Con Lydia Valentín como embajadora, las mujeres sellan un hueco en el mundo de la halterofilia
Nos colamos en uno de los entrenamientos de la selección española femenina de halterofilia, que durante la semana pasada se prepararon en las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento de León y, sonriente, la halterófila Lydia Valentín deja su ejercicio de pesas para charlar con nosotros.
Reconocida con el Premio Castilla y León del Deporte del año pasado, en un año en el que la berciana ha podido al fin disfrutar de sus éxitos deportivos sobre el podio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Lydia nos explica cómo se organiza durante la semana. “Hoy –viernes- es un día de los más duros que tenemos durante la semana junto a los lunes. Ahora estamos en León de concentración de cara al Campeonato del Mundo, que se celebrará del 28 de noviembre al 5 de diciembre. Todavía faltan diez semanas pero ya estamos preparando y todo está yendo muy bien, con ganas de que llegue ese mundial”, explica la triple medalla olímpica.
Cuando tomas un camino tienes que desechar otros muchos, y en este camino que deshechas tienes que hacer muchas renuncias
Oficialmente subcampeona de Pekín 2008 y subcampeona de Londres 2012, sigue a la espera de que el Comité Olímpico Internacional (COI) le haga entrega de las medallas que le corresponden, tras descubrirse que sus rivales se habían dopado en dichos Juegos Olímpicos. Pero a pesar de la demora, Lydia sigue dedicando su día a día al deporte. “Lo llevo bien porque llevo toda la vida preparando competiciones, realmente ahora estoy en un Centro de Alto Rendimiento en Madrid, donde me preparo para Campeonatos Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos. Es lo que llevo haciendo mucho tiempo”, contesta con normalidad.
La halterofilia, un deporte cada vez más femenino
Tal y como explica la deportista de élite, para conseguir los mejores resultados todo va unido; la alimentación, el estilo de vida, el descanso, dónde estás concentrado para tus entrenamientos, en qué sala estás entrenando, con qué pesas... y asegura que, a pesar de ser un deporte más vinculado al género masculino, ahora mismo en el Centro de Alto Rendimiento en Madrid son más chicas que chicos practicando halterofilia, por sorprendente que parezca.
“De León somos dos chicas: Emma López y yo, del club de Camponaraya, de Ponferrada”, comenta Lydia, que reconoce la suerte que tuvo de que en su pueblo existiera un club de este deporte para poder empezar a practicarlo. “Era una niña muy deportista, me gustaba el deporte y con 11 años el entrenador de halterofilia se fijó en mí, vio que tenía potencial, carácter competitivo, cualidades y un portento físico. En ese momento yo no tenía ni idea de lo que era la halterofilia y pero fui a ver cómo era, me gustó el ambiente y me enganchó. Así, fui dejando un poco más de lado los otros deportes que practicaba, que eran baloncesto y atletismo”.
“Cada uno consume el deporte que le gusta y lo practica porque lo gusta. Lo veo lícito y es lo que debería hacer todo el mundo yo solo invito a que la gente vea y practique deporte”.
Como consejo, a las niñas que se fijan en ella y a las que les gustaría seguir sus pasos, Lydia las anima a que “se fijen objetivos, que disfruten haciendo deporte, da igual el deporte que sea. Que empiecen disfrutando y después se lo tomen como un estilo de vida y que se marquen metas, llegando hasta el final. Que sean luchadoras y que trabajen realmente por su sueño”, apunta invitando a toda la gente que vea una competición de halterofilia.