El decano de Económicas de la ULE ve “demasiado optimismo” en las previsiones de crecimiento

Un nuevo curso económico arranca bajo la perspectiva política de lograr la recuperación de la senda del crecimiento en 2014 que, sin embargo, será tan liviana que no permitirá acortar las cifras del desempleo, el principal reto al que se enfrenta el Ejecutivo que dirige Juan Vicente Herrera. Expertos de las universidades de Valladolid, Salamanca y León ven posible que se llegue a la previsión de crecimiento de la economía del 0,7 por ciento, que contempla del Gobierno regional, pero lo achacan más a un “efecto rebote” que a unas bases sólidas de crecimiento.

En este contexto, consideran “imprescindible” que se pongan en marcha medidas de estímulo y arremeten contra la austeridad “enfermiza que acentúa la depresión”.

Demasiado optimismo

El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de León (ULE), José Miguel Fernández, considera “un poco optimista” la previsión de crecimiento del 0,7 por ciento que hace la Junta, dado que hasta ahora se está produciendo un crecimiento negativo, aunque se está ralentizando. Ese freno no le parece suficiente para que cambie la tendencia que permita alcanzar el 0,7 por ciento, máxime cuando la previsión de organismos internacionales como el FMI sitúan el crecimiento esperado para el año 2014 para la economía española en el cero por ciento.

Para José Miguel Fernández, difícilmente se podrá crear suficiente empleo para producir un cambio en la tendencia de la economía. Las medidas de política económica adoptadas, dice, no ayudan especialmente a la generación de empleo. El empleo, argumenta, se crea mediante la dinamización de la actividad económica y para que esto se produzca hay que estimular la demanda interna, es decir el consumo, y para que haya consumo se requiere tener una cierta capacidad adquisitiva.

Es cierto, señala el decano, que las exportaciones mejoran pero si no le ayuda la demanda interna que supone en torno al 75 por ciento del total de la producción, “mal conseguiremos crear empleo”. Con la pérdida media de un 7,5 por ciento de los salarios de los trabajadores que conservan su empleo y con el elevado índice de paro, concluye, “es prácticamente imposible que se genere consumo y por ende actividad económica que permita la creación de empleo en Castilla y León.

El decano de Económicas de la ULE recalcó que uno de los retos más importantes del nuevo curso económico en Castilla y León es “hacer frente a las desigualdades regionales, frenando el despoblamiento rural derivado del envejecimiento de la población. Tenemos una pirámide poblacional casi invertida lo que supone un gasto social muy elevado, especialmente en dependencia, pensiones y gasto sanitario, subraya.

Añade que hay que potenciar el sector educativo y mejorar la financiación en todos los niveles, racionalizando el gasto e invirtiendo el I+D+I, “pues el futuro de una región o estado está directamente relacionado con la inversión en educación, investigación e innovación” y considera que puede servir a estos efectos el ejemplo de Finlandia, que supo salir en los años 90 de una crisis similar a la española, apostando decididamente por la inversión en educación, prestigiando la labor de los educadores y fortaleciendo la educación pública de calidad.

Otro de los retos, a su juicio, pasa por mejorar la eficacia y eficiencia del sector sanitario público, controlando el excesivo gasto en farmacia y reduciendo las listas de espera. “También hay que cuidar la dimensión medioambiental, que es hoy en día una de las principales líneas transversales de cualquier actuación política, económica o social y debe ganar protagonismo en la agenda política dada la importancia que el turismo rural tiene en la región”. Además, aboga por aprovechar las enormes posibilidades que el patrimonio histórico y artístico tiene de cara a la potenciación del turismo y facilitar la tarea de los emprendedores, “allanando el tortuoso camino que debe seguir quién decida crear una pequeña empresa o negocio. No hay que olvidar que más del 95% del empleo total se concentra en pymes”.

La necesidad de dinamizar la economía.

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valladolid y miembro del equipo de Hispalik en Castilla y León, José Luis Rojo, expresó que la previsión de crecimiento económico de la Junta para 2014, del 0,7 por ciento, “no parece carente de realismo”. De hecho, recordó, en el escenario actual “nosotros prevemos un crecimiento regional en el entorno del uno por ciento”. No obstante, aclaró que este crecimiento se debe considerar como un “rebote” frente a la contracción actual, “carente por tanto de la solidez que una salida estructuralmente aceptable de la crisis exigiría”. “De confirmarse este escenario, si bien algunos trimestres puede generarse empleo neto, no será de entidad, y en todo caso sufrirá una temporalidad y volatilidad importantes”, dijo.

Asimismo, afirmó que 2014 será “otro año en el que las estrecheces presupuestarias dificultarán la combinación de la necesaria atención adecuada a la población (educación, sanidad y servicios sociales), con la no menos necesaria política inversora que puede ayudarnos a situar a Castilla y León en la salida más adecuada de la crisis”.

En este contexto y “aun pecando de falta de originalidad, no cabe duda de que el principal reto para el periodo que ahora comienza es la dinamización de la economía autonómica en la perspectiva de la creación de empleo”, sentenció. Agregó este experto que en los próximos meses también se iniciará un nuevo marco para la agricultura y el desarrollo rural, por lo que “deberemos prestar atención a la elaboración del nuevo Programa de Desarrollo Rural en Castilla y León, que va a condicionar la dinámica, agraria y no agraria, de las economías de nuestros pueblos”.

Letargo y resignación

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Salamanca, Francisco Javier Braña, opinó que terminar con la destrucción de empleo y reducir el desempleo, es el principal reto al que hacer frente en la Comunidad, pero este experto no se mostró demasiado optimista al respecto, si se continúa con las políticas de austeridad “enfermiza” que están llevando a cabo tanto el Gobierno autonómico, como el nacional.

En cuanto a la previsión de crecimiento del 0,7 por ciento en el presupuesto del próximo año por parte del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, Braña señaló que no se trata de una tasa de crecimiento muy “irreal”, si se tiene en cuenta que la predicción que ha realizado el proyecto Hispalink para el valor añadido bruto de la región (que no es lo mismo que el Producto Interior Bruto) es del uno por 100 para 2014. Sin embargo, matizó que en estos “tiempos” las predicciones no siempre son acertadas y la realidad puede ser peor.

El catedrático de la Universidad de Salamanca reconoció además que “es posible” que no se destruya empleo o que se destruya de forma mínima, ya que recordó que “con toda la destrucción de empleo que ha habido ya, es muy difícil que se pueda destruir más”, por una cuestión de “rendimientos decrecientes”, en términos económicos.

En definitiva, consideró que la sociedad castellano y leonesa “no parece salir de su letargo y resignación” ante lo que se le ha venido encima y a juzgar por la “casi nula movilización ante los atropellos de las políticas de austeridad y recortes en los servicios públicos básicos”, podrá seguir así “ad nauseam”, es decir, hasta el aburrimiento.