ubicado en la carretera de Carbajal se compone de 728 viviendas (300 libres, 374 protegidas y 54 viviendas unifamiliares). Ya se sabe desde hace tiempo que no habrá campo de golf. De momento, los escombros tirados por el descampado sobre el que se asientan estas construcciones no anuncian ningún cambio.

Alto del Portillo

Esta hilera de cadavéricos chalés es una de las postales que se llevan los peregrinos que salen de León por el camino que les llevará hasta Santiago. Es la urbanización Alto del Portillo. La página que contiene los detalles de la obra indica que está ejecutada en un 33% y la componen 73 chalés adosados con una superficie construida de 286 a 341 metros cuadrados y distribuida en cuatro plantas. Los promotores destacan como punto fuerte la cercanía a la ciudad, las vistas y la buena comunicación desde la zona.

Estrella de Izar

Al llegar a la urbanización Estrella de Izar, en la carretera de Asturias, llaman la atención dos carteles. El primero proclama una zona comercial de 20.000 metros cuadrados, el segundo anuncia que un nuevo supermercado El Árbol abrirá sus puertas en el lugar. A la entrada, un hombre controla el paso de los vehículos desde una cabina. Nos deja pasar para visitar la urbanización. Es un día de diario por la mañana y en todo el paseo solo nos cruzamos con tres personas, dos de ellas trabajadores que se emplean en la construcción de una vivienda a medio hacer. El lugar es una amalgama de estilos, algunos chalés ya estaban en esta zona antes de que fuera Estrella de Izar. Hay chalés adosados de diferentes precios, individuales y pisos. En total son 3.650 viviendas en una superficie de 3,2 millones de metros cuadrados.

Los parques se encuentran en perfecto estado pero durante nuestra visita nadie juega en ellos a pesar de que algunas señales advierten de la presencia de niños. Hay carteles que indican viviendas a la venta, en otras plantas bien cuidadas o un perro alertan de la presencia de inquilinos. Tampoco se da uso a las instalaciones deportivas –con canchas y piscina- ni a la cafetería que se construyó en el lugar.

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