La Gatera, matrimonio entre innovación y tradición en el corazón del Húmedo

La Gatera

Marta Cuervo

La Gatera abre sus puertas en el corazón del Húmedo, conservando el espíritu de la antigua tradición, pero con mucha innovación que ofrecer a sus clientes. A modo de maridaje entre lo antiguo y lo moderno, Alejandro, su propietario, define este recién estrenado restaurante como un lugar donde la gente puede venir, disfrutar y encontrarse en la plaza San Martín en un local totalmente distinto a nivel decorativo.

“A nivel gastronómico, el cliente puede encontrar la fusión entre la comida tradicional, castiza de León, y otra más evolucionada, más de mercado, tomando como punto de partida lo que son las materias primas tradicionales, y dándole media vuelta de tuerca a esos platos típicos, tan tradicionales de la gastronomía leonesa. Que el comensal pueda disfrutar de esa tradicionalidad, desde otro punto de mira”, explica el leonés.

Matrimonio entre lo antiguo y lo moderno

En esta fusión de lo nuevo con lo antiguo, se respira un ambiente vintage industrial, donde el toque de modernidad en cuanto a iluminación y decoración con vinilos y papel pintado, respeta el ladrillo visto, el adobe, las vigas de madera, y los portones del siglo XVIII.

También llama la atención la escalera de caracol de madera antigua. “Nuestro deseo, es que el cliente se sienta a gusto, cómodo. Hemos pretendido crear un lugar cálido, que se sientan como en el salón de su casa”.

Este respeto se lleva al extremo en su carta y en el menú del día, de martes a domingo, donde La Gatera conjuga gastronomía con platos de cuchara de la tierra, como lentejas con chorizo, alubias con almejas, garbanzos con callos, o con bacalao, “platos típicos, elaborados a la antigua usanza, sin ningún tipo de aditivos, de la manera más tradicional”; con otros que, “tomando como base la materia prima, damos una vuelta, creando platos más divertidos”, detalla Alejandro.

La experiencia gastronómica, algo divertido

buscan ese juego de sabores y mezclas en la boca que hacen de la experiencia gastronómica algo divertido, no solo buscar el tema tradicional, que haya juego y que el comensal tradicional encuentre e sitio en la gatera, pero que ese comensal que busca experiencia gastronómica también lo encuentre.

“Utilizando la morcilla, una de nuestra enseñas gastronómicas, mezclada con manzana caramelizada, pasas y piñones, hacemos un revuelto. Así tenemos la morcilla de León pero con un toque divertido y cuya mezcla nos trae sabores diferentes”, añade el dueño de La Gatera.

A nivel de carta, los puntos fuertes de La Gatera son, entre otros, el pulpo clásico a la gallega, cuya evolución sería el 'púlpito a la parrilla con cremoso de patata', y otras mezclas de sabores llevadas al extremo: “Manzana caramelizada con salsa de foi y mezclada con queso en un milhojas, y las piruletas de gambón con tempura crujiente y un toque de salsa tártara, típica de pescados”, explica Alejandro

Según el experto en gastronomía, se trata de “maneras distintas de comer un mismo plato, sin tener que viajar a platos minimalistas; una cocina mucho más evolucionada, que nos aporta sensaciones distintas en la boca, un juego de sabores y mezclas que hacen de la experiencia gastronómica algo divertido”.

La Gatera tiene adisposición de sus clientes un menú, de martes a domingo, que consta de cuatro primeros y tres segundos, por un precio de 11 euros, 13,50 los sábados y 14 euros el domingo, donde se busca la misma experiencia gastronómica.

El comensal que se sienta comer puede ser muy variado, pero La Gatera tiene todo bajo control: “Desde gente que busca un buen estofado de primero, un plato de cuchara y un plato de carne guisada de segundo, una persona vegetariano, otras que quieren cuidarse o están a dieta, o el comercial que se pasa la semana fuera de casa y busca una ensalada y un buen pescado”.

“También trabajamos con menús de grupos, tanto para familiares y amigos, como presentaciones de empresas. Contamos con un salón preparado con audiovisual para presentaciones y con equipo de sonido propio”.

La máxima de La Gatera es “dar cabida a todos los perfiles que nos podamos encontrar, desde la pareja que quiere una cena romántica, con salones reservados, hasta el grupo de amigos que quiere disfrutar de una cañas o vinos”.

Distribución del espacio

La Gatera, nombre que eligó la mujer de Alejandro, cuenta con tres alturas: “La planta de calle, destinada a la barra y zona de picoteo informal, es la más dinámica y en ella se pretende dar ese espacio de esparcimiento. Ofrecemos una carta especifica de 10-12 raciones todas por debajo de los 10 euros, como sartén de huevos rotos con picadillo, sartén de boletus con gambón, o tosta de jamón ibérico con rallado de tomate y aceite de orégano. Las dos plantas superiores están destinadas a servicio de comedor, dividas en cuatro salas. La Gatera cuenta con una capacidad de 90 personas en total”.

En cuanto a los vinos, La Gatera tiene una carta de vinos con más de 50 referencias de vinos de las principales Denominaciones de Origen.

“Redundando en el tema de la fusión entre antiguo y moderno en los caldos también se refleja: tenemos las típicas referencias de vinos conocidos, Rioja, Ribera, Rueda y Toro, por ejemplo, y otras que buscan matices distintos, como DO Montsant y DO Alella. Son cosas sorprendentes y no por ello elevadas de precio. Al cliente que le guste el mundo de la enología encontrará un hueco para disfrutar nuevas referencias”, aconseja el leonés.

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