El drama del paro de muy larga duración en datos

Parados de muy larga duración en Castilla y León 2013

R. Travesí/Ical

El número de parados que habían trabajado anteriormente y que no lograron un empleo en los últimos tres años en Castilla y León aumentó en 15.500 personas a lo largo de 2013, por lo que la cifra de desempleados de muy larga duración se sitúa en 51.400 individuos. Son los datos extraídos de la submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA) que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La larga crisis económica, que se ha cebado con el mercado de trabajo, está detrás de que el 22,4 por ciento del total de los parados con experiencia laboral previa lleve más de tres años sin encontrar un empleo en la Comunidad Autónoma. Se trata de un porcentaje ligeramente inferior a la media nacional (23,1 por ciento) pero 1,8 puntos más que en 2012.

Una diferencia que aumenta a los 10,7 puntos al compararlo con los parados de muy larga duración que había en 2009. Desde entonces, no ha parado de crecer a medida que aumentaba la destrucción de empleo. En 2010, las personas que no habían podido reincorporarse al mercado laboral en los tres últimos años suponían un 14,2 por ciento del desempleo total; un 16,7 por ciento en 2011 y un 20,6 en 2012. La comparación entre 2013 y 2008 arroja incrementos del 249 por ciento en la Comunidad mientras que el paro general aumentó, en ese mismo periodo, un 137 por ciento. Es decir, la cifra de desempleados con más de tres años en el paro se multiplicó por cuatro durante la crisis económica.

En el conjunto de España, este colectivo con importantes problemas de empleabilidad alcanzó los 1,2 millones de parados el año pasado, lo que supone un 22,4 por ciento más que en 2012 frente al incremento anual del 15,5 en la región. Contrasta que el número total de desempleados haya descendido en los últimos meses pero no así el de parados de larga duración.

La última EPA, correspondiente al primer trimestre de 2014, ya recogía que el 62,8 por ciento de los 257.400 de parados en la Comunidad llevaba más de un año sin encontrar un trabajo. De ellos, 106.300 personas estaban a la espera de un empleo desde hacía más de dos años mientras que otras 55.400 buscaban un empleo entre uno y dos años. Pero ahora, la submuestra disecciona, aún más, a los parados de larga duración, hasta concretar que en 2013, como promedio anual, había 51.400 personas con más de tres años en el 'dique seco'.

Sin prestaciones ni subsidios

Individuos que ya han agotado el derecho a una prestación por desempleo pero también los subsidios posteriores, por lo que cada vez hay más hogares en la región donde no hay ningún ingreso. Según los datos del Servicio Público de Empleo (Sepe), en la actualidad hay 120.052 beneficiarios de ayudas públicas por desempleo en Castilla y León, entre prestaciones contributivas, subsidios y rentas activas de inserción. Son poco más de la mitad (52 por ciento) del total de parados que registra la EPA.

Las expectativas para estas personas de encontrar un empleo tampoco son halagüeñas ya que los expertos reconocen que cuanto más tiempo pasa uno apartado del mercado laboral más complicado es encontrar un trabajo, al perder habilidades y contactos. Una situación que se agrava en el caso de los parados de muy larga duración, con edades que superan los 50 años.

Son franjas de edad con grandes dificultades para lograr un empleo y con el temor de quedar excluidos del sistema para el resto de su vida laboral. No hay datos por autonomías pero el colectivo de parados de muy larga duración por encima de los 55 años en España supone el 17 por ciento del total. El grupo más castigado cuenta con entre 45 y 54 años, al suponer el 27 por ciento.

Pese a este número considerable, la mayor parte de los desempleados en Castilla y León que recoge que la Encuesta de Población Activa había contado con un trabajo. El 42,9 por ciento (98.400 personas) que dejó de trabajar en 2013 fue por la finalización del contrato, cuatro puntos menos que en el ejercicio anterior. Otro motivo de peso para engrosar las listas del paro fue el despido o la supresión del puesto (incluida la regulación de empleo) que afectó a 59.400 castellanos y leoneses, el 25,9 por ciento del total de desempleados con experiencia laboral previa. Se trata de casi seis puntos que la media nacional.

Otro de los parámetros que no cambia en la submuestra de la EPA es el de la formación. Se vuelve a cumplir la ecuación de que a mayor nivel de estudios, más posibilidades de encontrar un empleo. No en vano, el 58,8 por ciento de los desempleados de la Comunidad solo contaba con formación básica. Son siete puntos menos que la media nacional.

Microempresa con menos trabajadores

El análisis detallado de la EPA también revela que los ocupados en microempresas con menos de diez trabajadores cayeron en 2.000 personas a lo largo del año pasado. Pese a ese descenso, este tipo de negocios emplea al 43 por ciento de los trabajadores existentes en la Comunidad, casi cinco puntos más que en el conjunto de España. Las empresas de la región con más de 250 empleados también perdieron 8.200 activos en 2013 y solo significan el 13,2 por ciento del total de compañías inscritas en la Seguridad Social.

La encuesta que publica el INE constata que la mayor parte de los trabajadores de la Comunidad tiene un jefe, pero sin subordinados a su cargo. En concreto, el 64,8 por ciento mientras que otro 14,2 por ciento de los ocupados es un trabajador independiente.

En cuanto al horario de trabajo, el 57,2 por ciento de los empleados no trabajó ningún sábado en 2013 o el 74,1 por ciento en el caso del domingo. Además, el 91,5 por ciento no trabajó ningún día en su domicilio y solo un 3,4 lo hizo ocasionalmente. Son porcentajes muy similares a los registrados en la estadística nacional.

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