Sergio Sánchez descarta pasar por quirófano tras tener “buenas sensaciones”

El campeón de España de 10 kilómetros en ruta y subcampeón en 5.000 metros Sergio Sánchez ha descartado pasar por el quirófano para solucionar sus problemas en el tibial derecho que le impidieron acudir al último mundial de Daegu -Corea-, después de experimentar “buenas sensaciones” en las recientes Millas disputadas en Ponferrada y O Barco de Valdeorras -Ourense-.

“Era una posibilidad que estaba barajando pero creo que el descanso me ha venido bien para recuperarme y que se mitigaran los dolores en la zona, que solo aparecen cuando realizo una gran carga de trabajo, no así en la competición donde las sensaciones son buenas”, declaró.

Sánchez se impuso en la Milla La Encina en Ponferrada por delante del mediofondista Álvaro Rodríguez, mientras que dos días después en tierras orensanas concluía en tercera posición en la prueba en la que se impuso el ochocentista burgalés, que participara en el campeonato del mundo, Diego Ruíz.

La intención del corredor leonés es la de mantener en las próximas semanas el ritmo de entrenamientos diarios de 15 ó 20 kilómetros en dos sesiones “sin exigirse demasiado, para ir incrementando el volumen de manera progresiva”, aclaró.

Sus objetivos para la próxima temporada son ambiciosos y abarcan todas las especialidades, el campo a través, donde es uno de los más reputados especialistas nacionales, la pista cubierta y también la campaña estival donde su sueño se centra en ganarse su presencia por vez primera en unos Juegos Olímpicos.

“Este es un año especial porque están las Olimpiadas y se trata de poner toda la carne en el asador para poder desquitarse de la última temporada un tanto desilusionante”, afirmó Sánchez que preparará el campo a través con vistas al nacional, que no al Europeo y también la pista cubierta donde intentará repetir el podio mundialista de 2010 en Doha -Qatar- en este caso en Turquía.

Sus pretensiones se centran en los 3.000 metros en pista cubierta, donde es el vigente subcampeón mundial tras el británico Mo Farah y subir a los 5.000 posteriormente para la cita olímpica.